Corredor evita sanciones EUA por comprar crudo a régimen de Maduro

10 de jul. (Bloomberg) -- Los esfuerzos de Estados Unidos por remover al presidente venezolano Nicolás Maduro del poder, al imponer sanciones a los estadounidenses que compren crudo o financien la industria petrolera venezolana, han fracasado hasta ahora debido a personas como Dragolsav Ilic.

     Él es un serbio con un negocio en Panamá que está comercializando a escondidas el petróleo de Venezuela y ayudando a apuntalar al agobiado régimen.

     En los cinco meses transcurridos desde que Washington aplicó sanciones a la empresa estatal, Petróleos de Venezuela (PDVSA), los principales actores se han retirado del mercado, privando al gobierno de Caracas del tan necesario efectivo.

     Pero media docena de incógnitos como Ilic y su MS Internacional Corporation, han llenado ese vacío.

     De acuerdo con cuatro personas de la industria, Ilic ha realizado acuerdos por 130 millones de dólares con PDVSA, enviando el crudo principalmente a Asia.

     Los nuevos corredores evitan los trucos de las sanciones impuestas por el sistema financiero global mediante el trueque de petróleo y su reventa consecuente a terceros.

     MS Internacional intercambia el petróleo por gasolina y componentes de gasolina, lo que ayuda a Maduro a mantener a sus seguidores leales a través del suministro de combustible altamente subsidiado.

     Hasta hace poco, nadie en la industria había oído hablar de Ilic o su compañía.

     A través de un abogado, Ilic se negó a ser entrevistado o comentar sobre su negocio con Venezuela.

     “La conclusión es que Venezuela necesita efectivo, diluyentes y gasolina porque carece de combustibles”, dijo Jacques Rousseau, director gerente de Clearview Energy Partners.

Corredurías diminutas

Francisco Monaldi, un profesor de Baker Institute en Rice University, dijo que las nuevas corredurías le recuerdan a aquellas que ayudaron al régimen a superar la lesiva huelga petrolera de 2002-2003.

     “Esta pequeñas corredurías, le están ayudando al régimen a obtener efectivo o gasolina o diluyentes para producir petróleo crudo”, dijo por teléfono desde Houston.

     Históricamente, el brazo de refinación de PDVSA, Citgo Petroleum, y las refinerías independientes, Valero Energy y Phillips 66, fueron los mayores compradores de petróleo venezolano en Estados Unidos.

     Además de los nuevos corredores, la petrolera estatal rusa Rosneft, las refinerías hindús y China también están ayudando a PDVSA a sobrevivir.

     China y Rosneft le han prestado en conjunto cerca de 60 mil millones de dólares en la última década a cambio de futuras entregas de petróleo. La mayoría de los barriles que reciben se revenden a refinerías en India y a refinerías independientes en China.

Embarques desde puertos venezolanos

IIlic acaparó encabezados en Argentina hace una docena de años cuando fue acusado --pero absuelto-- en un escándalo de narcotráfico conocido como Viñas Blancas, en el cual algunos de los acusados estuvieron traficando cocaína colombiana a Europa en botellas de vino.

     Documentos de la corte argentina, revelan que la fortuna de Ilic nace de diversos casinos. En 1997, pasó cuatro años y siete meses en prisión en los Países Bajos por tomar parte en un supuesto intento de homicidio.

Petróleo para Cuba

El régimen de Maduro es muy dependiente del petróleo, el cual representa 95% de las exportaciones venezolanas. El petróleo también va hacia Cuba, país que le proporciona agentes que protegen al presidente y le suministran informes claves de inteligencia, de acuerdo a funcionarios estadounidenses.

     Mientras que Venezuela redujo los suministros a casi todos sus aliados en el Caribe, Cuba continúa recibiendo al menos tres cargamentos de petróleo por mes.

     Los buques que se dirigen a Cuba apagan sus transpondedores, también conocidos como radiofaros, y navegan por el Caribe sin ser detectados por los radares para evitar que el gobierno de Estados Unidos los detecte, de acuerdo con informes de envíos y datos de seguimiento de barcos. China y Rusia también continúan recibiendo petróleo en pago de viejas deudas.

     Venezuela, país fundador de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y uno de los países más ricos del mundo en 1970, tiene más reservas probadas de petróleo que cualquier otra nación.

     Hace dos décadas, en medio de la desilusión popular, Hugo Chávez fue electo presidente y comenzó a mover al país hacia un socialismo de compadrazgos, utilizando los ingresos de PDVSA para realizar campañas políticas y subvencionar proyectos mascotas.

     Claro que Chávez olvidó reinvertir en equipamiento e infraestructura, además de que la corrupción, siempre una plaga en Venezuela, se recrudeció.

     La producción de petróleo ha caído desde un máximo de 3.71 millones de barriles diarios a 741 mil; mientras que el país ha caído en una crisis humanitaria de crímenes violentos y hambrunas, cuatro millones de personas se han salido del país y la preocupación internacional ha aumentado.

     Estados Unidos ha encabezado a un grupo de más de 50 naciones que han reconocido a Juan Guaidó, líder de la Asamblea Nacional, como el legítimo presidente interino. El reconocimiento es parte de los esfuerzos para hacer a un lado a Maduro. Pero Maduro parece estar firme en el poder.

Alguna vez un privilegio

En cierta época, comprarle petróleo a Venezuela era casi un privilegio, de acuerdo a corredores con mucho tiempo en la industria.

     A los compradores se les requería adherirse a una serie de reglas y no tenían permitido revender los cargamentos a otros corredores.

     Además tenían que presentar pruebas, como un contrato, para demostrar qué refinería procesaría eventualmente el petróleo. Entonces podían entregar el crudo en cualquier lugar del mundo, excepto Estados Unidos; el mercado estadounidense le pertenecía de forma exclusiva a PDVSA y quien fue su principal importador de crudo.

Hoy, los compradores tienen la ventaja. Las autoridades ignoran las reglas sobre dónde y a quién le vende PDVSA. Las refinerías estadounidenses, entre ellas Valero, Phillips 66 y Chevron, dejaron de comprar petróleo venezolano.

     Grandes nombres comerciales como Trafigura Group y Lukoil PJSC también cortaron vínculos. Los acuerdos con MS Internacional y otras firmas están llenando ese vacío, dijeron corredores y funcionarios de la oposición.

     “Estamos conscientes de que las compañías compran y venden petróleo venezolano a pesar de las sanciones de Estados Unidos”, dijo en una entrevista en Nueva York, José Ignacio Hernández, fiscal especial del gobierno interino. “Maduro está utilizando el apoyo que está obteniendo de las compañías que realizan transacciones con el petróleo venezolano para comprar la lealtad de las empresas y los países, incluida Cuba”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Eduardo García

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