La producción de combustibles podría ver un nuevo impulso con la entrada en vigor de nuevas reglas sobre el tipo de combustibles que peden usar cargeros marítimos. Foto AP
La producción de combustibles podría ver un nuevo impulso con la entrada en vigor de nuevas reglas sobre el tipo de combustibles que peden usar cargeros marítimos. Foto AP

Delaware City, Delaware, 12 de jun. (Dow Jones) -- La refinería propiedad de PBF Energy ubicada cerca de la ciudad de la Bahía Delaware se vio socavada hace casi una década. Pero ahora está trabajando a su máxima capacidad, y PBF con su socia están invirtiendo 100 millones de dólares para ampliarla.

     La refinería está buscando capitalizar las nuevas reglas internacionales que requieren combustibles de combustión más limpia en los barcos de navegación marítima del mundo que entrará en vigor el próximo 1 de enero.

     Los refinadores de Estados Unidos están anticipando una bonanza. La industria estima que ha gastado 100 mil millones de dólares en mejoras en la última década para fabricar combustibles más amables con el medio ambiente, lo que le permitiría aumentar sus ingresos, si las normas aumentan la demanda y también los precios de los productos que fabrican, como muchos esperan.

     Las nuevas reglas fueron recibidas con escepticismo por la administración Trump y otras personas preocupadas por el impacto que estas tendrían en los empleos y los precios de la energía.

     Sin embargo, en lugares como Delaware City, las mejoras requeridas para cumplir los nuevos estándares se han traducido en más empleos bien remunerados, dijo James Maravelias, presidente del Delaware Building Construction Trades Council.

     A medida que los fabricantes de automóviles y las plantas químicas han abandonado la región, dijo, los refinadores se han convertido en algunos de los empleadores más confiables de su comunidad.

     “La energía es prácticamente para nosotros”, dijo Maravelias, que tiene su sede en Newark, Delaware. “No hay otra industria que esté trayendo ese tipo de empleos a Delaware en este momento”.

     En las refinerías, los trabajos de mantenimiento, generalmente realizados cuando éstas cierran, a menudo emplean a mil 200 personas a la vez, dijo Maravelias. Además, la expansión de la planta de Delaware City sugiere un futuro lleno de más de esas modernizaciones y más trabajo que realizar, agregó.

     Un resultado optimista no es seguro para todos los afectados --otros sectores, países e incluso refinerías-- pero algunos analistas y economistas esperan que el impulso para los refinadores tenga un impacto positivo de gran alcance. Con una producción récord de combustible en Estados Unidos que lleva a más exportaciones y menos importaciones, más ingresos permanecen en el país, que a menudo son reinvertidos.

     La fuerte inversión generalmente produce más crecimiento económico que el fuerte consumo, dijo Kevin Book, director administrativo de la firma de análisis ClearView Energy Partners. Por lo tanto espera que las refinerías estadounidenses obtengan ganancias y que el aumento de la inversión produzca un beneficio neto para la economía incluso si aumentaran los precios al consumidor.

     “Más dinero para las refinerías de Estados Unidos generalmente es una buena noticia”, dijo Book. “Es muy difícil argumentar que, en conjunto, son malas noticias”.

     Las normas sobre los combustibles marinos fueron impuestas por International Maritime Organization (IMO), un brazo de Naciones Unidas, con el objetivo de reducir la contaminación por azufre que puede causar afecciones respiratorias y agravar las enfermedades del corazón, además de contribuir a la lluvia ácida.

     Una forma rápida para que los barcos cumplan con los requisitos es cambiar a usar más diésel con bajo contenido de azufre o combustibles similares conocidos como destilados. Muchos esperan que eso provoque un aumento en la demanda y aumentos de precios en esos combustibles.

     Si bien eso podría ayudarles a la1s refinerías que los fabrican, los consumidores minoristas podrían verse afectados en el bolsillo porque ese tipo de combustible todavía se usa ampliamente como combustible para calefacción en partes del noreste de Estados Unidos.

     Los analistas estiman que ellos podrían enfrentar aumentos en los precios del diésel y los destilados de 5 a 20% debido a las reglas de las Naciones Unidas. Eso ha generado preocupación en la Casa Blanca sobre el aumento en los precios de la energía precisamente en un crítico año electoral.

     En octubre, la Casa Blanca comenzó un esfuerzo por suavizar la aplicación temprana de las reglas, retrasando su entrada en vigor por varios meses. Las acciones de las refinerías independientes se desplomaron después de que el diario The Wall Street Journal informara sobre dicho esfuerzo.

     La implicación total de las reglas no se entendió bien, y los temibles pronósticos económicos iniciales causaron temor, dijo Mandy Gunasekara, quien fue asesora destacada de políticas en la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) hasta principios de este año. A medida que la gente aprendió más sobre el tema, esos temores disminuyeron y los funcionarios entendieron mejor cómo podría beneficiarse Estados Unidos, agregó.

     “Estados Unidos está en muy buena posición debido a las inversiones prospectivas de nuestras refinerías”, dijo Gunasekara, quien ahora dirige un negocio de comunicaciones estratégicas.

     Los asesores de la Casa Blanca no han descartado nada, pero han dejado de intentar de retrasar activamente la entrada en vigor de las reglas, de acuerdo con cabilderos y analistas familiarizados con el asunto. Los funcionarios de Estados Unidos no abordaron nuevamente la propuesta de retrasar las reglas durante las reuniones del comité de IMO en Londres el mes pasado, dijeron analistas y grupos de interés que asistieron o siguieron las reuniones. Esa fue la última ronda de reuniones antes de que entre en vigor el límite del contenido de azufre.

     “Estados Unidos no buscan cambiar la fecha límite actual de IMO de 2020 que se certificó en octubre de 2016. Continuamos evaluando los impactos macroeconómicos de la implementación en los consumidores y la industria”, dijo un alto funcionario de la administración.

     Los cambios económicos más recientes y las previsiones han reducido la urgencia de intervenir. Los precios del crudo bajaron 23% de un máximo de cuatro años registrado en octubre.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 12/06/2019

Etiquetas: Ecología Ciencias Contaminación Combustibles Azufre Normas IMO Organización Marítima Internacional Refinerías Bonanza Limpios Precios Beneficios Demanda Cruceros Navieras Calefacción Doméstica Aire Acondicionado EUA