La agencia de calificación crediticia Moodys dice que los cambios aplicados ayer a la perspectiva de México responden a riesgos estructurales y no a eventos temporales. Foto de archivo.
La agencia de calificación crediticia Moodys dice que los cambios aplicados ayer a la perspectiva de México responden a riesgos estructurales y no a eventos temporales. Foto de archivo.

6 de jun. (Sentido Común) -- El cambio que aplicó ayer la agencia de calificación crediticia Moody’s Investors Service a la perspectiva de la nota soberana de México fue el resultado no solo del análisis de los riesgos actuales que se vislumbran en el horizonte, sino también como consecuencia de algunas preocupaciones sobre los elementos fundamentales crediticios del país, dijo Jaime Reusche, analista sénior de riesgo soberano para México con la calificadora, en conferencia de prensa.

     Ayer Moody’s --que es una de las tres calificadoras más influyentes del mundo junto a Fitch Ratings y Standard and Poor’s-- decidió ajustar a la baja la perspectiva de México de estable a negativo, aunque ratificó la nota soberana del país en un nivel A3, el cual sugiere que existen elementos actuales que podrían afectar en el largo plazo la capacidad del país para cumplir con sus obligaciones. 

     Si bien la calificadora dijo en el comunicado que el cambio obedeció en parte a la aparición de nuevos riesgos que podrían afectar la economía del país, hoy la calificadora agregó que éste es solo un riesgo periférico, más no el elemento principal para realizar el ajuste a la perspectiva.

     “El hecho que ha habido un debilitamiento de la calidad institucional, por la falta de ejecución clara de políticas [públicas] creemos que. . .está generando cierto nivel de incertidumbre para la economía, para los inversionistas tanto domésticos como extranjeros”, agregó Reusche, en conferencia hoy.

     Para la calificadora, los aranceles que busca imponer el gobierno de Estados Unidos a los productos mexicanos, así como la desaceleración de la economía estadounidense y el debilitamiento del precio del petróleo a nivel global, solo son riesgos periféricos a los que se deberá afrontar la economía mexicana.

     Así, los principales factores detrás de la visión más pesimista sobre el horizonte de México en realidad se encuentran dentro del mismo país.

     La falta de claridad en las políticas públicas que quiere  aplicar el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y, sobre todo, la preocupación por la incertidumbre de cuáles son las acciones que aplicará el gobierno para ayudar financieramente a la empresa estatal Petróleos Mexicanos, son las razones por las que se tomó la determinación de realizar el cambio.

     “Más nos preocupa la elección de las políticas públicas dentro de México y el impacto que puedan tener sobre la economía y las finanzas públicas”, agregó Reusche. “Creemos que Pemex va a requerir más apoyo, el cual se podría volver recurrente y podría volverse un pasivo recurrente para el Estado en el mediano plazo”.

     La agencia calificadora, que tiene su sede en la ciudad de Nueva York, dejó entrever así su preocupación por la necesidad que tiene el gobierno federal por apoyar y sacar a Pemex, como se conoce a la petrolera estatal, de la crisis en que se encuentra desde hace varios años.

     López Obrador ha reiterado en diversas ocasiones que para su gobierno es prioritario recuperar la capacidad que tuvo durante décadas la petrolera estatal, por lo que aplicará las medidas fiscales y financieras necesarias para recuperar su capacidad de producción e inclusive aumentar el volumen de refinación de combustibles.

     De ahí que, para el mandatario, la decisión de la agencia calificadora para ajustar a la baja la perspectiva del país se debe a que no toman en cuenta una de las principales variables que ayudarán a su gobierno a lograr no solo sacar adelante a Pemex, sino a cumplir la meta de que la economía crezca a un ritmo del 4% al final de su sexenio.

     “Respetamos esa opinión, pero seguimos sosteniendo que vamos bien, que va a crecer la economía”, dijo el mandatario, en su conferencia de prensa matutina. “Con todo respeto, la falla que tienen las calificadoras y los expertos en materia financiera es que aplican la misma metodología de hace más de tres décadas. . .que no tomaba en cuenta, en palabras tecnócratas, la variable corrupción. Entonces, sus pronósticos no resultan, no van a tener éxito, a las pruebas me remito”.

Reusche dijo sin embargo que la metodología de la calificadora sí incorpora factores económicos que se aplican a todos los países de forma consistente que les ayudan a evaluar la fortaleza económica e institucional, así como la calidad de las instituciones y la vulnerabilidad de estas ante los choques que puedan presentarse.

     “Siempre hemos estado conscientes que la corrupción, la falta de imperio a la ley. . .los bajos niveles de educación dentro de la población, la informalidad en la economía” son variables que la calificadora tomó en cuenta para ajustar a la baja la perspectiva de México, agregó el analista de Moody’s.

     Claro que los especialistas de la calificadora consideran que las políticas tomadas hasta ahora por el gobierno no solo carecen de claridad, porque no garantizan la sostenibilidad de la recuperación de Pemex en el largo plazo.

     Reusche dijo que la calificadora todavía no tiene planeado realizar un ajuste a la calificación de México, que actualmente se ubica en el séptimo escalón dentro del nivel conocido como grado de inversión, porque no existe certeza sobre el impacto real que tendrán los cambios de política del nuevo gobierno sobre la economía y las finanzas.

     “Cuando veamos hacia donde se dirige toda la foto, por así decirlo, económica y fiscal, podremos tener un análisis concreto” de dónde debería estar la calificación de México, dijo Reusche.


Fecha de publicación: 06/06/2019

Etiquetas: moody's calificadora pemex nota soberana perspectiva crediticia economía finanzas