China Shipping Company y otros contenedores están apilados en la terminal Virginia International de Portsmouth, Virginia, el viernes 10 de mayo de 2019. El reciente aumento arancelario del Presidente Donald Trump a los productos chinos entró en vigencia el viernes y Beijing dijo que tomaría represalias, recrudeciendo así una batalla por las ambiciones tecnológicas China y otras diferencias comerciales. Foto AP/Steve Helber.
China Shipping Company y otros contenedores están apilados en la terminal Virginia International de Portsmouth, Virginia, el viernes 10 de mayo de 2019. El reciente aumento arancelario del Presidente Donald Trump a los productos chinos entró en vigencia el viernes y Beijing dijo que tomaría represalias, recrudeciendo así una batalla por las ambiciones tecnológicas China y otras diferencias comerciales. Foto AP/Steve Helber.

Washington, 24 de may. (Dow Jones) -- Los últimos aumentos arancelarios de la administración Trump a las importaciones chinas probablemente proporcionen un modesto y temporal impulso a la inflación de Estados Unidos, en parte reflejando la porción relativamente pequeña del gasto estadounidense que se destina a bienes en lugar de servicios.

     La decisión reciente del presidente Trump de aumentar los aranceles de aproximadamente 200 mil millones de dólares en bienes chinos, de 10 a 25%, representa la escalada más grande de su confrontación con China que ya tiene un año de duración.

     Los nuevos derechos de importación podrían ascender a unos 30 mil millones de dólares de ingresos anuales para el gobierno --y costos adicionales para los consumidores estadounidenses. La amenaza de Trump de imponer aranceles adicionales de 25% a 300 mil millones de dólares en importaciones provenientes de China, si se hace realidad, tendría un impacto mayor de hasta 75 mil millones dólares anuales en ingresos para el gobierno estadounidenses.

     Aunque estudios recientes han demostrado que los consumidores estadounidenses han soportado el peso de tales costos en el pasado, los economistas señalan que estos representarán una caída en el total de la economía de Estados Unidos, tasada en 21 mil millones de dólares.

     Desde 1970, los hogares estadounidenses han gastado más en servicios, como vivienda, atención médica y educación, que en bienes, muchos de los cuales se han abaratado en décadas gracias al comercio y la innovación tecnológica.

     “Creo que el impacto general en la inflación probablemente seguirá siendo relativamente moderado”, dijo Sonia Meskin, economista de Standard Chartered, sobre los nuevos y amenazados aranceles.

     Los economistas tienen que esforzarse para detectar cualquier efecto que tengan los aumentos arancelarios del año pasado en los datos generales de la inflación. Las presiones de los precios han disminuido en los últimos meses, teniendo al indicador preferido de la Reserva Federal, el índice de precios de los gastos de consumo personal, subiendo 1.5% en marzo con respecto al mismo periodo del año anterior, muy por debajo de su objetivo de 2%.

     Las estimaciones del efecto potencial de los próximos incrementos arancelarios varían ampliamente. Meskin cree que es poco probable que aumenten la inflación anual en más de 0.05 puntos porcentuales. Goldman Sachs, por su parte, estima que los aranceles amenazados podrían agregar hasta 0.5 puntos porcentuales al denominado índice de precios “subyacente” de gasto de consumo personal, que excluye los artículos volátiles de alimentos y energía.

     Economistas dijeron que las fuerzas en conflicto hacen que sea difícil de precisar el impacto probable de los aranceles.

     Por un lado, aranceles más altos pueden producir efectos indirectos de “derrama” que provocan aumentos de precios en una gama más amplia de productos que aquellos específicamente objetivados. Por ejemplo, un artículo publicado el mes pasado mostró que los precios de las secadoras aumentaron considerablemente el año pasado después que Trump impuso los aranceles a las lavadoras importadas en enero de 2018.

     Goldman Sachs, mientras tanto, encontró que los aranceles dirigidos a los productos chinos parecieron permitir que los fabricantes de los mismos bienes en otros países aumentaran “de manera oportunista” sus precios en respuesta a la disminución de la competencia.

     Por otro lado, el fortalecimiento del dólar estadounidense puede ayudar a los productores chinos a absorber algunos de los costos arancelarios. El yuan se ha depreciado 7.3% en el último año, ya que las perspectivas económicas de China se deterioraron debido a los aranceles estadounidenses, y casi un tercio de las pérdidas se produjeron desde que Trump inició su última ronda de amenazas el 5 de mayo.

     Las empresas también pueden decidir conformarse con márgenes más reducidos de ganancias en lugar de arriesgarse a perder participación de mercado.

     El fabricante de utensilios de cocina Lifetime Brands, por ejemplo, vio reducidos sus márgenes de ganancias del primer trimestre en parte debido a los aranceles implementadas el año pasado. Robert Bruce Kay, el director ejecutivo, dijo que la magnitud de los próximos aranceles de Trump podría dificultarlo.

     “Cuando tiene un arancel de 25%, las empresas no pueden absorber ese costo por completo, éstas necesitan reflejar en aumentos de precios”, dijo Kay en una conferencia telefónica con inversionistas la semana pasada. “Así que no hay duda en términos del mercado que al 25%, el cliente lo absorberá. Se tendrá que reflejar el mayor costo, los minoristas simplemente reflejaran ese costo en los consumidores”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 24/05/2019

Etiquetas: Comercio Disputa Comercial China EUA Aranceles Represalias Exportación Importación Robo Tecnología Punta Trump Presidente