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22 de may. (Dow Jones) -- Los crecientes aranceles entre Estados Unidos y China han provocado un enconado debate sobre quién los está pagando realmente. El presidente Trump dijo que China; sus críticos dicen que los estadounidenses.
La respuesta no es evidente, como en el caso de cualquier impuesto, la persona que paga el arancel no necesariamente es la que paga los platos rotos eventualmente.
Si el arancel simplemente se le transfiere al importador, las empresas o los consumidores estadounidenses pagan el arancel. Si los exportadores chinos reducen su precio para evitar perder ventas, ellos son los que pagan el arancel. Si las importaciones se mudan a otro país, nadie paga el arancel, pero los chinos lo pagan con la pérdida de empleos y los estadounidenses pagan un precio más alto por los bienes. Además, si la producción se traslada a Estados Unidos, parte de lo que pagan los estadounidenses por los mayores precios se destina a otros estadounidenses en forma de salarios y ganancias.
Cuando Cecil Hoge y su hermanastro John Hoge enfrentaron aranceles en los botes inflables que importan de China, todas estas opciones entraron en juego. Su compañía de 30 empleados, Sea Eagle Boats, es un microcosmos de cómo los aranceles repercuten en las cadenas de suministro.
La compañía con sede en Long Island comenzó a importar botes inflables de Europa en la década de los sesenta y luego los importó de China en la década de los noventa. Ahí, tres compañías --una surcoreana, una taiwanesa y una china-- fabricaban los modelos de All Sea Eagle, desde simples kayaks hasta embarcaciones de pesca de tres metros 65 centímetros de eslora.
Se libraron de los aranceles de 25% que Trump impuso inicialmente a 50 mil millones de dólares en importaciones chinas, pero pudieron prever lo que sobrevendría. Entonces, John Hoge convenció a su proveedor surcoreano que trasladara su producción de China a una fábrica de Vietnam.
Los otros dos, sin tal respaldo, declinaron. “Somos una pequeña empresa”, explicó Zhong Mengying, la propietaria de uno de los proveedores, en un correo electrónico al diario The Wall Street Journal. “No vale la pena mudarse a otros países”. Las ventas a Estados Unidos son pequeñas, de todos modos, mientras que las ventas a Europa y China están aumentando”.
Entonces, Sea Eagle solicitó descuentos para compensar las tarifas arancelarias, viendo que el yuan chino había caído frente al dólar, dándoles a los vendedores un margen de beneficio adicional. Zhong entonces redujo sus precios alrededor de 5%. El tercer proveedor declinó. “Nuestros precios ya son los más bajos que podemos ofrecer”, explicó el proveedor en un correo electrónico al diario The Wall Street Journal.
“Ninguna de estas compañías tiene mucho margen de ganancias, porque todas las empresas en Estados Unidos --incluyendo a nosotros-- pedirán constantemente el mejor precio posible”, dijo Cecil Hoge.
En septiembre, Trump gravó con impuestos adicionales 10 mil millones de dólares en importaciones chinas, incluidos los barcos de Sea Eagle, posponiendo un aumento de 25% para darle a China la oportunidad de resolver las quejas de discriminación contra compañías estadounidenses y el robo de tecnología. El 1 de enero, Sea Eagle elevó los precios de sus barcos de fabricación china 7.5% en promedio.
Sea Eagle ha pagado 176 mil dólares en aranceles al gobierno de Estados Unidos y recuperado todo ese dinero subiéndole los precios a sus clientes, agregó Cecil Hoge. Más de 70% son personas que ordenan por internet; el resto son revendedores.
Este año las ventas han caído, aunque los hermanos culpan de eso en gran parte al clima desfavorable. Las ventas a Amazon.com se han colapsado debido a que el gigante de internet no permite subir los precios de los artículos que vende Amazon, dijo John Hoge. Pero las ventas en Amazon en las cuales Sea Eagle actuó como vendedor no se vieron afectadas.
De modo que los estadounidenses pagan la mayor parte de los aranceles de Sea Eagle, un proveedor paga algo, y en los botes que ahora se fabrican en Vietnam, nadie los paga. Los aranceles implican que algunas ventas nunca se realizarán --en las cuales todos pagarían. Eso resulta ser algo típico de los aranceles de Trump.
David Weinstein, economista comercial de Columbia University, y dos coautores examinaron las seis olas de aranceles que Trump impuso el año pasado y encontraron que los precios que los exportadores les cargaron a sus clientes estadounidenses escasamente respondieron a los aranceles.
Una vez incluido el arancel, ellos estimaron que los precios de las importaciones chinas subieron de 20 a 25%. Los estadounidenses pagaron de dos maneras: los márgenes de ganancia de los importadores de Estados Unidos absorbieron algunos aranceles y algunos consumidores finales pagaron precios más altos.
Economistas de Goldman Sachs encontraron que los precios al consumidor de los nueve bienes más afectados han subido 3% desde principios de 2018 mientras que los demás bienes (excluyendo alimentos y energía) han caído 2%. También descubrieron que algunos fabricantes estadounidenses aprovecharon los aranceles para subir precios, exactamente como se suponía que debían funcionar los aranceles proteccionistas.
Weinstein y sus coautores, concluyeron que los aranceles de Trump habían sido pagados totalmente por los estadounidenses, a un costo neto para el país de mil 400 millones de dólares mensuales. Trump ha afirmado que China ha absorbido 21 puntos porcentuales de la tasa de 25%, pero eso parece estar basado en un estudio que utilizó una investigación en la que el Dr. Weinstein fue el coautor en 2006. Weinstein dijo que ese estudio no estuvo basado en la experiencia con aranceles reales, mientras que su último artículo sí lo fue.
Trump esperaba que sus aranceles al acero y las lavadoras reactivaran la producción estadounidense; pero sus aranceles sobre los bienes de China tienen un objetivo diferente: cambiar el comportamiento de China.
John Hoge opina que Trump solo debe apuntar a aquellas importaciones que se benefician del conocimiento estadounidense robado.
Sea Eagle les informó por correo electrónico a sus miles de clientes que estaba elevando sus precios debido a los aranceles de Trump. Varios respondieron enojados: “¿Cómo se atreve a criticar al presidente Trump?”, recordó Cecil Hoge. Otros hicieron eco de Trump exigiendo que fabricaran sus barcos en Estados Unidos.
Traducido por Luis Felipe Cedillo
Editado por Michelle del Campo
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Fecha de publicación: 22/05/2019
Etiquetas: Trump Aranceles China EUA Disputa Comercial Importaciones Chinas Trasnferencia Producción Vietnam Costos Consumidores Precios