El presidente Andrés Manuel López Obrador declaró desierta la licitación para construir la refinería Dos Bocas, en Tabasco. Foto de presidencia.
El presidente Andrés Manuel López Obrador declaró desierta la licitación para construir la refinería Dos Bocas, en Tabasco. Foto de presidencia.

9 de may. (Sentido Común) -- El gobierno de México, de manera inesperada, declaró desierta la licitación para construir una nueva refinería de Petróleos Mexicanos, en el puerto de Dos Bocas, Tabasco, aunque determinó que el proyecto seguirá adelante bajo la responsabilidad de la Secretaría de Energía y de la propia petrolera estatal.

     La decisión, que está en línea con la voluntad del gobierno de recuperar la llamada autosuficiencia energética en materia de petrolíferos, no deja de ser sorpresiva, debido a que ahora el gobierno y Pemex --como también se conoce a la empresa estatal-- asumirán la responsabilidad de un proyecto de alta complejidad técnica, para el que muchos consideraban indispensable la asesoría de empresas con experiencia en la edificación de refinerías.

     Pemex no ha construido una planta productora de combustibles capaz de procesar 340 mil barriles de crudo para producir 170 mil de gasolina y 120 mil de diésel en los últimos 40 años, aunque sí da mantenimiento y está renovando algunas de las seis refinerías que hoy tiene, lo que no deja de preocupar a algunos por la complejidad de este proyecto.

     “¿Cómo va a construir el gobierno mexicano una refinería sin licitarla? Im-po-si-ble”, escribió Viridiana Ríos, una analista política y editorialista en varios medios de comunicación, quien fue la primera directora del centro de estudios de políticas económicas México, ¿Cómo vamos?, en su cuenta personal de Twitter. “Nadie dentro del gobierno sabe hacer refinerías. Qué catástrofe. La ignorancia es brutal”.

     La decisión de no proseguir con la licitación la anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante su conferencia matutina, argumentando que las propuestas que presentaron las tres empresas invitadas a participar en el concurso --una más optó por retirarse antes de presentar su oferta-- superaban el precio máximo que había fijado el gobierno y el plazo de tres años.

     “La licitación se declara desierta porque en lo fundamental estaban pidiendo mucho, se pasaron de los ocho mil millones de dólares y en el tiempo de construcción, y nosotros no vamos a hacer ninguna obra que no podamos terminar durante el sexenio”, dijo el mandatario al anunciar la decisión. Es común que las empresas “hagan estimaciones pensando en lo que se paga en dólares a trabajadores en el mundo y al final de cuentas se les paga menos a los trabajadores mexicanos, y eso aumenta la utilidad de las empresas. No queremos eso”.

     Las empresas que habían sido invitadas por el gobierno federal para presentar las propuestas bajo las cuales se construiría la refinería de Dos Bocas fueron: el consorcio formado por la estadounidense Bechtel y la ítalo-argentina Technit; el consorcio formado por la australiana WorleyParsons y la estadounidense Jacobs; la firma de origen francés Technip y la empresa estadounidense KBR, quienes, a juicio del gobierno, eran las mejores compañías del mundo para realizar este proyecto y contaban con los más altos estándares de ética.

     Technip fue la que decidió retirarse antes de entregar una postura. Las empresas que decidieron participar entregaron sus propuestas la noche de ayer a las 11:30 p.m. en un acto privado.

     Así, a pesar de haber resaltado las capacidades técnicas de las empresas invitadas a la licitación, los cálculos que hicieron los expertos de esas compañías, en cuanto al presupuesto y los tiempos para edificar la refinería, no fueron, al final, del agrado del gobierno.

     Ofrecieron “unas 10, otras 12 mil [millones de dólares], en ese rango, les van a presentar toda la información, pero se pasan de los ocho, y también en el tiempo”, agregó López Obrador, al explicar su decisión. “Creo que sólo una se comprometía a tener la refinería en el [año 20]23 y eso no nos da seguridad; otra hasta el 25 y no vamos a dejar obras inconclusas en el gobierno; no va a suceder lo que estamos nosotros heredando, que hay cientos de obras inconclusas, paradas, porque se iniciaron de manera irresponsable, sin planeación y sin que se garantizaran los recursos”.

     Claro que a pesar de que las empresas especialistas en la construcción de refinerías consideraron imposible terminar la obra en tres años como planteó de inicio el gobierno mexicanos, López Obrador, mostrando gran confianza en las capacidades de los ingenieros y trabajadores mexicanos, destacó que Pemex, con la ayuda de la Secretaría de Energía, logrará hacer en tiempo, forma y precio lo que declinaron realizar empresas especialistas en el tema.

     “Vamos a que nos cueste 160 mil millones de pesos, en tres años, no más, para que salga en tiempo y con este presupuesto necesitamos hacerla nosotros, de manera directa, con el apoyo de los técnicos y de los trabajadores mexicanos, a los que llamo a participar”, agregó el mandatario. “Van a ser ingenieros, especialistas de Pemex, del sector energético los que nos va ayudar para la construcción de la refinería”.

     Con esto el presidente asume, de acuerdo a los expertos, un desafío de gran magnitud que muchos ven difícil de cumplir. El mismo presidente reconoció que la tarea que asumía representará un enorme reto para su gobierno.

     “Es un desafío, pero tenemos que hacer la refinería y por eso se decidió tomar esta decisión”, agregó López Obrador. “Sí se puede”.

     La meta del gobierno es comenzar la construcción el 2 de junio de este año, para que esté lista en mayo de 2022.

     Además, el mandatario dijo que su gobierno ya tiene asignado un presupuesto de 50 mil millones de pesos para este año con los que iniciará la edificación de la refinería, un monto que representa casi la tercera parte del presupuesto total estimado.

     Claro que el gobierno de López Obrador, no cerró la puerta a contratar empresas privadas, nacionales y extranjeras, para que ayuden a Pemex a edificar ese nuevo centro de refinación en Tabasco. 

     Rocío Nahle, la secretaría de Energía, será la encargada de supervisar la construcción de la nueva refinería de Pemex, por lo que su oficina será trasladada a la ciudad de Villahermosa, Tabasco.

     Nahle García, quien es ingeniera petrolera de profesión, dijo que en el proyecto participaran tanto personal de Pemex como del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), dos instituciones que cuentan con personas preparadas y capacitadas para apoyar el objetivo de autosuficiencia energética que tiene el gobierno federal.

     Por su parte, Octavio Romero, el director de Pemex,  dijo que la nueva refinería ayudará a satisfacer la demanda de gasolinas que existe en el país y que hoy no puede cubrir la petrolera estatal, por lo que, junto con otras compañías, importa gasolina y diésel, entre otros petrolíferos.

     Las críticas que generó la decisión de que Pemex asuma la construcción de la refinería se suman a las que había incluso generado, desde un inicio, el plan del actual gobierno de llevar a cabo esa obra.

      Para muchos analistas, expertos en materia petrolera y para las agencias calificadoras la decisión de edificar una refinería era equivocada no sólo por la debilidad financiera de Pemex, una empresa con 107 mil millones de dólares de deuda, la mayor para la industria, sino por las dificultades que tiene el negocio de la refinación para ser rentable.

     Muchos han dicho que Pemex no debería estar destinando recursos a un proyecto de poca rentabilidad, cuando bien podría dedicarse a las actividades de exploración y extracción de crudo, que son mucho más rentables y necesarias para revertir la caída de la producción de crudo de los últimos 15 años.

     Incluso, las agencias calificadoras han dicho, en semanas recientes que la decisión de construir una refinería podría debilitar aún más las finanzas de Pemex, por posibles sobre-costos, lo que podría generar un recorte a su nota crediticia actual, que está en el último escaño en la categoría de grado de inversión.

     “Al darse a conocer la noticia que las firmas de construcción internacionales que participaron en la licitación de la refinería de Dos Bocas de Pemex consideran que dicho proyecto costará más de ocho mil millones de dólares y tomará más de tres años, se valida nuestra preocupación en torno a que los estimados del gobierno de México fueron optimistas”, dijo Peter Speer, vicepresidente sénior con la agencia Moody’s Investors Service, en un comentario sobre la decisión anunciada hoy por el gobierno.

     Algunos analistas políticos ven así altamente riesgosa la decisión presidencial de mantener el proyecto de edificar la refinería de Dos Bocas.

     “Se está corriendo el riesgo de un daño patrimonial muy severo por la obcecación presidencial”, escribió la politóloga Denisse Dresser, en su cuenta personal de Twitter.

 

 


Fecha de publicación: 09/05/2019

Etiquetas: AMLO Crudo Dos Bocas Energía Hidrocarburos Licitación López Obrador Nahle Pemex Refineria Sener