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7 de may. (Dow Jones) -- El gobierno de México está teniendo cierto éxito en su batalla contra los ladrones de combustible, asestándole así un revés al crimen organizado y restaurando los ingresos perdidos de la petrolera estatal Petróleos Mexicanos que actualmente afronta problemas financieros.
Durante las primeras tres semanas de abril, el robo de combustible cayó a tan solo cuatro mil barriles diarios, en comparación con un promedio de 56 mil barriles diarios en 2018, de acuerdo con Pemex, como se conoce a la petrolera.
Desde finales de diciembre, cuando el gobierno recién instalado del presidente Andrés Manuel López Obrador inició la ofensiva, el robo de combustible promedió 11 mil 200 barriles por día, dijo Pemex.
El robo de combustible se disparó en la última década, convirtiéndose en un grave problema de seguridad nacional al proporcionar una enorme fuente de dinero a las bandas de criminales, incluidos algunos de los carteles del narcotráfico más poderosos y temidos del país.
El año pasado, los ladrones de combustible le costaron a Pemex entre dos mil 600 millones y tres mil 700 millones de dólares en ventas perdidas, estimó la compañía, sobre ventas totales de 85 mil millones de dólares. La violencia de las pandillas dedicadas el robo de combustible ha cobrado miles de vidas.
En contraste, durante el primer trimestre de este año, Pemex dijo que sus pérdidas por el combustible robado fueron de aproximadamente 79 millones de dólares, en comparación con los 573 millones de dólares del trimestre anterior y de alrededor de 368 millones de dólares en el primer trimestre de 2018. El gigante petrolero espera obtener ingresos adicionales de unos mil 600 millones de dólares este año como resultado del plan contra las tomas ilegales de combustible.
“Creemos que estos son resultados espectaculares para la empresa”, dijo Alberto Velázquez, director de finanzas de Pemex, en una conferencia telefónica con analistas la semana pasada.
Los analistas de seguridad dijeron que aun cuando la administración está abordando un problema que sus antecesores ignoraron en gran medida, el éxito sostenido será un desafío. Las organizaciones criminales han demostrado durante mucho tiempo que se adaptan rápidamente a los desafíos, y la violencia por el robo de combustible sigue siendo elevada.
El gobierno atribuye su éxito inicial en parte a la respuesta rápida en el cierre de las tomas clandestinas en los poliductos cuando Pemex detecta una caída en la presión, lo que sugiere que una toma ilegal está drenando gasolina.
Teniendo a oficiales del ejército y la policía brindando seguridad, Pemex también ha colocado revestimientos de concreto en tramos clave de tubería para que sea mucho más difícil acceder a estos.
“Estamos constantemente abriendo y cerrando tuberías”, dijo Jesús Ramírez, portavoz de López Obrador. Quien añadió que la coordinación ha mejorado con las cuadrillas de Pemex en el terreno, apoyadas por el ejército mexicano, en el cierre de tuberías que han sido trasgredidas.
Inicialmente, dicha estrategia causó escasez de combustible en todo México, pero ese problema ya se resolvió en gran medida. Pemex ha aumentado los inventarios en las terminales de almacenamiento de combustible, ha asegurado la capacidad de distribución con el respaldo de cientos de nuevos camiones cisterna y ha mejorado su capacidad para descargar combustible de los buques directamente a los camiones.
El 23 de abril, Octavio Romero, director ejecutivo de Pemex, dijo que solo tres estaciones de servicio en el país estaban reportando problemas con el suministro de gasolina, en comparación con 736 en la última semana de febrero y más de dos mil en enero.
Los propietarios de estaciones de servicio dijeron que están viendo mayores ventas con la reaparición de clientes que solían comprar combustible más barato en el mercado negro.
“Hemos notado que algunos grandes clientes, principalmente empresas de transporte de carga que probablemente eran abastecidas por el mercado informal, han regresado recientemente a las estaciones de gasolina”, dijo Roberto Díaz, jefe de la asociación de minoristas de gasolina Onexpo. “Nuestras cifras operativas indican que esto es algo real y efectivo”.
Sebastián Figueroa, jefe del minorista Fullgas, dijo que las ventas en sus 90 estaciones de servicio han aumentado alrededor de 5% desde principios de año, cambio que atribuye principalmente a la lucha del gobierno contra el mercado ilegal.
“Estamos viendo un cambio de mentalidad. Meses atrás, el mercado ilegal era visto como algo normal por muchos clientes. Ahora, tienen miedo de estar involucrados”, dijo.
El presidente Enrique Peña Nieto, el antecesor de López Obrador, señaló que la cantidad de tomas clandestinas en los oleoductos y gasoductos aumentó a casi 15 mil en 2018 de mil 635 en 2012, el año en que asumió su cargo, según muestran los datos de Pemex. En 2006, solo hubo 213 roturas de ductos.
El número real de tomar clandestinas ha aumentado en los últimos meses, de acuerdo con los datos de Pemex, lo que hace que algunas personas en México duden de las afirmaciones del gobierno de que el robo de combustible está en declive. Pero el cierre continuo de tuberías podría explicar cómo los ladrones ordeñan menos combustible a pesar de haber mayores tomas ilegales, dijo Rosanety Barrios, experta en energía y ex funcionaria de la Secretaría de Energía de México.
El gobierno de López Obrador ha dicho que una red de funcionarios corruptos operaba gran parte del robo de combustibles. En enero, el gobierno dijo que descubrió una manguera de casi 3.2 kilómetros de largo que se extendía desde una refinería de Pemex hasta un depósito ubidado en el exterior.
La unidad de inteligencia de la secretaría de Hacienda y Crédito Público presentó 37 denuncias penales en la oficina del fiscal general que involucra a cinco ex funcionarios del gobierno por presuntos vínculos con el robo de combustible, dijo un alto funcionario del gobierno.
Pemex invirtió unos 350 millones de dólares entre 2014 y 2017 en un sistema de control en tiempo real para detectar las caídas de presión de los ductos, dijo un alto funcionario de la compañía.
Sin embargo, la petrolera estatal se abstuvo de cerrar los ductos regularmente, preocupada por la escasez de combustible y el posible malestar social que esto provocaría en las comunidades donde el robo de combustible es un gran negocio.
“La prioridad de los gobiernos anteriores fue evitar la escasez y la inestabilidad social, y la lucha contra el robo de combustible no era una prioridad para el presidente anterior, como lo es ahora”, dijo un ex alto funcionario de la Secretaría de Energía de México.
Pero la nueva estrategia tiene sus desventajas. El uso de camiones para transportar la gasolina es más de 10 veces más caro que el uso de tuberías, de acuerdo con algunas estimaciones. Pero los funcionarios de Pemex dijeron que los ahorros generales por la reducción del robo de combustible hacen que los altos costos de transporte parezcan insignificantes.
Traducido por Luis Felipe Cedillo
Editado por Michelle del Campo
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Fecha de publicación: 07/05/2019
Etiquetas: México Pemex Oleoductos Gasoductos Tomas Clandestinas Robo Combustible Huachicol Huachicoleros Ahorros Ofensiva Ejército Policía Bandas Narcotraficantes Carteles Narcotráfico Ejecutivos Corrupción