Simpatizantes de López Obrador denostan en las redes sociales a quienes se atreven a cuestionar al insigne mandatario en sus conferencias de prensa. Foto archivo.
Simpatizantes de López Obrador denostan en las redes sociales a quienes se atreven a cuestionar al insigne mandatario en sus conferencias de prensa. Foto archivo.

23 de abr. (Bloomberg) -- La periodista, una mujer que no se identificó, le preguntó a Andrés Manuel López Obrador si estaba investigando el nepotismo en su gobierno. En cuestión de minutos, las redes sociales se encendieron con mensajes en los que la llamaron vaca, miembro de la gestapo y “cerda perezosa” por no levantarse de su asiento para dirigirse al presidente con el debido respeto.

     Su crimen fue cuestionar al líder extraordinariamente popular de México, un izquierdista apoyado por el pueblo que celebra una conferencia de prensa todos los días de la semana, pero que no aprecia a los miembros de la prensa que lo confrontan.

     Los devotos de López Obrador en internet tampoco lo hacen, desencadenando campañas de odio llenas de injurias contra los corresponsales ofensivos que parecen estar ampliamente motivados por robots o bots informáticos.

     Eso algo que el presidente mexicano tiene en común con su homólogo estadounidense, Donald Trump, con quien rara vez está de acuerdo: el desdén hacia los periodistas que no concuerdan con su administración.

     En lugar de “noticias falsas”, López Obrador tiende a descalificar los informes críticos como provenientes de la prensa “fifí”, la jerga que quiere decir relamido o elitista y alejado totalmente de la realidad.

     López Obrador también ha llamado a los periodistas y a sus organizaciones informativas “títeres”, “hipócritas” y “dos caras”. Sus partidarios en línea no son nada tímidos al usar un lenguaje mucho más áspero y profano.

      Los mensajes que inflaman los ánimos en las redes sociales, tanto de las fuerzas que apoyan a López Obrador como de quienes se oponen a él, han generado preocupación sobre las crecientes divisiones en la sociedad mexicana en general y la sofocación del genuino discurso político.

     “Es importante ver el impacto de la polarización en el país”, dijo Rossana Reguillo, socióloga de Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), una institución educativa con sede en Guadalajara. “Así es difícil tener un debate real”.

     Además, las manifestaciones de animosidad hacia la prensa son particularmente preocupantes en el país más peligroso para los periodistas del hemisferio occidental. Al menos tres han sido asesinados este año.

     “Desafortunadamente, lo que estamos viendo hoy es que el presidente está estigmatizando a cierto sector de la prensa”, dijo Ana Cristina Ruelas, directora regional de Article 19, un grupo que lucha por la libertad de prensa. “En el momento en que se estigmatiza a la prensa, la violencia contra sus miembros podría estar justificada”.

     Los ataques en redes sociales a periodistas, particularmente en Twitter, han aumentado desde que López Obrador tomó el poder en diciembre, de acuerdo con un estudio del ITESO encabezado por Reguillo.

     Ella encontró que las cuentas de Twitter dirigidas por robots refuerzan y amplifican tanto los comentarios del presidente contra la prensa como los de la oposición contra el mismo López Obrador.

     Durante décadas, las compañías de los medios de comunicación de México recibieron tanto dinero de la publicidad del gobierno que a menudo eso les aseguró una cobertura positiva a los presidentes. López Obrador ha señalado que eso hace que ciertos medios sean sospechosos.

     Cuando se le ha pedido que suavice su retórica, López Obrador ha duplicado sus críticas, insistiendo en que tiene el derecho de criticar a los medios de comunicación que, en su opinión, tienen una agenda editorial que tiene como único propósito el desacreditarlo. Él ha negado que él o su administración tengan algo que ver con cuentas manejadas por robots o programas informáticos.

     “No es cierto que exista un grupo que nos defienda contra quienes nos cuestionan y critican. No tenemos robots a nuestro servicio”, dijo López Obrador cuando se le preguntó en una conferencia de prensa sobre los hallazgos del ITESO.

     La oficina del presidente no respondió a las solicitudes para que diera sus comentarios para este artículo.

     Daniel Blancas, un periodista de La Crónica que fue secuestrado y golpeado luego de informar sobre el robo de combustible en México, dijo que López Obrador debería tener más precaución con las palabras que usa cuando critica a los medios de comunicación. Blancas dijo que su experiencia lo ha vuelto más cauteloso ante los insultos que recibe por correo electrónico y en las redes sociales cada vez que plantea una pregunta difícil en una conferencia de prensa.

     El presidente “debe entender que la prensa no está allí para apoyarlo y aprobar todo lo que diga o haga”, dijo. “La prensa está ahí para hacer guardia”.

     López Obrador --quien según algunos indicadores tiene un índice de aprobación cercano a 70% en los primeros cinco meses de su sexenio-- ha insistido en que no solo hay libertad de prensa en México, sino también un espacio para criticar a su gobierno.

     Viendo la tormenta en las redes sociales contra la prensa, la última parte podría parecer cuestionable aunque bien podría no tener nada que ver con eso.

     De acuerdo con el estudio de ITESO, los robots de Twitter, los programas informáticos creados por personas con una narrativa a favor de López Obrador, detectan rápidamente un objetivo y lanzan agresiones en su contra. Pueden crear tendencias fácilmente utilizando hashtags y reforzar y fortalecer ciertos comentarios presidenciales, replicando rápidamente los mensajes en muchas cuentas.

     ITESO detectó una de esas cuentas responsable de un ataque reciente en el diario Reforma, que a menudo incluye historias en su primera plana que están en contra de la visión del presidente y se ha convertido en uno de su objetivos de ataque. El hashtag #ReformaTodoLoDeforma dominó la conversación de Twitter durante todo un día.

     Los foros de discusión de observadores de YouTube enfocados a las conferencias de prensa presidenciales es una muestra ininterrumpida de insultos dirigidos a los periodistas que toman el micrófono. Se les acusa de recibir sobornos o de ser irrespetuosos o algo peor, sin ninguna prueba. 

     A pesar de iniciar a las 7 a.m., la conferencia de prensa puede tener hasta 50 mil espectadores en el canal oficial de YouTube. La sección de comentarios se convierte rápidamente en una andanada de mensajes.

     También hay un número creciente de usuarios de YouTube y bloggers pro-López Obrador que graban videos y los usan para producir segmentos que critican o se burlan de los periodistas.

     El mes pasado, un par de cientos de simpatizantes de López Obrador se reunieron frente a Palacio Nacional para exigir más acceso a las conferencias de prensa. Ellos les gritaron “mentirosos” y “vendidos” a los reporteros que salieron del evento.

     Alejandro Páez, editor del sitio electrónico de noticias SinEmbargo.mx, recientemente escribió sobre lo que él calificó como la “basura” lanzada a los periodistas en línea.

     “El problema es que eso no se queda ahí. Ellos después pueden encuentrar al reportero en sus cuentas personales de Facebook o Twitter y les dirigen ofensas y amenazas. No importa quién eres, sobre qué escribes”, dijo. “Todo lo que se necesita es atreverse a cuestionar a Andrés Manuel López Obrador”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo                          

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Fecha de publicación: 23/04/2019

Etiquetas: Política AMLO López Obrador Crítica Prensa Ataques Robots Bots Programas Computadoras Libertad Prensa