Hotel de Kwait donde se llevó a cabo una de las reuniones usuales del cartel petrolero OPEP. Foto de archivo.
Hotel de Kwait donde se llevó a cabo una de las reuniones usuales del cartel petrolero OPEP. Foto de archivo.

22 de abr. (Bloomberg) -- Si hay una conclusión que se puede sacar del retorno del petróleo a los 70 dólares por barril, es que la OPEP ha aprendido de sus errores pasados.

     En gran medida, la recuperación del crudo para llegar a un máximo de cuatro meses ha sido impulsada por los recortes de producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios, una coalición que produce cerca de la mitad del petróleo del mundo. Esta es una estrategia que ellos implementaron previamente en 2017, pero mientras que ese esfuerzo inicialmente tuvo problemas, esta vez el impacto ha sido casi inmediato.

     El mayor éxito de la alianza refleja cómo su líder de facto, Arabia Saudita, ha aprendido de los errores cometidos hace dos años. El reino ha perfeccionado su implementación, haciendo que los recortes sean más voluntarios, más marcados y enfocándolos específicamente al mercado que más importa.

     “Han ejecutado esto prácticamente sin fallas”, dijo Helima Croft, estratega en jefe de materias primas de RBC Capital Markets en Nueva York. “El mensaje ha sido consistente y la acción ha sido decidida”.

     Al reducir el suministro, la OPEP y sus aliados evitaron el resurgimiento del superávit debido al auge de la producción del petróleo de esquisto en Estados Unidos y la desaceleración de la economía mundial. Como resultado, los precios del petróleo subieron 27% en Londres en el primer trimestre, su mayor avance en casi una década. Al estar cerca de los 70 dólares por barril, el crudo se está acercando a los niveles que los saudíes y otros miembros de la OPEP necesitan para cubrir sus respectivos gastos gubernamentales.

 

Agresivo, determinado

Ciertamente, el avance del petróleo tiene mucho que ver con las acciones involuntarias de la OPEP, ya que las exportaciones de paises miembro como Venezuela e Irán se ha visto limitadas por crisis políticas y económicas. Pero a medida que los sauditas continúan restringiendo los suministros, aun cuando las pérdidas aumentan en otros lugares, el motor principal de esto parece ser la determinación de Riad.

      “No creo que la suerte tenga nada que ver con eso”, dijo Mike Wittner, jefe de investigación del mercado de petrolero en Société Générale “Los sauditas han sido muy agresivos en su gestión del suministro. Muy decididos, y también muy transparentes”.

      OPEP forjó por primera vez su asociación con países no miembros como Rusia y Kazajstán, la coalición de 24 naciones que ahora se llama OPEC +, a finales de 2016. Sin embargo, en las últimas semanas de ese año, los productores más grandes aumentaron su producción de petróleo para maximizar las ventas antes de que entrara en vigor su pacto para restringir los suministros. Como resultado, los inventarios siguieron aumentando y los precios bajaron 16% en el primer semestre de 2017, a pesar de que se implementaron los recortes de producción.

     “Si hubo algún error, ese fue el gran aumento en la producción a finales de 2016, lo que los hizo retroceder”, dijo Wittner.

 

Duplicando la apuesta

Esta vez, sin embargo, Arabia Saudita ha mostrado más disciplina, reduciendo en diciembre la producción en su mayor cantidad en dos años, antes de que entrara en vigencia el nuevo acuerdo OPEC +.

     El reino también ha duplicado su disposición para hacer recortes de suministro aún mayores de lo prometido, produciendo un mínimo de cuatro años de 9.82 millones de barriles diarios en marzo.

     Esos límites se han centrado en el mercado más grande y más transparente, Estados Unidos, y el ministro saudita de energía, Khalid Al-Falih, también se ha vuelto más directo al anunciar sus planes.

     En 2017, los saudíes mantuvieron sus exportaciones a Estados Unidos a niveles elevados durante los primeros cinco meses de la iniciativa. Este año, el reino redujo rápidamente sus flujos con dirección a Norteamérica, reduciéndolos a tan solo 346 mil barriles diarios durante una semana a finales de febrero, el más bajo encontrado en los datos del gobierno que se remonta a 2010.   

     “Es una lección bien aprendida de 2017”, dijo Mohammad Darwazah, director de Medley Global Advisers en Nueva York. “También es el punto de datos más visible y móvil del mercado”.

     En ese entonces, OPEP inicialmente no cumplió con su objetivo declarado de devolver los inventarios de petróleo a los niveles promedio. En los primeros tres meses de 2017, cuando los envíos adicionales de los sauditas y otros al final del año anterior llegaron al mercado, los inventarios de crudo de Estados Unidos se dispararon en casi 57 millones de barriles, o alrededor de 12%, de acuerdo con Energy Information Administration (EIA).

     Esta vez, los recortes lograron su objetivo de inmediato. Las reservas de Estados Unidos se han reducido de estar en cerca de 34 millones de barriles por arriba de su promedio de cinco años a principios de este año, hasta estar ahora en línea con eso. Es cierto que una parte de esa reducción ha sido causada por las exportaciones estadounidenses récord a medida que el auge del esquisto convierte a Estados Unidos en un proveedor mundial de petróleo --una señal de que el éxito de la OPEP tiene un precio.

 

Riesgo político

La recompensa del cártel por mejorar la ejecución de sus recortes es el crudo Brent a 70 dólares por barril, 28% más que en este momento en 2017. Sin embargo, este éxito también implica riesgos políticos.

     Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, ha reanudado sus ataques contra el cartel por hacer que aumenten los precios, y podría permitir la aprobación de una legislación antimonopolios que apuntarían a los activos financieros de los miembros de la OPEP.

     Pero desafiar a Trump, al menos por ahora, parece ser otra lección que Riyadh ha aprendido del pasado reciente. El reino inundó los mercados petroleros el año pasado después que la Casa Blanca prometiera ahogar las exportaciones de crudo iraní, pero la promesa no se cumplió. Arabia Saudita ahora tiene que demostrar su independencia de Washington, dijo Croft de RBC.

     Al-Falih reiteró en Riad el 8 de abril --menos de dos semanas después de que Trump pidiera nuevamente a la OPEP que aumentara la producción-- que su prioridad sigue siendo “reducir los inventarios”.

     “Los saudíes tuvieron una brecha de credibilidad después de lo que sucedió con ese aumento de producción --la gente pensó que Trump era quien daría las órdenes”, dijo Croft. Los sauditas han tenido que trabajar doblemente para señalar al mercado que están en esto para ganar. Eso es lo que les está redituando”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo                          

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Fecha de publicación: 22/04/2019

Etiquetas: OPEP Arabia Saudita EUA Petróleo Precios Recortes Producción