México regresa a subsidiar gasolina Magna tras 3.5 meses, baja impuesto

8 de mar. (Sentido Común) -- El gobierno de México decidió volver a subsidiar el precio de la gasolina de bajo octanaje al optar por bajar el monto del impuesto que cobra a ese producto luego de más de tres meses y medio de no hacerlo, con el propósito de así aminorar el aumento del precio de ese combustible en los mercados locales tras su incremento a nivel internacional.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público diseñó el año pasado un mecanismo que le permite emplear el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, o IEPS, que cobra por cada litro de combustible automotriz, como una especie de amortiguador para que los precios que pagan los usuarios tengan movimientos, tanto al alza como la baja, semi-controlados.

Así, cuando los precios de la gasolina suben en el mercado internacional, el gobierno puede renunciar a cobrar parte del impuesto y con ello aminorar el impacto en los bolsillos de quienes tienen un vehículo por la compra de combustibles más caros.

Por el contrario, cuando los precios del combustible bajan, las autoridades pueden regresar a cobrar el impuesto en el nivel original a fin de recabar los ingresos fiscales correspondientes, tal y como lo establece la ley.

Si eso ocurre, el precio del combustible en México no refleja el descenso en el exterior porque el consumidor cubrirá ahora un mayor impuesto.

De ahí que, ahora, ante el ascenso reciente de los precios de la gasolina en los mercados internacionales por los aumentos que ha registrado el precio del crudo en los mercados internacionales en las últimas semanas, el gobierno optó por sacrificar 1.95% del IEPS que debería cobrar por cada litro vendido de la llamada gasolina Magna.

Esto ocurrirá a partir de la próxima semana cuándo entrará en vigor el nuevo estímulo fiscal, o subsidio, al precio de la gasolina.

Con el ajuste, las arcas gubernamentales recabarán ahora 4.716 pesos de IEPS por litro de Magna, en lugar de los 4.81 pesos que fija la Secretaría de Hacienda en la ley.

A partir de la reforma constitucional que abrió el sector energético a la participación de los capitales privados, nacionales y extranjeros, en 2013 y 2014, los precios de los combustibles en el país son calculados con una fórmula que contempla, a grandes rasgos, el valor de la molécula del combustible, más el costo que implica el proceso de almacenamiento, transporte y distribución para las empresas gasolineras, más el impuesto.

Los precios de las gasolinas habían venido recuperándose en semanas recientes, especialmente en Estados Unidos, que es el mercado desde donde México importa la mayoría de las gasolinas que consumen el país. Esto hace que ese país sea el mercado de referencia para calcular el precio de los combustibles en México.

De acuerdo con Energy Information Administration, o EIA, el organismo que recaba información energética en Estados Unidos, los precios de la gasolina regular en el estado de Texas subieron 7.8% en febrero con respecto a enero, lo que seguramente provocó que las autoridades de Hacienda anunciaran hoy que volvía a otorgar un estímulo fiscal al cobro del impuesto que aplica a la gasolina de bajo octanaje a partir de la semana próxima.

Además, a esto habrá que sumarle la reciente debilidad del peso frente al dólar, que terminó febrero con una pérdida de 0.8% de su valor frente a la divisa estadounidense, lo que también encareció el precio en pesos de ese combustible en el país.

Durante febrero, México produjo apenas 25.2% de los 608 mil barriles de gasolina de bajo octanaje que consumió el mercado, por lo que tres de cada cuatro litros fueron importados.

La gasolina Magna no tenía estímulo fiscal desde finales de noviembre del año pasado cuando el gobierno optó por retirar el alivio, o el subsidio, al pago del IEPS ante los menores precios del combustible en los mercados internacionales.

En febrero, las circunstancias cambiaron al grado que la gasolina Magna fue incluso el producto cuyo precio más presionó al alza la inflación durante ese mes. El precio de la gasolina Magna en México avanzó en promedio 1.8% el mes pasado contra enero, en un lapso en que el índice de precios al consumidor de México registró una caída de 0.03%.

De hecho, con el avance que registró la gasolina de bajo octanaje, el combustible rompió una racha de dos meses seguidos de caídas en su precio.

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que los precios de los combustibles no sufrirán ajustes tan pronunciados como en gobiernos pasados y prometió que la gasolina no aumentará a un ritmo que rebase la inflación.

“Ha habido un aumento en la gasolina Magna y una disminución en la Premium”, dijo el presidente, en su conferencia matutina del 26 de febrero. “De todas maneras, yo tengo un compromiso que voy a cumplir para que se sepa: no va a aumentar la gasolina ni el diésel, ni el gas ni la luz en términos reales. Si se está dando este aumento, estamos esperando el momento para hacer un ajuste, para cumplir el compromiso”.

Hasta ahora, el mandatario ha cumplido con su palabra pues pese al aumento de la gasolina Magna de febrero, en el año ese combustible registra un descenso de 0.2%, mientras que la inflación un avance de 0.06%

Además de optar por otorgar un subsidio a la gasolina Magna a partir de la próxima semana, la Secretaría de Hacienda decidió aumentar por quinta semana consecutiva el estímulo fiscal a los precios de diésel en México, con lo que el sacrificio de IEPS aumentó a 19.51%, o el equivalente a 1.03 pesos que no recibirá hacienda del IEPS que cobra por la venta de ese combustible.

La gasolina de alto octanaje seguirá sin recibir estímulo fiscal por decimoséptima semana al hilo, dijo Hacienda en su política fiscal sobre el IEPS a las gasolinas, publicada en el Diario Oficial de la Federación.