Guillermo García Alcozer, jefe de la Comisión Reguladora de Energía, ha sido criticado e investigado por el gobierno mexicano por un supuesto conflicto de intereses. Foto de archivo.
Guillermo García Alcozer, jefe de la Comisión Reguladora de Energía, ha sido criticado e investigado por el gobierno mexicano por un supuesto conflicto de intereses. Foto de archivo.

4 de mar. (Bloomberg) -- Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México, calificó, antes de asumir el poder, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación como deshonesta, mientras que describió recientemente a la agencia calificadora, Fitch Ratings, como hipócrita, y dijo que los líderes anteriores convirtieron al país en una pocilga de corrupción. Pero desde que asumió el cargo, nunca había criticado a alguien de la manera como lo hizo con el ente regulador de la industria eléctrica y petrolera de la nación.

Desde el podio de su conferencia de prensa matutina, que es muy vista, López Obrador acusó a Guillermo García Alcocer de tener conflictos de intereses como presidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE). Posteriormente, tres altos funcionarios de su gobierno continuaron levantando acusaciones contra el servidor público por supuestas conductas indebidas, incluidas insinuaciones de que un familiar estaba involucrado en lavado de dinero.

Si bien es frecuente que el político de izquierda, de línea dura, ataque a los organismos reguladores y a las agencias autónomas, no suele dirigirse a personas específicas, y mucho menos tenerlas en la lupa con múltiples pesquisas.

El caso de García Alcocer también es notable porque él ha levantado dudas sobre algunas de las decisiones del presidente y se ha manifestado en contra de los recortes presupuestales que le ha impuesto, mientras que también indicó que las personas propuestas por López Obrador para integrarse a la comisión que él encabeza, carecían de conocimientos sobre la industria eléctrica.

García Alcocer ha negado haber cometido algún delito.

Así, las posturas del presidente contra quien parece ser un disidente suyo, están incrementando los temores de que López Obrador, quien asumió el poder como un defensor abierto del pueblo, podría volverse cada vez más radical, para, con su poder e influencia, silenciar a sus opositores. 

Después de ganar la elección presidencial del 1 de julio con una victoria aplastante, así como obtener una mayoría en el Congreso y en la mayoría de las legislaturas estatales, él tiene un control firme sobre el país que podría ser aún más severo si debilita las entidades reguladoras.

“En México, los presidentes tienen una influencia muy fuerte, pero para que funcione nuestra democracia necesitamos más controles y contrapesos, y el presidente los está neutralizando”, dijo Javier Oliva, politólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). “Iniciar investigaciones legales contra los críticos del presidente es un muy mal precedente”.

López Obrador, quien asumió el cargo en diciembre, dijo en una de sus conferencias matutinas que las investigaciones sobre García Alcocer no tienen nada que ver con las posturas que ha presentado el presidente de CRE, y que han estado en proceso desde hace tiempo. Posteriormente explicó su desdén por algunos órganos reguladores autónomos de México.

“Todas estas agencias fueron creadas, no generalizaré, pero en la mayoría de los casos, con una cierta forma de pensar, con una política de privatización”, dijo.

 

Reformas en el limbo

La investigación sobre el regulador de energía puede afectar a los inversionistas que llegaron al país después de los cambios legislativos, de hace cerca de cinco años y que pusieron fin al monopolio del gobierno en la industria petrolera. Desde entonces, gigantes como Exxon Mobil, Royal Dutch Shell, BP y Chevron han invertido fondos en perforaciones, estaciones de servicios e infraestructura energética, con promesas de inversión por más de 100 mil millones de dólares en los próximos años.

Esos proyectos están ahora en riesgo, ante los ataques de López Obrador contra los reguladores que ayudaron a diseñar el sistema para que las empresas privadas --nacionales y extranjeras-- pueda operar en el país. Como resultado, Juan Carlos Zepeda, ex jefe de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y uno de los arquitectos de la reforma, renunció a mediados de noviembre a petición de Rocio Nahle, la secretaria de Energía,.

La comisión de energía de García Alcocer, ha estado prácticamente paralizada desde que cuatro comisionados se retiraron en menos de dos meses, dejando a la dependencia  con un número de comisionados por debajo del mínimo que requiere para dictaminar el quórum necesario de cuatro personas para sesionar y tomar diversas decisiones, como la de dar permisos para llevar a cabo varias actividades en el sector energético. López Obrador también recortó el presupuesto de CRE para este año en 30%, lo que llevó a la dependencia a recortar 54 puestos de alto nivel.

 

Concentración de poder

“El presidente piensa que para tener una presidencia exitosa se necesita concentrar el poder en el ejecutivo tanto como sea posible, y los organismos reguladores y las agencias autónomas están ayudando a fragmentar el poder en todo el cuerpo político”, dijo Nicholas Watson, director administrativo de investigación para Latinoamérica con la firma de asesoría Teneo. “Lo que me preocuparía es si él comienza a combatir la corrupción por razones políticas”.

El uso de las conferencias para alegar irregularidades y luego implicar delitos cometidos por parientes del presidente de CRE, da la impresión de que las autoridades están siendo forzadas a renunciar o arriesgar sufrir repercusiones contra los miembros de su familia, agregó Oliva, de la UNAM.

 

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo                          

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Fecha de publicación: 04/03/2019

Etiquetas: México Política Disidencia AMLO Silenciada Crítica Conflicto Intereses Entidades Reguladoras Independientes