Las incidencias de desabasto en gasolineras de empresas como Total o G500 no es generalizada y su situación podría cambiar en cualquier momento. Foto de archivo.
Las incidencias de desabasto en gasolineras de empresas como Total o G500 no es generalizada y su situación podría cambiar en cualquier momento. Foto de archivo.

9 de ene. (Sentido Común) -- Empresas como Total, G500 y Oxxo Gas, que participan en el mercado mexicano de venta de gasolina y son distintas a la marca Pemex, de la empresa petrolera estatal, también han visto afectadas las operaciones de algunas de sus estaciones de servicio tras la decisión del gobierno de cerrar ductos de distribución como una medida para atacar el robo de combustible.

Las incidencias en las gasolineras que forman parte de la red de la francesa Total y de la mexicana G500 no son generalizadas y su situación podría cambiar en cualquier momento, conforme vayan recibiendo el producto, dijeron las empresas en comunicados independientes.

“Desafortunadamente, la situación está fuera de nuestro alcance, es muy variable dentro de nuestra red de estaciones y es algo temporal”, escribió Total, al fijar su postura. “Nuestros equipos trabajan 24 horas al día para que cada estación sea abastecida y esté de vuelta a la normalidad, es por eso que en una estación reportada como cerrada la situación puede cambiar de un momento a otro”.

Otras empresas expendedoras de combustibles distintas a las que concesiona Pemex a particulares, también lamentaron los problemas que enfrentan para atender a sus consumidores.

“Durante los días pasados se ha registrado una situación de escasez de combustible en diversos estados de la república. En Oxxo Gas estamos trabajando con nuestro proveedor de combustible para que esta situación se regularice en el menor tiempo posible”, escribió la subsidiaria del conglomerado minorista, logístico y embotellador de refrescos Coca-Cola, Fomento Económico Mexicano (Femsa), en una respuesta enviada por correo electrónico.

Si bien muchas de estas nuevas empresas tienen como objetivo la venta en el futuro de combustibles importados, aún dependen de los suministros de Petróleos Mexicanos, ya que sus potenciales proveedores están en proceso de edificar la infraestructura de almacenamiento y distribución para poder entregarles esa otra gasolina en sus estaciones de servicio a lo largo del país.

Un caso concreto de esta falta de infraestructura es el de la empresa Infraestructura Energética Nova, o IEnova, la cual ya ha firmado un amplio número de contratos para abastecer combustibles a varias empresa expendedoras de combustibles.

Sin embargo, la compañía, con sede en Ciudad de México y filial de la compañía estadounidense Sempra Energy, está en proceso de construir gasoductos y terminales de almacenamiento para satisfacer las necesidades de diversas marcas de gasolineras como Total, Marathon Petroleum, Chevron, Valero y BP.

IEnova espera que la mayoría de esas terminales de almacenamiento entren en operación en 2020.

Otras empresas que están ingresando al negocio del transporte de combustibles en México,  gracias a los cambios legales que aprobaron los legisladores en 2013 y 2014 para abrir el sector energético a los capitales privados, nacionales y extranjeros, han enfrentado retrasos, por diversas causas, a sus planes para el desarrollo de infraestructura.

Un caso concreto de esto es el de la compañía canadiense TransCanada, la cual en alianza con las empresas mexicanas Grupo TMM y Sierra Oil & Gas --esta última en proceso de adquisición por parte de la compañía alemana DEA Deutsche Erdoel--, está en espera por recibir los permisos gubernamentales para iniciar la construcción de una terminal de almacenamiento en el Puerto de Veracruz, así como ductos de transporte desde ahí hasta el centro del país.

Esas obras, anunciadas en 2016, representarán una inversión de cerca de 800 millones de dólares en el país.

Sentido Común se puso en contacto con otras firmas del ramo, distintas a la marca Pemex, para conocer de primera mano su situación, pero no recibió una respuesta inmediata, mientras que Royal Dutch Shell, una empresa petrolera anglo-holandesa que opera estaciones de servicio en el país bajo la marca Shell, y la estadounidense, Chevron, declinaron dar comentarios sobre la situación que enfrentan sus gasolineras en el país.

Los retrasos en la distribución de combustibles en diversas regiones del país se deben a los esfuerzos del gobierno de México, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, por erradicar el robo de combustibles en el país.

Para ello, el mandatario ha ordenado cerrar algunos gasoductos propiedad de Pemex, que presentaban tomas clandestinas; al tiempo que ha también mandado al ejército a múltiples instalaciones de la petrolera estatal para evitar la introducción de pipas ilegales para extraer hidrocarburos.

Claro que el cierre de ductos ha complicado la distribución de combustibles en ciertas zonas del país. Para satisfacer la demanda, Pemex ha estado entonces recurriendo al envío de autotanques y pipas a esas regiones, un proceso más tardado y menos eficiente.

A pesar de las afectaciones que han registrado algunas de sus gasolineras, las empresas expendedoras de combustibles, como G500, han destacado y aplaudido el esfuerzo gubernamental por controlar el robo de combustibles.

“G500 respalda a las autoridades en el propósito de combatir el robo de combustibles en México, ya que ello constituye la mayor competencia desleal de nuestra industria”, dijo la compañía, en un comunicado. “Confiamos que la situación se regularizará en los próximos días”.

En los últimos días, los automovilistas han tenido que hacer largas filas en estaciones de servicio de algunos estados, como Querétaro, Jalisco, Aguascalientes, Durango, Coahuila, Guanajuato, Hidalgo, Nayarit, Michoacán y Tamaulipas, así como en la capital del país, donde las empresas vendedoras de combustibles han reportado problemas de abasto.

 


Fecha de publicación: 09/01/2019

Etiquetas: México gasolina Total Oxxo Gas G500 Pemex huachicol