6 de nov. (Sentido Común) -- La banca de México es uno de los sectores más estables y rentables de los últimos años, con crecimiento por encima del de la economía, al grado de que el propio gremio, la Asociación de Bancos de México (ABM), califica su desempeño en tiempos recientes como “el mejor momento de su historia”.

     Pero el sector, como cualquier otra industria, no está exento de los efectos de acontecimientos nacionales, y el más reciente, la casi segura cancelación del más ambicioso proyecto de infraestructura de los últimos años, el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), podría impactar el momento dorado de los banqueros.

     En su caso, el impacto de la decisión del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, de detener las obras de la nueva terminal aérea de la capital --que lleva un tercio de avance-- para mejor ampliar el aeropuerto militar de Santa Lucía, no será directo y varias instituciones financieras ya se encargaron de comunicar que no es un tema que de inmediato les preocupe.

     “Creo que es muy pronto para decirlo [si la cancelación es mala para la banca]. No puedes sobrerreaccionar a una decisión como esta” dijo en conferencia telefónica Héctor Grisi, director general de Banco Santander. “Tenemos una forma muy buena y flexible de manejar las cosas aquí, creemos que si la situación se complica, podremos reaccionar muy rápidamente”.

     El director del cuarto banco del país también aprovechó para decir que la exposición de su banco, en términos de financiamiento a empresas participantes en el proyecto de infraestructura, es mínima, al igual que antes lo hicieron otros grupos financieros como Banco del Bajío o Regional, que se especializan en empresas.

     Por su parte, Grupo Financiero Banorte, el segundo banco de México, explicó a sus accionistas que su exposición con cartas de crédito es de seis mil millones de pesos (301 millones de dólares), de las que se puede negociar el pago, mientras que por crédito directo tiene 300 millones (15 millones), que representan 0.04% de su cartera total.

     La institución, atendiendo las dudas de inversionistas y analistas en una conferencia telefónica, también aclaró que no tiene en posesión bonos del NAIM y recordó que quien posee certificados de la fibra E, el instrumento que el gobierno creó para financiar una parte de la obra, es su administradora de fondos para el retiro, Afore XXI Banorte.

     El grupo financiero que controla el multimillonario Carlos Slim, Inbursa, cuyas acciones fueron de las de peor reacción dentro del sector tras el anuncio de cancelación del NAIM, no estuvo disponible para responder a preguntas de Sentido Común.

     Ninguna institución bancaria en México tiene un alto porcentaje de su colocación de crédito relacionada con el NAIM, incluso las especializadas en empresas, dado que atienden tickets promedio relativamente más pequeños que las grandes obras requeridas por el aeropuerto --financiadas íntegramente con los bonos, la fibra E y recursos públicos--.

     Los expertos coinciden en la exposición irrelevante que tiene el sector bancario en el proyecto.

     El impacto “varía de banco a banco pero en ningún caso es catastrófico”, dijo en entrevista Enrique Mendoza, analista de la casa de bolsa de Actinver. “En principio no se ve como algo que debería generar preocupación entre los accionistas de bancos”.

     Claro que la cancelación de un proyecto de esa envergadura podría traer consigo consecuencias que trascienden a las empresas involucradas, y los bancos están conscientes de ello. 

     “Esta decisión claro que va a tener algún impacto en nuestras proyecciones, te cambia el sesgo del tipo de cambio de cierre, un sesgo a la alza de la inflación y también de las tasas de interés, además la presión a la baja de crecimiento te condiciona también la capacidad de inversión de muchos actores de la economía”, aseveró en conferencia Eduardo Osuna, director general de BBVA Bancomer, el más grande competidor del sector.

     Para Osuna, igual que para muchos empresarios --de acuerdo con el Consejo Coordinador Empresarial--, uno de los impactos más importantes es para la certidumbre en términos de las inversiones de largo plazo, en un país que requiere de infraestructura.

     Un escenario en el que hay más incertidumbre y se realizan menos inversiones, podría traer consigo mayores tasas de interés, menor apetito de riesgo, e incluso menor crecimiento económico, lo que podría tener consecuencias en la calidad de la cartera de los bancos o en la demanda de crédito, de acuerdo con analistas.

     “Los impactos en cuanto a mayor morosidad o menor crecimiento de la cartera podrían ser compensados por mayores tasas de interés”, dijo al respecto Mendoza.

     El Banco de México, la autoridad monetaria del país, podría tomar la decisión de aumentar la tasa de referencia --que por lo regular son bienvenidas por el sector-- para contrarrestar efectos en el tipo de cambio e inflación.

     Pero las tasas de interés ya eran consideradas restrictivas --o muy altas--, y el anuncio de López Obrador hizo que vario analistas --Santander, Actinver, Intercam, BBVA Bancomer-- cambiaran su perspectiva de próximas decisiones a la baja, a próximas alzas.

     “El tema del alza de tasas no siempre es benéfico para ellos [los bancos], tienen que incrementar las reservas, por el tema de la cartera vencida sobre todo por un consumidor que va a estar presionado con estos factores”, dijo al respecto Marisol Huerta, experta de la casa de bolsa de Ve por Más.       

     Para la especialista, y también para Mendoza, de Actinver, en un escenario de debilitamiento de las perspectivas económicas y de certidumbre de la inversión, un mayor costo del financiamiento podría llevar a posponer o cancelar la toma de créditos.

     No obstante, eso no significa que vayan a estar comprometidas las finanzas de los bancos, incluso si crecen a menores tasas que ahora --aproximadamente cuatro veces más que la economía--.

     “No hay algo que haga presumir que las utilidades vayan a ser menores, tal vez haya mayores provisiones o desaceleración de cartera”, dijo Mendoza. “En términos generales no se ve un daño ni a la rentabilidad ni a la capitalización ni mucho menos”.

     Incluso, en la visión del analista, los bancos mexicanos podrían beneficiarse si instituciones internacionales, ante sus peores perspectivas, cierran su llave de financiamiento, tanto en préstamos como en mercado de valores, dado que las compañías tendrían que recurrir a préstamos locales para continuar creciendo.

     Entonces ¿por qué las fuertes caídas en bolsa?, porque disminuyó lo que los inversionistas están dispuestos a pagar por el riesgo que ven.

     “Lo que está pasando más bien es que los inversionistas están exigiendo una prima de riesgo más alta”, explicó Mendoza. “Los flujos o las utilidades más o menos deben permanecer, en cambio, el valor de esas utilidades es el que se está diluyendo”.

     Ante el mayor riesgo que ven los inversionistas y el valor que podrían perder sus inversiones por mayor presión del tipo de cambio, exigen pagar múltiplos --como precio sobre utilidad o valor de la empresa sobre flujo-- más bajos contra lo que han pagado históricamente para participar en el capital de las empresas. Lo que podría limitar el potencial de rendimiento de las acciones.

     Lo que se ha modificado hasta ahora son las perspectivas, y faltará ver si se vuelven realidad las previsiones pesimistas del mercado, las cuales algunos creen que pueden mejorar.

     “Mi sensación es que el impacto no es por la cancelación, sino por la manera en que fue gestionado”, dijo Grisi de Santander México en conferencia. “Creo que el nuevo gobierno aprenderá a manejar estas situaciones y esperamos tener una mejor perspectiva en los próximos meses”.

     “Al final del día hay oportunidades, el plan del nuevo gobierno habla de polos de desarrollo, que van a requerir capital e inversiones. Hay que estar atentos a dónde están esas oportunidades”, agregó por su parte Huerta.



 


Fecha de publicación: 06/11/2018

Etiquetas: Banca México cancelación NAIM AMLO crédito