9 de oct. (Sentido Común) -- La inflación en el país rebasó los pronósticos de los analistas durante septiembre, debido a las presiones al alza que continúan ejerciendo el gas doméstico L.P. y la gasolina, aunque también resultó afectada por una complicada base de comparación frente a septiembre de 2017, cuando el gobierno dejó de cobrar algunas tarifas para ayudar a las localidades afectadas por los sismos de hace un año.

     Los precios al consumidor en el país subieron 0.42% en septiembre con respecto a agosto, su cuarto avance seguido, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

      El desempeño de la inflación en el país estuvo ligeramente por encima del crecimiento de 0.4% esperado por analistas encuestados por la agencia de noticias Infosel.

     Con este avance, la inflación alcanzó una tasa interanual de 5.02% con respecto a septiembre de 2017, el mayor incremento en los últimos seis meses o desde que subió 5.04% en marzo, de acuerdo con Inegi, como también se conoce al organismo responsable de recabar la información estadística y económica del país.

     Para algunos analistas, sin embargo, parte de la fortaleza de los precios se debe a una complicada base de comparación, debido a que hace un año, en septiembre, la inflación perdió terreno por los esfuerzos que hizo el gobierno para ayudar a la población a superar los daños ocasionados por dos sismos que castigaron el centro y sur del país.

      El gobierno, para facilitar las tareas de ayuda, dejó por ejemplo de cobrar el transporte público en la capital para permitir que más personas pudieran movilizarse a ayudar en las zonas colapsadas. Así mismo, dejó de cobrar también las cuotas en las casetas en el Valle de México, Chiapas y Oaxaca para permitir el acceso de brigadas y de transporte con ayuda enviada desde otros estados.

     “En términos anuales, la inflación aumentó de 4.9 a 5.02% ya que el transporte público y otros servicios del año pasado se proporcionaron de forma gratuita de manera temporal después del terremoto del 19 de septiembre, lo que causó un complicado efecto de comparación para la lectura de este año”, escribió el equipo de economistas del área de Global Research Markets de BBVA Bancomer, en un reporte.

     El comportamiento de la inflación interanual rebasó las previsiones de los economistas encuestados, quienes estimaban un aumento de los precios de 5%  con respecto a septiembre del año pasado.

     Los productos que más incidencia tuvieron en la inflación de septiembre fueron el gas doméstico L.P., que avanzó 5.3% en el mes, seguido de la gasolina de bajo octanaje que subió 1.47% y el huevo con un aumento de 3.99%.

     Estos incrementos fueron parcialmente contrarrestados por las caídas de 11.92% en el precio de la papa, de 23.18% en la naranja y de 17.1% en los servicios profesionales.

     Algunos analistas creen que la fortaleza registrada por los precios dará argumentos adicionales a los integrantes de la Junta de Gobierno de Banco de México para mantener una actitud hawkish, como se conoce en lenguaje económico a una actitud de preocupación por la trayectoria de la inflación y por tanto más proclive a preferir tasas de interés más altas.

     En su reunión de la semana pasada, la junta de gobierno del Instituto Central, también conocido como Banxico, decidió mantener la llamada tasa objetivo en un nivel de 7.75%, aunque uno de los cinco integrantes de ese cuerpo colegiado había pedido que los tipos de interés de referencia subieran en un cuarto de punto porcentual a 8%.

     El voto de un integrante a favor de un apretón monetario “subraya que el debate dentro de Banxico aún es sobre si son necesarias más alzas”, escribió Edward Glossop, economista para América Latina con la consultoría de origen británico Capital Economics, en un reporte. “El anuncio del acuerdo comercial USMCA [United States Mexico Canada Agreement], que desde nuestro punto de vista ha reducido sustancialmente los riesgos a la baja para el peso, no ha hecho que los funcionarios suavicen su retórica hawkish”.

     Para el componente subyacente de los precios, o aquella medida que desestima los cambios en productos altamente volátiles, como alimentos o energéticos, el avance mensual fue de 0.32% en septiembre con respecto a agosto y un alza de 3.67% interanual.

    La última ocasión que la inflación subyacente creció a un ritmo mensual mayor fue hace seis meses, cuando avanzó 0.33% en marzo frente a febrero, mientras que en su comparación anual tuvo su mayor lectura desde el 3.69% de mayo.

     Los analistas encuestados por Infosel estimaban un avance para la inflación subyacente de 0.27% en el mes y de 3.61% interanual.

     Para algunos expertos, si bien pronto pueden empezar a aliviarse algunas presiones observadas en los precios de productos agropecuarios o incluso en los energéticos, los analistas deberán seguirse de cerca el desempeño del componente subyacente para conocer si la Junta de Gobierno podría tomar alguna acción para garantizar el cumplimiento de la meta de 3% en 2019.

     “La caída en los volátiles precios de bienes agropecuarios sugiere que el arrastre de este factor podría revertirse en los próximos meses”, escribieron Adrián de la Garza y Eduardo González, economistas de Citibanamex, en un reporte. No obstante “la lectura ligeramente superior a la esperada del índice subyacente implica que habrá que prestar especial atención a este tema en los próximos meses, a fin de asegurar que los efectos de segunda ronda permanecen bajo control”.

      Hace un año, la inflación subió 0.31% en septiembre frente a agosto y avanzó 6.35% interanual.

 

 


Fecha de publicación: 09/10/2018

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