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7 de sep. (Dow Jones) -- Esta primavera, durante un recorrido por la fábrica de automóviles eléctricos de Tesla en Fremont, California, Elon Musk preguntó por qué se había detenido la línea de montaje. Los gerentes dijeron que los sensores automáticos de seguridad detenían la línea cuando la gente se interponía en su camino.
Musk se enojó, de acuerdo con personas familiarizadas con lo sucedido. Su apuesta de alto perfil a la producción masiva de autos eléctricos se había rezagado desde que comenzó la producción, y esa era una frustración más. El multimillonario empresario comenzó a golpear con su cabeza la parte frontal de un automóvil en la línea de montaje.
“No veo cómo esto podría dañarme”, dijo sobre los vehículos en la línea de baja velocidad. “Sólo quiero que los autos sigan moviéndose”.
Cuando un gerente de ingeniería involucrado en el sistema le explicó que se trataba de una medida de seguridad, Musk le dijo: “¡Largo!” Tesla adujo que el gerente fue despedido por otras razones.
Al ser uno de los empresarios más célebres y controvertidos del mundo, Musk opera como si fuera el único que puede cumplir sus ambiciones ilimitadas, en los autos eléctricos y la energía solar, así como en sus grandes misiones para llevar personas a Marte y arreglar el tráfico de Los Ángeles, dijeron personas que trabajaron para él.
Anhela la perfección y puede frustrar a sus subordinados al hacerse cargo por cuenta propia, dijeron tales personas. Él hace muchas preguntas pero no le responde a nadie, de acuerdo con amigos, socios y parientes. Docenas de altos ejecutivos han pasado Tesla, dejándolo aislado.
Además, al ser juzgado incluso con base en los estándares egomaníacos de Silicon Valley, esto significa que las apuestas a las empresas de Elon Musk son, de hecho, apuestas a Elon Musk.
Hasta ahora, han dado frutos. El valor de mercado de Tesla --de más de 50 mil millones de dólares, incluso después de una caída reciente en el precio de sus acciones-- rivaliza con los de los fabricantes tradicionales de automóviles de Estados Unidos. Su compañía de cohetes, Space Exploration Technologies, o SpaceX, está valuada en más de 20 mil millones de dólares.
Para muchos inversionistas y analistas, el tuit de Musk del 7 de agosto –“Estoy considerando convertir a Tesla en una empresa privado a 420 dólares por acción. Financiamiento asegurado”-- y su decisión 16 días después de desechar dicho plan, representan la otra cara de la moneda: de mentalidad empecinada que puede parecer imprudente e incluso plantear preguntas sobre la capacidad de Musk para fungir como director ejecutivo.
Los reguladores federales de valores han comenzado una investigación formal sobre si el tuit de Musk violó la ley al engañar a los inversionistas. Sus amigos y familiares están preocupados porque Musk está fatigado y tiene un exceso de trabajo.
Musk dijo que sus acciones y su rápida toma de decisiones pueden malinterpretarse como un comportamiento errático. “Es mejor tomar muchas decisiones por unidad de tiempo con una tasa de error ligeramente mayor, que pocas con una tasa de error ligeramente menor”, dijo el fin de semana pasado en una serie de correos electrónicos con el diario The Wall Street Journal, “porque obviamente uno de sus futuras decisiones correctas puede ser revertir una errónea anterior, siempre que la anterior no haya sido catastrófica, lo que rara vez ocurre”.
Tesla dijo que Musk había tocado con un casco de seguridad y no golpeado con la cabeza el auto que estaba en la línea de montaje ese mismo día, y que el sistema estaba ajustado sin poner en peligro la seguridad.
Los vendedores en corto han amplificado los ataques contra Tesla y Musk en los últimos meses, especialmente cuando Tesla tuvo problemas para cumplir los objetivos de producción de su Modelo 3, el vehículo destinado a llevar los coches eléctricos a las masas. El drama de lo que haría o no que fue noticia en agosto amplió las críticas a Musk.
“Todos los que creen en la compañía preferirían que se atenuara la controversia provocada por Elon, pero no se puede tener a Tesla sin tener a Elon Musk que la maneje”, dijo Brett Winton, director de investigación de ARK Invest, una firma de inversiones con sede en Nueva York que posee aproximadamente 182 millones de dólares en acciones de Tesla.
Musk, supremamente confiado, invocó el lenguaje del juego de Las Vegas para explicar su tuit privado y su posterior cambio de actitud.
“Si las probabilidades están a su favor, debe tomar tantas decisiones como sea posible dentro de los límites de lo que es ejecutable”, dijo Musk en un correo electrónico al diario. “Esto es como ser la casa en Las Vegas. La probabilidad es la fuerza más poderosa del universo, por lo que la casa siempre gana. Sé la casa”.
La pregunta ahora es si Musk, por brillante, carismático e inspirador que sea, puede seguir manteniendo las probabilidades a su favor.
Éxito de alta velocidad
Musk, de 47 años, tiene un patrimonio neto estimado por Forbes de aproximadamente 20 mil millones de dólares, y sus aliados advierten sobre apostar contra él.
“Establece metas más allá de la capacidad de las personas porque su capacidad es mucho mayor que la de los demás”, dijo Scott Haldeman, un neurólogo del sur de California y tío de Musk.
La toma de riesgos corre en las venas de la familia Musk. Su abuelo materno, el doctor Joshua Haldeman, salió de Canadá con dirección hacia Sudáfrica cuando sus hijos eran pequeños. Posteriormente, el abuelo piloteó uno de los primeros vuelos desde Sudáfrica a Australia y buscó la Ciudad Perdida del Kalahari, una ruina del desierto.
Cuando era un niño creciendo en Sudáfrica, Musk tenía un apetito voraz por los libros y la capacidad para devorar información. “La curiosidad que tenía era una fuerza motriz”, recordó su tío, el doctor Haldeman --ya sea sobre medicina, crear un negocio o una granja comercial.
Su infancia también estuvo marcada por las dificultades. Su padre, un ingeniero con un interés en una operación minera africana, y su madre, una modelo con maestrías en dietética y ciencias de la nutrición, se divorciaron cuando él tenía ocho años.
El carácter de rata de biblioteca de Musk pareció convertirlo en objetivo de ataques en su escuela de niños en Pretoria, dijo Haldeman, donde los compañeros de clase se distinguían en deportes como el rugby y el cricket. El hermano de Musk, Kimbal, unos dos años más joven, se convirtió en su mejor amigo y confidente.
A los 17 años, Musk se mudó a Canadá y luego se matriculó en Queen’s University. Más tarde se mudó a University of Pennsylvania, donde estudió física y economía. Organizaba fiestas en casa para hasta 500 personas, cobrando de cinco a 10 dólares en la puerta, dijo Adeo Ressi, un ex compañero de habitación de la universidad.
Durante el auge de las empresas punto com de la década de los noventa, los hermanos Musk comenzaron un negocio de internet llamado Zip2, que ayudó a los periódicos a salir en línea. Cuatro años después, en 1999, lo vendieron a Compaq Computer. A los 27 años, Musk se fue con 22 millones de dólares. Gastó un millón de dólares en un súper deportivo McLaren F1 y apostó el resto a su siguiente nueva empresa, X.com, que se convirtió en PayPal.
Cuando estauvo de vacaciones en África, Musk contrajo un grave caso de malaria. La perspectiva de morir llevó a Musk a reconsiderar su vida, dijeron miembros de la familia, y concluyó, con cierta grandiosidad, que podría salvar a la humanidad colonizando Marte y creando un transporte sostenible.
EBay compró PayPal en mil 400 millones de dólares en 2002. Como el mayor accionista, Musk obtuvo más de 100 millones de dólares. Él tenía 31 años.
Musk invirtió la mayor parte de ese dinero en SpaceX, la compañía de cohetes que esperaba ayudaría algún día a colonizar Marte; Tesla, el fabricante de automóviles que haría obsoletos los motores de combustión interna; y SolarCity, para reducir la dependencia del mundo en la red de electricidad.
La riqueza no parecía ser un objetivo específoco. Cuando Tesla viró hacia la bancarrota en 2008, Musk usó su dinero para salvar a la empresa.
Él todavía cree que su trabajo no tiene menos misión que salvar a la humanidad. Musk divide su tiempo entre el sur de California, donde se encuentra SpaceX, y Tesla en el norte de California, a veces trabajando entre 100 y 120 horas a la semana, según Musk y las personas cercanas a él.
Él espera casi lo mismo de sus empleados y establece un ejemplo de alto perfil. En Tesla, Musk trabaja largas horas en la planta de fabricación. Las personas que han trabajado con Musk dicen que él dirige sus compañías hacia lo imposible.
Musk sorprendió a la industria automotriz con el sedán Model S de Tesla, persuadiendo a los consumidores a comprar autos eléctricos porque eran sensuales. Musk atrajo a los mejores ingenieros que adoptaron como religión su objetivo de reemplazar a los automóviles propulsados por gasolina.
También se le describe como un trabajador obsesivo. Ex ejecutivos dijeron que debían estar preparados para conocer los detalles más pequeños. Si había un problema en la línea de montaje, ellos dijeron que era mejor mostrarlo en persona.
Altos directivos dijeron que encontraron a Musk inspirador y, a veces divertido. Pero cuando el jefe estaba de mal humor, evitaban proponer ideas o plantear inquietudes. Algunas reuniones importantes fueron programadas después de un exitoso lanzamiento del cohete SpaceX, cuando Musk estaba de buenas, dijo uno de estos empleados.
“Mientras siguiera asintiendo, solo tenía que seguir hablando”, dijo un ex administrador. “Tan pronto como dejaba de asentir, fue cuando tenías que callarte”.
Otros dijeron que trataban de anticipar su estado de ánimo al seguir las noticias de su vida personal, incluso rastrear el cabello de la actriz Talulah Riley cuando ella era su segunda esposa, creyendo que Musk era más feliz cuando su color de pelo se acercaba al platino.
Traducido por Luis Felipe Cedillo
Editado por Michelle del Campo
Copyright © 2018 Dow Jones & Company, Inc. All Rights Reserved
Fecha de publicación: 07/09/2018
Etiquetas: Elon Musk Tesla Administración Decisiones Comportamiento Inversiones