Clyde, Ohio, 3 de ago. (Dow Jones) -- Después que la administración Trump anunció nuevos aranceles a las lavadoras importadas en enero, Marc Bitzer, el presidente ejecutivo de Whirlpool, celebró su victoria sobre sus competidores surcoreanos LG Electronics y Samsung Electronics.

“Esto es, sin ninguna duda, un catalizador positivo para Whirlpool”, dijo en una conferencia telefónica con inversionistas.

Casi seis meses después, el precio de la acción de la compañía ha caído 15%. Un factor son los aranceles al acero y el aluminio, impuestos por Estados Unidos en marzo y que luego fueron ampliados, lo que ayudó a aumentar los costos de las materias primas que usa Whirlpool para fabricar sus lavadoras.

Los ingresos netos, incluso con el beneficio adicional de tener que pagar menos impuestos, cayeron en 64 millones de dólares en el primer trimestre en comparación con el año anterior.

En su siguiente llamada con inversionistas, en abril, Bitzer habló con un tono cauteloso. “Sigue habiendo incertidumbre con respecto a los posibles aranceles futuros y las medidas comerciales”, dijo. “Continuaremos monitoreando, evaluando y tomando las medidas correctas para beneficio de nuestro negocio”.

Puestos en práctica, los aranceles son un arma económica compleja que puede repercutir en una economía de maneras que incluso los que están en su favor no esperan.

Eso es lo que sucedió con las lavadoras, que se encontraban entre los primeros productos de consumo considerados por la administración Trump como objetivo para aplicar aranceles.

En los meses siguientes desde que los aranceles a las lavadoras entraron en vigor en febrero, LG y Samsung han presionado por realizar inversiones en Estados Unidos, ya que ahora enfrentan el mayor costo de enviar productos desde el exterior. Las compañías extranjeras y Whirlpool también han aumentado sus contrataciones de trabajadores en Estados Unidos. Sin embargo, para los consumidores, los precios de los electrodomésticos han aumentado, y hay indicios de que la demanda está disminuyendo.

Paradójicamente, Whirlpool había hecho campaña para protegerse de lo que llamó una competencia extranjera desleal, pero las cosas se complicaron a medida que el conflicto comercial se extendió más allá de su industria.

“Los costos de las materias primas han aumentado sustancialmente”, dijo Bitzer en la conferencia con los inversionistas de abril, culpando principalmente a las tarifas al acero y el aluminio. La mayor parte del peso de una lavadora está en sus partes de acero y aluminio.

Una portavoz de la compañía con sede en Benton Harbor, Michigan, se negó a responder preguntas más detalladas sobre los efectos de las tarifas arancelarias, diciendo que Whirlpool necesitaba guardar silencio durante el periodo previo a anunciar sus ganancias del segundo trimestre a finales de julio. Ella se rehusó a permitir que Bitzer u otros ejecutivos estuvieran disponibles para compartir sus comentarios.

La administración ha impuesto aranceles a algunas importaciones, incluyendo lavadoras, paneles solares, acero, aluminio y una gama de productos importados de China. En consecuencia, los socios comerciales de Estados Unidos, incluyendo a la Unión Europea, Canadá, México y China, tomaron represalias al imponer aranceles en proporciones similares.

Trump ha amenazado con ampliar los aranceles a 200 mil millones de dólares adicionales en bienes vendidos a Estados Unidos provenientes desde China, incluyendo miles de categorías de productos que afectarían directamente a los consumidores, tales como bicicletas, aspiradoras y guantes de béisbol. También dijo que podría aplicar aranceles a los automóviles importados.

El presidente Donald Trump dijo que está contrarrestando las prácticas desleales de sus rivales, y algunos asesores dijeron que los aranceles son una herramienta para presionar a los socios comerciales de Estados Unidos para que reduzcan sus propias barreras comerciales. La mayoría de los economistas, mientras tanto, dijeron que éstas hacen más daño que bien a final de cuentas.

La Casa Blanca no respondió a las solicitudes para dar sus comentarios al respecto. Un funcionario del Representante Comercial de Estados Unidos, la agencia líder de las tarifas arancelarias, dijo que no hacer nada respecto a las importaciones de lavadoras podría haber llevado a los fabricantes estadounidenses a cerrar, dejando desempleados a miles de trabajadores.

El año pasado, Whirlpool buscó protección contra la competencia surcoreana en virtud de una disposición conocida como la ley de salvaguardas, que requiere que la compañía en cuestión demuestre que sufre lesiones graves debido a las crecientes importaciones.

La ley, o la sección 201 de la ley comercial de 1974, fue invocada ya antes en 2002 cuando el entonces presidente George W. Bush tomó medidas para proteger a los productores de acero estadounidenses.

Los tarifas resultantes aplican un arancel de 20% a los primeros 1.2 millones de lavadoras introducidas al país cada año, y un arancel de 50% a las cantidades superiores a ese umbral. Se espera que las barreras permanezcan vigentes durante por lo menos tres años.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 03/08/2018

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