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20 de jul. (Dow Jones) -- Funcionarios de la Reserva Federal dijeron a Goldman Sachs Group y Morgan Stanley que estaban a punto de reprobar una parte de las pruebas de estrés anuales, pero les ofrecieron un trato para evitar el fracaso total y continuar pagando miles de millones de dólares a sus accionistas.
En llamadas telefónicas a ejecutivos de estos titanes de Wall Street del 21 de junio pasado, los reguladores les dijeron que para pasar la prueba totalmente, ellos tendrían que reducir casi al 50% los 16 mil millones de dólares combinados que esperaban pagar a los accionistas como dividendos, de acuerdo con personas familiarizadas con las conversaciones entre la Fed y ambos bancos.
Sin embargo, los funcionarios de la Fed les dieron a los bancos una opción sin precedentes: si aceptaban congelar sus pagos a los niveles recientes, obtendrían una calificación “sin objeción condicional” y así evitar el moretón del fracaso. Eso significaba que los bancos podrían pagar un total combinado de 13 mil millones de dólares, o aproximadamente cinco mil millones de dólares más de lo que habrían devuelto a sus inversionistas si hubieran decidido volver a presentar el examen y obtenido una calificación aprobatoria.
Esto también impulsará una medida de rentabilidad que ayuda a determinar cuánto se les paga a los directores ejecutivos de Goldman Sachs y Morgan Stanley.
El acuerdo es el primero de este tipo en los ocho años de vigencia de las pruebas anuales de la Fed, y uno de los signos más evidentes hasta la fecha de un cambio significativo en el entorno regulatorio bancario, que han esperado un trato más gentil de Washington desde que resultó electo el presidente Donald Trump.
“Nuevos árbitros, nuevas reglas y un nuevo juego de pelota”, escribió la firma consultora PricewaterhouseCoopers en una nota.
Esta ronda de pruebas fue calificada por primera vez por el nominado por Donald Trump, Randal Quarles, un ex abogado de Wall Street y ejecutivo de capital privado que el año pasado se convirtió en el zar regulador de la Reserva Federal.
“La prueba de estrés de este año siguió el mismo proceso de notificación que en años anteriores: todas las empresas fueron notificadas de los resultados y se les dio la opción de reducir sus planes de pago de capital sin negociaciones”, dijo un portavoz de la Fed.
Goldman y Morgan Stanley habían fallado en la parte cuantitativa del ejercicio, que prueba si los niveles de capital bancario se mantienen por arriba de los requeridos por el reglamento. Una parte cualitativa analiza cuestiones más subjetivas, incluida la calidad de los datos internos o el consejo de administración de un banco.
La disposición de la Fed para llegar a compromisos contrasta con su línea dura de los últimos años. En 2014, por ejemplo, el regulador le pegó a Citigroup por el lado ciego con una calificación reprobatoria, dejando a los ejecutivos revolviéndose para abordar las preocupaciones de la Reserva Federal. El mismo año, Zions Bancorp, con sede en Utah, también falló por motivos cuantitativos. Al igual que Goldman Sachs y Morgan Stanley, la empresa pudo mantener su nivel de pagos de capital a sus accionistas del año anterior, pero recibió una calificación formal reprobatoria.
El ejercicio 2018 fue la iteración más severa de las pruebas de estrés que haya habido hasta la fecha, simulando un escenario hipotético de 10% de desempleo, mercados en crisis y crecientes pérdidas crediticias.
Funcionarios de la Fed dijeron que su acuerdo de leniencia con Goldman y Morgan Stanley se debió en parte al impacto de la ley tributaria de 2017, que redujo el valor de ciertos activos objeto de impuestos de los bancos y eso significó que ingresaran al escenario de crisis con menos reservas de capital, afectando sus resultados durante todo el período de prueba de nueve trimestres.
La decisión se tomó con base en la decisión unánime de la mesa de directores de la Fed, que incluye a la persona designada por Barack Obama, Lael Brainard.
Las pruebas de estrés, posiblemente el signo más visible de la represión posterior a la crisis en Wall Street, están siendo modificadas de forma que beneficien a la industria. La Fed eximió de la prueba de este año a tres firmas con menos de 100 mil millones de dólares en activos con base en la nueva ley bancaria.
El trato que les dio a Morgan Stanley y Goldman --así como State Street, que obtuvo la aprobación aunque no logró superar los requisitos de capital en el escenario de estrés-- mostró que la Fed está adoptó una táctica más flexible con respecto a lo que había sido esencialmente un ejercicio binario, de aprobado o reprobado.
Traducido por Luis Felipe Cedillo
Editado por Michelle del Campo
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Fecha de publicación: 20/07/2018
Etiquetas: EUA Bancos Ley Bancaria Fed Banco Reserva Federal Prueba Estrés Flexibilidad Capital Crisis Créditos Cualitativa Quantitativa Parte Consejo Administración Préstamos Incobrables