12 de jun. (Sentido Común) -- Con las elecciones presidenciales de México a la vuelta de la esquina, los analistas no descartan la posibilidad de que el tipo de cambio alcance un nivel de hasta 22 pesos por dólar ante la incertidumbre que por lo general ocasionan estos sucesos políticos entre los inversionistas locales e internacionales.

     “Inicia junio, con el riesgo de que el peso mexicano pueda depreciarse a su peor nivel histórico, por arriba 22 unidades spot, nivel alcanzando después del triunfo de Trump en las elecciones en Estados Unidos”, escribieron en un reporte James Salazar, Antonio Díaz y Jorge Gordillo, expertos de la dirección de análisis económico y bursátil de CIBanco.

     A los comentarios de los especialistas de ese banco se han sumado recientemente otros similares de estrategas de Banco Base y Morgan Stanley.

     “Nuestro escenario negativo es muy negativo . . . en este estaríamos viendo al peso mexicano llegando a los 22 por dólar”, escribieron estrategas de Morgan Stanley, en su reporte.

     Si como vaticinan algunos, la moneda mexicana llega a cotizar en esos niveles antes de los comicios del 1 de julio, entonces el peso habrá registrado la depreciación más fuerte con relación a los dos procesos electorales anteriores al reportar una caída de más de 8%.

     Hasta el 14 de junio de 2012, o medio mes antes de la elección presidencial de aquel entonces, el peso acumuló una pérdida de 7.5% frente al dólar, cuando alcanzó su nivel más débil de aquel entonces de 14.29 pesos por dólar. Tras la victoria electoral de Enrique Peña Nieto, el actual presidente de México, la moneda se apreció para cotizar en 13.31 pesos por dólar, o una ganancia de 7.8% frente al nivel más débil que alcanzó unas semanas antes.

     En el caso de la elección de 2006, la moneda nacional experimentó un menor retroceso frente a la divisa estadounidense, ya que hasta el 14 de junio de ese año reportó una pérdida de 2.6% frente al dólar, cuando llegó a operó en 11.49 enteros. Tras los comicios de ese otro año, que ganó el presidente Felipe Calderón, la moneda se fortaleció 3.4% para cotizar en 11.11 pesos por dólar.

     Tanto Peña Nieto como Calderón compitieron contra López Obrador, quien en esos dos procesos electorales llego en segundo lugar, pero quien ahora encabeza las preferencias electorales con una ventaja promedio de 21 puntos porcentuales, de acuerdo al portal que recopila encuestas Oraculus.mx.

     El retroceso que podría experimentar la moneda nacional frente al dólar este año y previo a las elecciones del primer domingo de julio, es algo que algunos ven inevitable por la incertidumbre que genera todo cambio de gobierno.

     “En cada uno de los últimos tres procesos electorales [para presidente] en México, el peso mexicano se ha depreciado. En esta ocasión no esperamos que sea la excepción, y más por las dudas que sigue generando el candidato Andrés Manuel López Obrador sobre sus planes en materia de políticas públicas”, agregaron los estrategas de CIBanco.

     Esas dudas tienen por origen las posturas críticas contra el libre mercado que ha sostenido por décadas López Obrador y que hacen que muchos lo cataloguen como un político adverso a esa filosofía económica.

     Si bien los asesores económicos del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia aseguran que López Obrador, de llegar a la presidencia, no modificará en gran medida el modelo económico que ha seguido México desde finales de los ochenta, sino que lo orientará a favor de quienes menos tienen, existen aún dudas de que así vaya a ocurrir.

     “Morena representa una incertidumbre en el sentido de que no se sabe qué esperar del gobierno de su candidato, en caso de ser electo . . . A pesar de ello parece que el riesgo de un cambio estructural radical en términos de las políticas públicas es limitado durante los primeros años de gobierno, pues es probable que ningún partido o agrupación tenga la mayoría absoluta en el Congreso. Esto, para bien o para mal, limitaría la capacidad del nuevo presidente de dar un giro radical especialmente en el ámbito fiscal”, escribieron en un reporte llamado “Riesgo para la economía 2018: TLCAN y elecciones presidenciales”, analistas de HR Ratings.

     De cualquier manera, para algunos, las dudas que genera López Obrador, podrían impactar de manera adversa la inversión en el país, y con ello el ritmo de expansión y de generación de empleos de la economía mexicana, algo que podría anticipar el valor de la moneda mexicana.

     Una política que López Obrador ha mencionado a lo largo de su campaña y que en concreto preocupa por ser adversa al desarrollo económico de México es la de frenar la apertura energética nacional. El freno lo llevará a cabo de ganar el candidato puntero mientras revisa los contratos que estén libres de corrupción los contratos que ya ha otorgado el gobierno mexicano a empresas locales y extranjeras para explorar y explotar yacimientos petroleros.

     También la oposición de López Obrador al proyecto para edificar un Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) generó en el pasado dudas sobre una administración lopezobradorista, aunque en este aspecto el candidato de los partidos Movimiento Regeneración Nacional (Morena), del Trabajo (PR) y Encuentro Social (PES) ha ya fijado una postura menos antagónica al proyecto y que consiste en darlo en concesión a empresas interesadas en ser dueñas de esa nueva terminal aérea.

     Éstas y otras posturas son las que sin duda está han afectado la confianza de los inversionistas en el país y lastimado al peso, aunque los analistas no descartan que la moneda haya perdido terreno frente al dólar más por la incertidumbre que ha rodeado el proceso para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que lleva a cabo el gobierno de México con sus contrapartes de Canadá y Estados Unidos, que la elección misma.

     En su conjunto, todas estas preocupaciones son las que explican porque el peso se ha debilitado cerca de 5% en lo que va del año y podría incluso debilitarse más hasta los comicios del 1 de julio.

     Grupo Financiero Ve por Más espera que el peso, en la primera mitad del año, podría llegar a operar, en promedio, por arriba de 20 unidades por dólar, nivel que ya superó hace algunos días ante la incertidumbre relacionada con el proceso de renegociación del TLCAN, así como por la decisión del gobierno del presidente Donald J. Trump de imponer tarifas al acero y aluminio de Canadá, México y la Unión Europea.

     Claro que no todo es obscuridad. Una vez que hayan concluido los comicios electorales, el peso mexicano podría recuperar parte del terreno perdido frente al dólar, para estabilizarse en alrededor de 19 unidades por dólar, de acuerdo con Banco Base.

     Otros son más optimistas sobre el futuro de la moneda mexicana, como es el caso de Ve por Más, que espera que el tipo de cambio cotice dentro de un rango que iría de 18.25 a 18.75 enteros durante la segunda mitad del año.

     Incluso, en el caso más optimista, la moneda nacional podría llegar a fortalecerse para ubicarse de nuevo en niveles cercanos a los 16 pesos por dólar, algo que no ocurre en al menos los últimos dos años y medio, dijeron expertos de Morgan Stanley.

     Claro que para que esto ocurra, López Obrador tendría que entregar resultados de manera rápida en algunas de sus promesas de campaña como es el restablecimiento del Estado de Derecho, la reducción de los niveles de violencia y inseguridad que hoy padece buena parte del territorio nacional y el recorte a la burocracia para beneficio de las finanzas gubernamentales --tres metas que muchos temen podrían requerir más de un sexenio para materializarse.

     Además, un tipo de cambio cercano a los 16 pesos por dólar sólo ocurrirá si en adición a los logros anteriores, el nuevo gobierno sigue impulsando las reformas estructurales aprobadas a lo largo de las últimas décadas --algo que no necesariamente López Obrador contempla realizar en el corto plazo.

 

 


Fecha de publicación: 12/06/2018

Etiquetas: peso mexicano EUA dólar TLCAN