13 de abr. (Sentido Común) -- Gulf México, una filial de la empresa estadounidense distribuidora de combustible Gulf, podría pasar a la historia como la primera empresa privada en romper con el monopolio que aún posee Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), la empresa estatal que administra 19 terminales aéreas del país, en el mercado mexicano de la turbosina.

     Para ello, Gulf Aviation México, una filial de la empresa, formó una alianza con el suministrador y distribuidor mexicano de este hidrocarburo, Hidromex Turbosina, para comercializar combustibles para aviación comercial, general y militar.

     “Unir la experiencia internacional con un conocimiento integrado al mercado local permitirá a la firma ofrecer servicios de valor en un mercado que se tornará altamente competitivo”, dijo en un comunicado la compañía, con sede en Ciudad de México.

     Para atraer clientes, el nuevo negocio de Gulf se enfocará en mejorar tanto precios como logística de ASA y futuros competidores en todos los aeropuertos del país, así como ofrecer opciones como financiamiento y esquemas flexibles que tomen en cuenta la volatilidad de los precios del combustible.

     Gulf no detalló el inicio de operaciones o sus potenciales clientes, tampoco estuvo disponible para una consulta telefónica.

     De esta forma, Gulf busca hacerse un lugar en un mercado que tan solo en 2017 registró un volumen de ventas de cuatro mil 756 millones de litros de turbosina a las aerolíneas, 7.6% más que en 2016 y todas realizado por ASA.

     Es precisamente ese control que ejerce la empresa estatal lo que motivó a la Comisión Federal de Competencia Económica, el órgano regulador del buen funcionamiento de los mercados en México, a pedir a las autoridades poner fin al monopolio en ese sector desde un par de meses atrás.

     “Hay que eliminar claramente la exclusividad de la venta de turbosina de ASA para generar competencia”, dijo Alejandra Palacios, comisionada presidenta del organismo regulador, en el foro Energy México 2018, celebrado en febrero.

     Para Cofece, la exclusividad que posee ASA en la venta del combustible es la causante de la brecha que existe entre los precios en los que es comercializado en América Latina y El Caribe y México, donde es mayor.

     Incluso las autoridades, como la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, reconocieron recientemente la necesidad de abrir este mercado que se conserva como uno de los menos competitivos del país pese a la apertura del sector energético que siguió a la reforma energética de 2014.

     “La SCT ha impulsado diversas medidas, como los ajustes al marco regulatorio para eliminar la exclusividad” de ASA, dijo Gerardo Ruiz Esparza, titular de la dependencia, durante la inauguración del foro “La reforma energética y los combustibles de aviación” el miércoles.

     Ahora, la entrada de un nuevo competidor podría inclinar un poco la balanza en favor de las aerolíneas mexicanas, ya que 30% de los gastos que enfrentan deriva de los precios de la turbosina, de acuerdo con datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, o IATA.

     Grupo AeroMéxico y Volaris, las principales aerolíneas del país, fueron quienes más turbosina compraron a ASA en 2017. Entre ambas compañías adquirieron poco más de 38% del total del combustible vendido por la administradora de 19 terminales aéreas en el país.

 


Fecha de publicación: 13/04/2018

Etiquetas: Gulf México energéticos mercado turbosina ASA aerolíneas