Residentes buscan protegerse del coronavirus con tapabocas. Las medidas de tolerancia cero que ha adoptado China para proteger a su gente y a la economía podrían, paradójicamente, complicar la salida de la desaceleración en materia de crecimiento económico que sufre la segunda mayor economía del mundo. Foto AP/Ng Han Guan
Residentes buscan protegerse del coronavirus con tapabocas. Las medidas de tolerancia cero que ha adoptado China para proteger a su gente y a la economía podrían, paradójicamente, complicar la salida de la desaceleración en materia de crecimiento económico que sufre la segunda mayor economía del mundo. Foto AP/Ng Han Guan

Hong Kong, 24 de ene. (Dow Jones) -- El año pasado, las autoridades chinas sacudieron a la segunda economía más grande del mundo justo cuando su recuperación de la pandemia comenzaba a trastabillar, al tomar una serie de medidas para abordar los desequilibrios económicos de largo plazo y dando, con ello, un golpe de corto plazo a la actividad de los negocios.

     Ahora, los líderes de China esperan poder poner un piso a la economía, que funcionarios dijeron se expandió a una tasa de solo 4% en el cuarto trimestre del año pasado, o el ritmo más lento desde el comienzo de la recuperación en el segundo trimestre de 2020 tras los impactos negativos que dejó el padecimiento covid-19.

     Para hacerlo, China está flexibilizando algunas de sus políticas restrictivas anteriores, por ejemplo, aumentando los préstamos hipotecarios para compradores de viviendas. El banco central del país recortó además dos tasas de interés clave que podrían allanar el camino para nuevos recortes en la tasa de interés de referencia.

     Pero las autoridades enfrentan una creciente incertidumbre sobre la velocidad e impacto de la nueva propagación de la pandemia de covid-19, así como la caída del mercado inmobiliario y la caída de la demanda de las exportaciones chinas que los economistas prevén que ocurra más tarde, durante un año políticamente importante.

     Los expertos esperan que el líder chino, Xi Jinping, rompa con el precedente reciente y busque un tercer mandato como líder en una reunión del Partido Comunista, programada para más tarde en este 2022.

     Si bien el producto interno bruto del país se expandió 8.1% en 2021 respecto al año anterior, la cifra “enmascara una pérdida significativa del impulso del crecimiento”, dijo Eswar Prasad, profesor de política comercial y economía en Cornell University, quien señaló como culpable a la débil demanda de los consumidores, provocada por las estrictas medidas en China contra la covid-19.

     “Es probable que se den a conocer más medidas de estímulo si las circunstancias internas y externas siguen siendo desfavorables”, agregó Prasad, exjefe de la división de China del Fondo Monetario Internacional.

     También hay riesgos de una relajación demasiado rápida o dramática, lo que subraya la cuerda floja que las autoridades deben caminar este año.

     La flexibilización de las restricciones amenaza con dejar sin resolver problemas enconados desde hace mucho tiempo, como un endeble mercado inmobiliario, una tasa de natalidad en rápido descenso y una desigualdad social cada vez mayor, lo que podría socavar aún más el objetivo de Beijing de garantizar un crecimiento estable.

     Los datos más recientes mostraron que el número de recién nacidos en China cayó por quinto año consecutivo en 2021, al nivel más bajo en la historia moderna del país, a pesar de las nuevas medidas presentadas el año pasado por Beijing para alentar los nacimientos.

     “Cuanto más enfatizas la estabilidad, cuanto más enfatizas evitar los incumplimientos, la redistribución y el pago de los costos del endeudamiento, más se crean las condiciones para la inestabilidad en el futuro”, dijo George Magnus, investigador asociado de China Center en Oxford University.

     Después de protagonizar un repunte espectacular de la pandemia basado en gran parte en su sector manufacturero, la economía de China se desaceleró rápidamente en la segunda mitad de 2021 cuando una ráfaga de regulaciones afectó a las empresas privadas en los sectores de bienes raíces, educación e internet de consumo.

     La dirección de la recuperación de China será observada de cerca en todo el mundo, que se ha vuelto cada vez más dependiente de esa nación como mercado para sus productos básicos y como centro de las cadenas de suministro global.

     Los fabricantes de Alemania, la mayor economía y potencia industrial de Europa, están sintiendo la desaceleración en China, que fue el mayor socio comercial de Alemania en 2020. Las exportaciones alemanas a China disminuyeron 4.2% en noviembre año tras año, a 8 mil 900 millones de euros --equivalente a 10 mil 100 millones de dólares-- mientras que sus exportaciones a Estados Unidos aumentaron 15 % a 11 mil millones durante el mismo período, de acuerdo con la agencia federal de estadísticas. 

     En Volkswagen, las entregas globales de vehículos cayeron casi un tercio en los tres meses hasta diciembre, a alrededor de 1.9 millones. Las ventas en China, el mercado individual más grande de la compañía, fueron particularmente débiles, disminuyendo alrededor de 37% año tras año en el último trimestre de 2021 a alrededor de 755 mil unidades.

     Muchos economistas esperan que Beijing establezca un objetivo de crecimiento de al menos 5% este año, en gran medida en línea con la trayectoria previa a la última ola de la pandemia en el país. Si las condiciones económicas se deterioran más dramáticamente, China podría responder relajando aún más algunas de sus políticas restrictivas.

     Wei Yao, economista en jefe para China de Société Générale, dijo que las nuevas medidas de relajación, incluidos los intentos de estimular el gasto y el consumo en infraestructura, podrían llegar tan pronto como las reuniones legislativas anuales se realicen y que están previstas para marzo.

     Un sector a tener en cuenta será el mercado inmobiliario, que de acuerdo con algunas estimaciones representa aproximadamente una quinta parte de la actividad económica general del país.

     Aunque muchos economistas predicen que la desaceleración inmobiliaria se estabilizará a mediados de año, es poco probable que el sector impulse la economía como lo ha hecho en el pasado.  

     “El gobierno está manejando una recesión en el sector inmobiliario para evitar cualquier tipo de crisis, pero tampoco espero mucho crecimiento de eso”, dijo Bert Hofman, director de East Asian Institute en National University of Singapore y ex economista del Banco Mundial.

     Otro riesgo es la covid-19 y las políticas de tolerancia cero de China para contener la propagación del virus. Beijing ha mostrado poco interés por cambiar de rumbo en su enfoque de “covid cero”, que de acuerdo con los economistas podría significar más dolor económico este año a medida que los consumidores gastan de manera más frugal.

     Los datos mostraron recientemente que las ventas minoristas, un indicador del gasto del consumidor, se debilitaron aún más en diciembre, aumentando solo 1.7% respecto al año anterior. En los últimos dos años, las ventas minoristas mensuales aumentaron solo 3.9% en promedio en términos interanuales, muy por debajo del nivel de aproximadamente 8% antes de la pandemia.

     La medida principal de desempleo de China, la tasa de desempleo urbana, aumentó a 5.1% en diciembre, el tercer aumento mensual consecutivo. La tasa de desempleo para el grupo de edad de 16 a 24 años se mantuvo sin cambios en 14.3%.

     “El mayor riesgo a la baja para 2022 sigue siendo el consumo, debido a los bloqueos y las preocupaciones públicas sobre ómicron”, dijo Yue Su, economista encargado de China para Economist Intelligence Unit.

 


Fecha de publicación: 24/01/2022