Los videojuegos parece que son una herramienta de apoyo para tratar el autismo ya que permite que los autistas puedan hacer amistad con otras personas. Foto archivo.

Chris Lopes y Caleb Stephens no tuvieron muchos amigos durante años. Al haber creciendo a una distancia de mil 600 kilómetros, a ambos se les diagnosticó un trastorno del espectro autista cuando eran más jóvenes y siempre les resultaban incómodas las interacciones sociales. La excepción, para ambos, habían sido sus hermanos. Pero ambos perdieron a sus hermanos, y las únicas amistades verdaderas que habían tenido.

     Como muchas personas con autismo, ellos recurrieron a los juegos electrónicos y conocer gente en línea.

     “Siempre he tenido problemas para hablar con las personas cara a cara y hacer contacto visual directo”, dijo Caleb, de 22 años, quien vive en su casa de Jonesboro, Arkansas, quien está tomando cursos en línea para convertirse en técnico de farmacia. “Ese tipo de cosas me aterran”.

     “Cuando estás en la vida real, tienes que acercarte a las personas y entablar conversaciones, pero cuando estás en línea estás detrás de una pantalla y eso te quita la timidez”, dijo Chris, de 21 años, quien vive en Long Island, Nueva York, con su madre y trabaja en una compañía que escanea documentos para bufetes de abogados y consultorios médicos.

     Los investigadores han estudiado durante mucho tiempo el impacto de los juegos en línea en las personas con autismo, pero los resultados son variados.

     Algunos estudios sugieren que los juegos en línea pueden abrirles un mundo de amistades que de otra forma no existiría para las personas con autismo, aunado a que eso le enseña importantes habilidades sociales, como la cooperación. Otros estudios muestran que las personas con autismo pueden adentrarse tanto en los juegos que no pasan suficiente tiempo enfrentando situaciones de la vida real.

     El año pasado, Chris y Caleb se conocieron en el foro de conversaciones de Discord. La pasión compartida por los juegos, aunada a la capacidad de comunicarse sin tener que seguir los hábitos sociales en persona, ayudó a sacarlos del aislamiento.

     Su amistad --y otras amistades que desarrollaron a través de los juegos en línea-- ayudaron a cada uno de ellos a tener menos miedo de conocer gente. Sus padres preocupados, quienes están al pendiente, han encontrado esperanza.

     Pero llegar a ese punto no fue fácil.

     Hace siete años, Caleb y su familia sufrieron un accidente automovilístico en el que murió Cahill, uno de los dos hermanos menores de Caleb. Los chicos, que eran educados en casa, habían hecho todo juntos.

     “Cada vez que íbamos a un grupo de la escuela en casa, Cahill comenzaba a interactuar con otros niños y alentaba a Caleb a unirse. Él le cerró esa brecha a Caleb”, dijo su madre, Natalie Mobley. “Durante mucho tiempo, no quizo hablar de nada que tuviera que ver con el accidente. De hecho, no quizo hablar de su hermano en los absoluto por un tiempo”.

     Caleb, quien resultó herido en el accidente, tuvo que quedarse en una cama de hospital en casa durante unos meses para sanar de las cirugías. Debido a que no podía hacer mucho, pasaba la mayor parte del tiempo en los videojuegos.

      Mobley estaba agradecida por esa diversión, pero le preocupaba si alguna vez volvería a hacer amigos. “Tuve miedo de que una vez que su hermano falleció él se cerrara”, dijo.

     Una vez que Caleb pudo levantarse de la cama, su tiempo estuvo ocupado con citas de fisioterapia, de asesoramiento y lecciones de guitarra. Incluso ahora, dijo, “su terapeuta lo alienta a salir una vez a la semana e intentar algo nuevo para que no se concentre demasiado en los juegos”.

      Los padres de Chris se divorciaron cuando él tenía seis años. Su madre, Gail Nedbalsky, salió con un hombre que tenía tres hijos y compró una casa con él. “Ellos se convirtieron en hermanos de Chris”, dijo. “Él los adoraba”.

      Nedbalsky y su novio se separaron cuando Chris tenía 10 años, pero permitieron que los chicos se siguieran viendo. Después de unos seis meses, dijo, su ex novio terminó la relación. “Chris se sintió devastado”, dijo ella. “Eso me mató”.

     Chris rara vez salía de la casa. “Prefiere estar en su habitación inmerso en los videojuegos”.

     “El mito que siempre trato de desacreditar es que las personas que padecen el Síndrome del Déficit de Atención (ADS, por sus siglas en inglés) no quieren tener amigos. Lo hacen, pero esto les causa tanta ansiedad que a menudo es más fácil no intentarlo”, dijo Reena B. Patel, psicóloga y analista del comportamiento que trabaja con niños que padecen autismo. “Algo que a las personas con autismo les cuesta hacer es elegir un tema de interés mutuo con la gente, por lo que para las personas que se vinculan a través del juego, eso les da el tema para comenzar una conversación”.

     Las cosas cambiaron para Chris hace unos años. Comenzó a ir a Island Gamers Club los fines de semana. Ubicado en un edificio de oficinas de Bohemia, Nueva York, el club fue iniciado por la madre de un niño con autismo y ahora recibe a una multitud de 80 que asisten para participar en videojuegos y juegos de mesa, comer bocadillos o simplemente pasar el rato.

     Chris y Caleb se conocieron en marzo del año pasado, cuando Caleb se unió a un servidor de Discord al que pertenecía Chris. Los dos inicialmente se enviaron mensajes de texto y luego pasaron a los mensajes de voz. “Al principio no sabía que tenía autismo”, dijo Chris. “Parecía que tenía signos, pero no quería asumir nada”.

     Después de conocerse más, Chris sugirió que se reunieran en persona. Sus madres se conectaron a través de Facebook y hablaron por teléfono. En noviembre, Chris y su madre volaron a Arkansas. Nedbalsky consiguió una habitación de hotel y Chris se quedó con la familia de Caleb durante tres días.

     A pesar de que se habían vinculado en línea, al principio fue difícil adaptarse entre sí en persona. “Definitivamente hubo un poco de desalineación. Al principio, me sentí un poco raro, como, “Oh, esta persona que conocí en línea ahora la estoy viendo físicamente”. Me tomó un poco de tiempo volver relacionarme al nivel como lo hacíamos en línea”, dijo Chris.

     “Después de un par de días, todo mejoró”, dijo Caleb.

Traducido por Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo

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Fecha de publicación: 18/07/2019