El práctico botón sujetador demuestra que los teléfonos celulares ya son demasiado grandes. Foto de archivo.

El teléfono inteligente seguramente pertenece a la lista de innovaciones que realmente cambiaron la vida de las personas, así como las tuberías de interiores, la penicilina y los pulgares arriba. Puedes quitarme el mío cuando prácticamente lo arranques de mi mano fría cuando haya muerto.

Pero ¿y si nos equivocamos con los teléfonos inteligentes? Antes del iPhone, los teléfonos celulares no tenían una sola forma o tamaño. Se podían comprar teléfonos con forma de barra de caramelo, teléfonos que se abrían, teléfonos con teclado físico completo, etc. Ahora, todos los teléfonos se parecen al iPhone, que se parece a cualquier otro --un oscuro bloque rectangular.

A medida que inventamos otras cosas que hacer con nuestros teléfonos, requerimos más espacio para hacerlas. Entiendo la lógica, pero ésta ha ido demasiado lejos. Algunos teléfonos ahora son tan grandes que solo los jugadores de la NBA pueden sostenerlos en la palma de su mano.

Los desarrolladores se han visto obligados a mover botones y menús importantes a la parte inferior de la pantalla donde realmente puedes alcanzarlos. Además, diariamente tienes que tomar una decisión: arriesgas que tu teléfono se resbale de tu mano y se rompa en el concreto, o le colocas un estuche y lo haces aún más grande.

 Conforme crecieron nuestros teléfonos en tamaño y potencia, su propósito también cambió. Se convirtieron en objetos que ver y perderse en ellos, no en herramientas para usar. Su trabajo es mantenerte tan ocupado que nunca apartes la vista de él. Con ese fin, más grandes y más brillantes superan por mucho su utilidad y facilidad de uso.

Quisiera que la situación fuera todo lo contrario, y no soy el único. ¿Sabes cómo lo sé? Gracias a PopSockets.

 

Pegar y sujetar

Hace unas semanas coloque un accesorio en la parte posterior de mi iPhone XS. Es un PopGrip, de una compañía llamada PopSockets. (La mayoría de las personas también llaman “PopSocket” a dicho botón sujetador).

Éste tiene dos partes: una base adhesiva que se adhiere al teléfono y la parte superior estilo acordeón que se expande para que pueda colocar mis dedos alrededor de él, luego éste regresa a la posición inicial cuando he terminado de usarlo.

Las partes superiores son intercambiables: PopSockets vende muchos colores y materiales, e incluso puede subir su foto preferida para obtener un sujetador especial. (Yo me decidí por un modelo metálico negro mate).

Por lo general cuestan entre 10 y 15 dólares, pero pueden llegar hasta 50 dólares si le es absolutamente necesario tener cristales Swarovski de tono dorado en el sujetador del teléfono.

El trabajo principal de un botón sujetador es hacer que su teléfono sea más fácil de sostener en la mano. En lugar de sujetar mi teléfono por ambos lados, o equilibrarlo con mi meñique, simplemente deslizo el sujetador entre dos dedos. Eso le da a mi pulgar más espacio para maniobrar, así que no me tengo que estirar como el mítico hombre de goma para llegar hasta las esquinas de la pantalla.

Este sujetador hace que mi teléfono vuelva a ser útil en una mano otra vez, especialmente para escribir o tomar fotos. Puedo aplanar el sujetador y usar el PopSocket como soporte para ver videos. También es realmente divertido juguetear con él.

Sólo he encontrado dos inconvenientes a un PopSocket. El sujetador levemente levantado a veces se atora en mis bolsillos cuando guardo el teléfono, y algunas partes superiores pueden interferir con la carga inalámbrica --especialmente si su teléfono ya tiene una funda gruesa.

Sin embargo, vale la pena las concesiones: tengo uno en mi teléfono, otro en mi Kindle y en todos los demás dispositivos que puedo encontrar. (Poner uno en la parte trasera izquierda de mi iPad funcionó a la perfección).

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 19/03/2019