En ciertos casos de traspantes de corazón, se corre el riesgo de contraer Hepatitis C. Foto de archivo.

Robert Montgomery está anestesiado y yace en una camilla con una bata de hospital. Acaba de ser objeto de una biopsia del corazón, la séptima desde el trasplante de corazón que recibió en NYU Langone Health hace tres meses.

El Dr. Montgomery no es solo un paciente. Es el director del Langone's Transplant Institute de NYU. Además, él no recibió cualquier trasplante de corazón. Éste era de un adicto a la heroína que murió de una sobredosis y que padecía hepatitis C, una enfermedad que contrajo posteriormente el Dr. Montgomery y de la que ya se ha recuperado.

La decisión de aceptar un corazón de un donante de alto riesgo fue sencilla: el Dr. Montgomery, un renombrado cirujano de trasplantes de riñón, ha alentado a los pacientes a hacerlo durante años. Hasta recientemente, tales órganos a menudo no se usaban o se destinaban a pacientes que ya tenían hepatitis C.

La hepatitis C es un virus que causa una infección en el hígado, que a menudo se transmite al compartir agujas para inyectarse drogas. Puede ser fatal si no se trata. Para algunos es una enfermedad a corto plazo, pero la mayoría de los pacientes infectados desarrollan una infección crónica. El tratamiento de la enfermedad ha existido durante años en una forma menos efectiva y menos accesible. Ahora, los medicamentos contra la hepatitis C tiene más de 95% de efectividad y son cada vez más cubiertos por los seguros médicos. Hospitales como NYU están utilizando estos órganos con éxito.

El aumento en el número de muertes por sobredosis debido a la crisis de los opioides ha impactado a Estados Unidos. Pero algo bueno ha salido de esa tragedia, de acuerdo con los expertos: hay más órganos disponibles que dan positivo para la hepatitis C.

“Esta fue una oportunidad tanto para utilizar un órgano que probablemente no habríamos usado como para alinearme moralmente con lo que creía y le había estado diciendo a la gente”, dijo el médico de 58 años.

“Podría haber permanecido en el hospital durante meses o incluso un año”, agregó. “Se tiene que encontrar una persona de tamaño similar y el mismo grupo sanguíneo, y simplemente no hay muchos corazones disponibles. . . Así que podría haber esperado mucho tiempo y haber muerto”.

En los primeros 10 meses de 2018 hubo mil 631 trasplantes de órganos hepatitis C positivos; mil 58 fueron para pacientes que no tenían hepatitis C, dijo United Network for Organ Sharing (UNOS), la organización sin fines lucrativos que administra el sistema de trasplante de la nación.

Eso representa un aumento en comparación con los mil 423 trasplantes de este tipo en 2017, 524 de los cuales se destinaron a pacientes sin hepatitis C. En 2014, solo hubo 600 de estos trasplantes y 44 a pacientes sin hepatitis C. Esto incluye donantes fallecidos que tenían una infección activa de hepatitis C o que habían sido expuesto al virus en algún momento.

Estos trasplantes son más comunes en pacientes con afecciones de riñón e hígado, pero los trasplantes de corazón y pulmón también están ocurriendo cada vez más, dijo David Klassen, director médico de UNOS.

El tiempo promedio de espera para un riñón varía de tres a cinco años, variando considerablemente según la geografía y el tipo de sangre. Los hígados, los corazones y los pulmones se asignan de acuerdo con la gravedad de la enfermedad, entre otros factores, en lugar del tiempo de espera.

Más personas necesitan nuevos órganos que los que se pueden obtener. En 2018, se realizaron 36 mil 527 trasplantes de órganos en Estados Unidos, dijo UNOS. El  lunes 28 de enero por la mañana, 113 mil 630 pacientes permanecían en las listas de espera de órganos, de los cuales la mayor demanda era la de riñones e hígados, seguidos por el corazón.

Los pacientes que contraen hepatitis C generalmente contraen la enfermedad a los pocos días de la cirugía. Sin embargo, los médicos dicen que tomar diariamente una pastilla por vía oral casi siempre los cura en cuantos pocos meses.

El Dr. Montgomery contrajo hepatitis C, pero no lo habría sabido sino es por un análisis de sangre. “No sabemos cuáles son los efectos a largo plazo, pero creemos que serán mínimos o nulos”, dijo.

El médico tiene una cardiomiopatía familiar, una forma genética de la enfermedad cardíaca que le provocó la muerte a su padre a los 52 años y un hermano a los 35. La miocardiopatía es una enfermedad del músculo cardíaco, por lo que afecta la conducción o vías eléctricas del corazón. Puede provocar arritmias cardíacas o una alteración eléctrica en ese corazón que interfiere con su bombeo y que provoca un paro cardíaco. Al Dr. Montgomery le implantaron un desfibrilador en 1989 a la edad de 29 años.

No estaba seguro de poder continuar con su capacidad quirúrgica. “No se sabía mucho sobre la interferencia eléctrica de los equipos de la sala de operaciones con estos dispositivos que podría provocar falsas descargas”, recuerda.

Durante los últimos 30 años, su desfibrilador le ha salvado la vida muchas veces: mientras caminaba por los Andes en Argentina durante una tormenta de nieve; a la mitad de ver la producción de Broadway de “School of Rock”; y más recientemente, en agosto en Italia en una reunión médica.

Estaba en su habitación de hotel con su esposa cuando cayó de bruces sobre un suelo de piedra. Sufrió cuatro paros cardíacos en tres horas. Al día siguiente voló de regreso a Nueva York. “En ese momento, la función de mi corazón estaba probablemente en aproximadamente 20%”, dijo. Eso, aunado a las arritmias que estaba teniendo y que ponían en peligro su vida, lo convirtió en candidato a un trasplante urgente.

“De hecho, yo contraté a las personas que realizaron mi trasplante, sin saber que en algún momento me salvarían la vida”, dijo.

Cinco días después de ingresar al hospital, recibió una oferta de órgano. Un usuario de heroína fue encontrado muerto con una aguja en el brazo. Tenía hepatitis C. El Dr. Montgomery aceptó el corazón y se sometió a una cirugía el 20 de septiembre.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 21/02/2019