16 de nov. (Sentido Común) -- El presidente electo Andrés Manuel López Obrador se encuentra cerca de entregar al Congreso del país el paquete económico con el que trabajará a lo largo del próximo año y que permitirá, en buena medida, vislumbrar si podrá o no cumplir con sus promesas de campaña, incluyendo la de no aumentar el nivel de endeudamiento gubernamental.  

     El futuro presidente de México tiene hasta el 15 de diciembre para entregar su plan de ingresos y egresos que, ante los descalabros recientes en el mercado cambiario y de deuda, estará sujeto a un fuerte escrutinio público.

     Claro que los especialistas estarán también revisando con lupa el plan de gastos del gobierno el próximo año, más cuando López Obrador, durante una gira de agradecimiento con sus electores, tras su triunfo en los comicios, ofreció, en cada ciudad que visitó, gran diversidad de proyectos de inversión --desde la creación de universidades, hasta la construcción de hospitales, pasando obviamente por sus programas sociales nacionales como el de las pensiones para adultos mayores.

     Frente a ellos, resultará muy interesante para muchos analistas ver si el futuro presidente restringirá o aplazará muchas de las promesas que hizo en campaña por la falta de recursos o si encuentra espacios suficientes en su plan económico para mantenerlas sin endeudar más al gobierno –como también prometió a lo largo de su campaña.

     Un recuento sobre lo que prometió López Obrador durante esa gira de agradecimiento deja entrever que el futuro mandatario realizó compromisos por al menos 69 mil 811 millones de pesos (tres mil 500 millones de dólares), que intentará realizar este o los próximos años en 10 estados del país.

     Por ejemplo, en los estados de Aguascalientes, Ciudad de México, Colima, Durango, Michoacán, Nayarit y Sonora, el próximo mandatario se comprometió a construir 20 universidades.

     Además, durante su paso por el estado de Yucatán, el presidente electo reiteró su intención de construir un proyecto ferroviario que llamó Tren Maya, con el que espera unir la zona turística de la Riviera Maya con el sitio arqueológico de Palenque, en el estado de Chiapas; además de fomentar con él las visitas al estado de Campeche y Yucatán.

     Ese proyecto de infraestructura requerirá de una inversión cercana a los 150 mil millones de pesos (siete mil 430 millones de dólares).

     Claro que todos estos proyectos no requerirán de una inversión total inmediata. Incluso algunos podrían recibir recurso de empresas privadas que quieran participar a través de asociaciones público-privadas.

     De cualquier, manera para los analistas el proyecto de ingresos y presupuesto de egresos que presente en breve el futuro gobierno será clave para ver cómo balancea López Obrador sus deseos de invertir, con las capacidades de recaudación de su gobierno para no sólo no endeudar más al país, sino incluso poder reportar un superávit primario, o un exceso de ingresos sobre egresos antes del pago de intereses de la deuda gubernamental.

     El presupuesto “será lo que de alguna manera pueda delinear la política [económica] a seguir, más allá de la retórica”, dijo Carlos González Tabares, director de análisis y estrategia bursátil de Banco Monex, en un encuentro con periodistas. Veremos “justamente qué es lo que se plantea”.

     Muchos analistas podrán así énfasis en algunos puntos del presupuesto como primeros signos para ver qué tan creíble o no es el planteamiento del equipo económico de López Obrador.

     Algunos de esos puntos serán, por ejemplo, el pronóstico que tenga el próximo gobierno para los precios del petróleo, el tipo de cambio y las tasas de interés, que son claves para delinear con ellos los ingresos y gastos gubernamentales federales a lo largo del próximo año.

     Si bien López Obrador ha dicho que obtendrá ganancias al manejar un gobierno menos corrupto que el de sus predecesores y austero, no es claro para algunos que esos dos ingredientes resultarán suficientes para compensar los gastos gubernamentales en 2019 --más cuando estos por las promesas de campaña podrían obligarlo a abrir la cartera.

     “Son tantas promesas que habría que ver que es lo que se está sacrificando” en el paquete económico, dijo Marco Oviedo, economista en jefe para América Latina del banco Barclays, en una entrevista telefónica reciente. “El espacio es bastante reducido”.

     Los economistas verificarán, por ejemplo, que el presupuesto no contenga una tasa de crecimiento económico muy optimista para México, o que el gasto en pensiones no se encuentre subestimado.

     Además, “cuando se ejecute [el presupuesto a lo largo de 2019] es cuando veremos si es factible o no”, agregó Oviedo en la llamada. “O si va a tener que recortar el gasto” en los próximos meses.

* Con información de Kenia Arteaga



Fecha de publicación: 16/11/2018

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