16 de jul. (Sentido Común) -- El gobierno de Estados Unidos anunció que defenderá en tribunales las acciones comerciales proteccionistas tomadas por el presidente Donald J. Trump, quien puso aranceles a las importaciones de acero y aluminio por considerar que amenazaban la seguridad nacional de su país.

     La oficina de United States Trade Representantive (USTR), que es la encargada de comandar las negociaciones comerciales foráneas de Estados Unidos, informó que el gobierno presentó hoy cinco disputas ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), por las acciones de represalia que tomaron Canadá, China, México, Turquía y la Unión Europea contra los aranceles al acero y al aluminio impuestos por Trump.

     Así, el gobierno estadounidense parece estar más dispuesto que nunca a defender su agenda económica pese a las advertencias de quienes creen que esa situación acabará por desatar una guerra comercial, que podría afectar las cadenas de suministro a nivel mundial.

     “Las acciones tomadas por el presidente son totalmente legítimas y completamente justificadas tanto en las leyes estadounidenses como en las reglas de comercio internacional”, dijo Robert Lighthizer, el representante comercial de Trump, en un comunicado. “En lugar de trabajar con nosotros para enfrentar un problema común, algunos de nuestros socios comerciales eligieron responder con represalias arancelarias diseñadas para castigar a los trabajadores, agricultores y compañías estadounidenses”.

     El gobierno estadounidense determinó, en marzo de este año, imponer un arancel de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio, por considerar que los altos niveles de compras del exterior ponían en riesgo la seguridad nacional de ese país.

     Tras el anuncio, naciones como China, la zona del euro y Turquía, entre muchos otros, decidieron acudir ante OMC para denunciar las acciones tomadas en Washington.

     Originalmente Canadá y México habían quedado exentos de pagar esos aranceles, pero finalmente acabaron también por sufrirlos debido a que no pudieron concluir las negociaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con el gobierno estadounidense en mayo.

     De manera adicional, muchos de esos países que impugnaron los aranceles de Estados Unidos decidieron contraatacar con medidas simétricas que en muchos de los casos acabarán por afectar a la industria y los trabajadores de estados en los que Trump cuenta con amplio respaldo electoral.

     México, por ejemplo, decretó, a inicios de junio, poner tarifas que van de 5 a 25% en contra de una variedad de productos estadounidenses como aceros planos, piernas y paletas de puerco, embutidos y preparaciones alimenticias, manzanas, uvas y arándanos.

     Además, incorporó en esas acciones otros artículos como diversos quesos, whiskey Bourbon o Tennessee, papas, y algunos tipos de barcos de motor, con la intención de elevar su costo y de alguna forma desalentar su importación al país.

     La Secretaría de Economía dijo, al momento de anunciar los aranceles, que escogió esos productos porque contaba con relativa facilidad para buscar sustitutos en otros mercados.

     El mismo camino emprendido por México fue tomado de manera inmediata por la Unión Europea y Canadá, una región y un país que fueron vistos tradicionalmente como aliados estadounidenses, pero que ahora están enfrascados en disputas comerciales porque Trump considera que afectan los intereses de los trabajadores de su país.

     La oficina del USTR consideró que las medidas espejo que tomaron esas naciones como represalia no tienen justificación bajo las reglas internacionales dictadas por OMC.

     Ahora no es claro si Estados Unidos podría considerar sanciones adicionales de manera paralela a las acciones emprendidas en OMC, tal como ocurrió con China, a quien le impuso una segunda ronda de aranceles luego que el gobierno de Beijing pusiera medidas espejo a las tarifas que sufrió por supuestas violaciones a las leyes de propiedad intelectual.

 



Fecha de publicación: 16/07/2018

Etiquetas: EUA Trump arancel acero aluminio Canadá México economía comercio OMC