La Asociación de Bancos de México (ABM), el organismo que vela por los intereses de los banqueros en el país, dijo que la colocación de crédito como proporción de la economía mexicana alcanzó 37% en 2017.

     El dato representa un máximo histórico para los bancos mexicanos, al superar incluso el nivel pre-crisis de principios de los años 90 (31%) y la penetración que el crédito alcanzó en la década de los 70 (34%), dijo en conferencia Marcos Martínez, presidente de la Asociación.

     “Lo que traemos a esta Convención Bancaria son muy buenas cifras que son el resultado de una evolución de la economía bastante mejor de lo que a veces percibimos”, dijo el también presidente de Santander México en un encuentro con reporteros en el marco de la 81 Convención Bancaria.

     La tasa de crecimiento de la cartera de crédito vigente del sistema promedia 12% los últimos cinco años, o cuatro veces más acelerada que el avance del Producto Interno Bruto, lo que los banqueros ven como un indicador positivo.

     La mayor parte del crédito se otorga a grandes y pequeñas empresas, que se llevan la mitad del total, seguidos por los créditos al consumo (21%), los cuales incluyen tarjeta de crédito, préstamos de nómina, o automotriz, y que al agregar vivienda suman 37% del total.

     Además, la captación total del sistema ha presentado un incremento promedio anual de 10% en el mismo periodo, lo que significa que buena parte de la expansión de los prestamos ha sido financiada por las propias personas, resaltó Martínez.

     Aunque con récord, no se ha alcanzado el objetivo de la administración federal actual de 40%, y la ABM no prevé que suceda puesto que las perspectivas de crecimiento económico cuando esa meta fue planteada no fueron cumplidas.

     Pese a las advertencias de algunos, como la calificadora de riesgo Moody’s, sobre las consecuencias del crecimiento acelerado de la colocación de préstamos, los bancos creen que aún pueden expandirlos sin ponerse en riesgo, y al menos hasta ahora lo han cumplido.

     El avance de la cartera de crédito es saludable, de acuerdo con el presidente de la ABM, pues la morosidad pasó de 2.5 a 2.1% de 2012 a 2017, mientras que los niveles capitalización y liquidez se han mantenido por encima de los mínimos regulatorios.

     Para Martínez los objetivos de la reforma financiera de 2013 pueden darse por cumplidos, prestar más y más barato, aunque los créditos están dejando de ser tan baratos.

     De 2015 a 2017 la tasa de interés promedio de la banca subió de 11.5 a 12.8%, nutrido de variaciones diversas, como la del crédito hipotecario que se mantuvo prácticamente estable para cerrar el año pasado en 10.3% o la de los prestamos a empresas que pasó de 6.3 a 9%.  

     El otro tema en que la banca ha puesto el ojo, y que está relacionado con la inclusión financiera, es la tecnología.

     El gremio destacó el incremento de usuarios que usan la banca en línea, luego que las financieras han expandido “de manera significativa” su infraestructura, principalmente en materia tecnológica.

     Ahora 38 millones de personas acceden a su banco por medio de computadoras y dispositivos electrónicos cifraron, el doble de las que lo hacían en 2012.

     Aunado a ello, 15.2 millones de esos usuarios utilizan los servicios de los prestamistas a través de sus teléfonos celulares, un crecimiento de más de 19 veces respecto de hace cinco años.

     “Las cifras son una muestra de la transaccionalidad con la que opera la banca el día de hoy”, agregó Martínez.

     Las transacciones realizadas por el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), el sistema desarrollado y operado por el Banco de México para las transacciones electrónicas, más que se duplicó de 2012 a 2017 al pasar de 172 a 480 millones de operaciones.

     La ABM también dijo que se duplicó en el mismo periodo la facturación con tarjetas y el número de operaciones con tarjeta de débito, mientras que el uso de la de crédito avanzó 62% los últimos cinco años.



      



Fecha de publicación: 08/03/2018

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