El nombramiento de Robert Lighthizer como representante comercial de Estados Unidos, o US Trade Representative, no sólo aceleró el proceso de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, sino que al mismo tiempo generó una serie de advertencias de quienes, dentro y fuera del gobierno, piden una mayor comprensión de la importancia de ese acuerdo incluso para la economía local.

     Un grupo de 18 senadores del Partido Republicano envió una carta a Lighthizer, el abogado de 69 años que será interlocutor de la administración del presidente Donald J. Trump para negociar los acuerdos comerciales de Estados Unidos, para sensibilizarlo sobre los beneficios del TLCAN, como también se conoce al acuerdo firmado por ese país con México y Canadá en 1993.

     En la misiva, los legisladores, afiliados al mismo partido que el presidente, dijeron que ese acuerdo impulsó el crecimiento económico de varios estados a través de mayores exportaciones, gracias a una importante integración de las cadenas productivas de los tres países, por lo que debe ser replanteado a partir de los efectos que tendría para empresas y trabajadores del país.

     “Los esfuerzos por abandonar el acuerdo o imponer restricciones innecesarias en el comercio con nuestros socios norteamericanos tendría consecuencias económicas devastadoras”, dijeron los senadores republicanos, en su carta.

     No obstante, los congresistas sí dijeron que una actualización de ese tratado podría ser benéfica, tomando en cuenta que fue diseñado hace más de dos décadas, de modo que esperan trabajar en conjunto con la oficina de Lighthizer para actualizarlo de acuerdo con las necesidades actuales.

     El Senado estadounidense aún debe dar su aprobación para que el gobierno de Trump inicie formalmente las negociaciones y consultas en ese país, pero la confirmación de Lighthizer como US Trade Representative la semana pasada podrían acelerar de manera importante el proceso.

     Antes de ser nombrado como interlocutor comercial, Lighthizer dijo en varias ocasiones coincidir completamente con la visión del presidente Trump respecto a la necesidad de anteponer los intereses de los estadounidenses a los de otras naciones.

     Trump considera que TLCAN es quizá el peor acuerdo comercial que Estados Unidos ha firmado y que es responsable de millones de empleos destruidos en la industria estadounidense, por lo que intentaría cambiar las reglas a su favor y quizá imponer mayores restricciones al comercio.

     De ahí que muchos industriales estadounidenses, como los de la Asociación de Líderes de la Industria de Ventas al por Menor, o RILA por sus siglas en inglés, también se sumaron a los llamados de preservar el acuerdo para no lastimar a los consumidores y empresas de la mayor economía del planeta.

     “RILA ha defendido por largo tiempo el papel crítico del comercio al por menor en el comercio internacional que crea millones de trabajos americanos a través de la cadena de valor global”, dijo esa organización, en una carta enviada para felicitar a Lighthizer por su nombramiento y para pedirle comprensión sobre TLCAN. “Acogemos con beneplácito la oportunidad de trabajar con USTR en políticas comerciales sólidas que promuevan mercados abiertos y globales que permitan a los consumidores acceder a los bienes y servicios que desean y necesitan”.

     Es previsible que el interlocutor comercial encare esas negociaciones con sus otros dos socios acompañado por otros funcionarios como Wilbur Ross o Peter Navarro, el secretario de Comercio y el principal asesor comercial de la administración Trump, respectivamente.

     Por su parte, Canadá y México ya iniciaron sus propios procesos internos con las consultas al interior con los diversos sectores productivos y de gobierno que se involucrarán en la negociación.

     El secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, ha reiterado que espera que la negociación inicie en agosto de este año.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 



Fecha de publicación: 16/05/2017

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