Un pequeño detalle de los préstamos que Deutsche Bank concedió al negocio inmobiliario de Donald Trump se ha convertido en un dolor de cabeza en la institución crediticia, ya que se ha estancado su esfuerzo por reestructurar parte de los 300 millones de dólares de deuda.

      El problema es una garantía personal que Trump le dio a Deutsche Bank cuando fue negociada la deuda de 2012 a 2015, según una persona con conocimiento de las discusiones bancarias. La deuda –referente a un campo de golf de la Florida, un hotel de Washington, DC, y una torre de Chicago-- se está pagando. Pero con base en los acuerdos, si se recae en incumplimiento en el servicio de esos préstamos, el banco podría embargar otros activos de Trump.

     Desde que Trump ganó las elecciones presidenciales en noviembre, los banqueros han tratado de eliminar la incómoda perspectiva de algún día tener que embargar a un presidente de Estados Unidos en funciones. Si el banco elimina la garantía personal de Trump, los críticos podrían acusarlo de intentar ganarse el favor del presidente. Si la tasa de interés sube como parte de cualquier reestructuración, eso también podría arriesgar el menosprecio de la organización empresarial Trump.

     Lo que complica más las cosas, es que el gobierno de los Estados Unidos ha estado investigando la falla de Deutsche Bank en reportar operaciones realizadas por rusos acaudalados que sacaron 10 mil millones de dólares de Rusia. Aunque esa investigación no tiene vínculos con el presidente, algunos legisladores y otros han expresado su preocupación por un conflicto potencial para el Departamento de Justicia, que le reporta al presidente y que está investigando a su principal acreedor.

 



Fecha de publicación: 27/03/2017

Etiquetas: Deutsche Bank Préstamos Garantía Trump Empresas Reestructura