La última vez que fue tan barato para los inversionistas japoneses comprar bonos del Tesoro y cubrir el riesgo referente a las divisas fue hace dos años, cuando estaban acumulando y llevando sus activos a un nivel récord.

     Cómo han cambiado los tiempos. Hoy en día, el mayor acreedor extranjero de Estados Unidos está descartando deuda de Estados Unidos. Y en una señal de advertencia para el mercado de bonos del Tesoro, valuado en 13.9 billones de dólares, los administradores de dinero de Japón, afamados por su aversión al riesgo, están dando la sensación de experimentar un inminente cambio de dirección, a pesar de que su nuevo año fiscal está a punto de resultar tablas a raíz de un periodo de dolorosas pérdidas.

      El espectro de las alzas en las tasas de interés de la Reserva Federal y el potencial de que el estímulo fiscal propulse la economía están impidiendo que los inversionistas japoneses aprovechen una oportunidad de compra que parecía inconcebible hace apenas seis meses, antes de la elección del presidente Trump. Y su renuencia, aun cuando el costo de asegurarse contra las oscilaciones del dólar está cerca de su nivel más bajo desde enero 2015, genera dudas sobre la sustentabilidad de la reciente racha al alza de los bonos de Estados Unidos.

     “Los bonos del Tesoro de Estados Unidos son bastante atractivos, pero las incertidumbres en torno a las políticas fiscal y monetaria son demasiado altas”, dijo Yusuke Ito, gestor de bonos de Asset Management One en Tokio, que supervisa unos 443 mil millones de dólares. “Veo este tipo de dudas en muchos clientes”.

 



Fecha de publicación: 27/03/2017

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