El gobierno de México anunció que enviará al senado para su ratificación el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, el mayor acuerdo de libre comercio a nivel mundial, después que se celebren las elecciones presidenciales de Estados Unidos, las cuales ocurrirán a inicios de noviembre de este año.

La decisión del gobierno de enviarlo hasta entonces se debe a que no existen actualmente las condiciones propicias para que el Congreso estadounidense lo apruebe por el entorno electoral que vive esa nación.

"Creo que precipitarnos en un proceso de aprobación antes de ver el final de la película en la elección presidencial en Estados Unidos sería muy desgastante en el proceso jurídico y de aprobación mexicano", dijo Idelfonso Guajardo, secretario de Economía al participar en la XXVII Reunión de Embajadores y Cónsules que todos los años organiza la Secretaría de Relaciones Exteriores.

A pesar de que, el Congreso estadounidense muy probablemente no ratificará el también llamado The Transpacific Partnership, o TPP, antes de las elecciones presidenciales en ese país, el presidente Barack Obama prevé enviarlo a los legisladores para su revisión en la primera sesión ordinaria de este año.

Las negociaciones del TPP culminaron en los primeros días de diciembre pasado y será ratificado por los países integrantes el 4 de febrero en Nueva Zelanda.

El acuerdo está integrado, además de México y Estados Unidos, por Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.

En muchas de esas naciones, sus respectivos poderes legislativos deben darle también su visto bueno para que pueda entrar en operación. El tratado así tardará en entrar en vigor entre uno y dos años si se logra su ratificación en un número suficiente de países.

  Para algunos especialistas, si el TPP es ratificado muchos sectores productivos mexicanos tendrán que adaptarse y modificar sus conductas al tener que enfrentar mayores niveles de competencia.

"Industrias como la acerera. . . que ha venido abusando de una sobre regulación a las importaciones de acero, o cadenas de tiendas de autoservicio y/o departamentales, las cuales basan muchas de sus ventajas comerciales en requisitos excesivos a importaciones que sólo pueden cumplir [ellas]. . . deben estar conscientes de que esas ventajas desleales tenderán a desaparecer", escribió Luis Rubio, socio en prácticas de asuntos gubernamentales, fusiones y adquisiciones y telecomunicaciones del despacho de abogados Jones Day México, en un reporte sobre los riesgos y oportunidades del TPP para compañías mexicanas.

El abogado también defendió el acuerdo ante los supuestos temores que han señalado sus críticos en materia de pérdida de derechos del uso del internet o de potenciales obstáculos para acceder a medicamentos genéricos.

Para Rubio, esas críticas carecen de fundamento si se lee con cuidado el tratado, ya que para él será más que nada un vehículo que permitirá modernizar las normas de comercio del país.

"En realidad es un impulsor para que en el país se adopten regulaciones más modernas y acordes a principios internacionales, brindando estas regulaciones certidumbre a empresas mexicanas y extranjeras para competir con reglas claras y en igualdad en el mercado de distintos países", escribió Rubio en su análisis.

El abogado emitió incluso una recomendación para las empresas mexicanas: aprovechar el tiempo que tarde el proceso legislativo de ratificación del TPP para analizar sus riesgos y oportunidades.

 




Fecha de publicación: 06/01/2016

Etiquetas: México TPP economía comercio internacional Senado legisladores gobierno legal