La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, o Profepa, la dependencia en cargada de sancionar violaciones a las medidas de protección al medio ambiente, clausuró las obras para construir el centro de convenciones, Dragon Mart, en el estado de Quintana Roo, tras encontrar evidencia de daño ambiental en la zona generado por los trabajos de su edificación.

     La empresa Dragon Mart, que realiza el proyecto desde finales de 2013, deberá pagar 22 millones de pesos (1.5 millones de dólares) en multas y compensaciones por el daño causado luego que Profepa comprobó que en su edificación se cometieron violaciones a las leyes y al reglamento de protección al medio ambiente.

     Desde sus orígenes la edificación del centro de convenciones en Quintana Roo ha generado enorme polémica por su probable impacto ambiental negativo. Hasta ahora, la empresa había logrado vencer, aunque no sin retrasos a sus planes originales, diversos impedimentos legales para la edificación del centro de convenciones.

     Sin embargo, ahora la empresa vio que las autoridades instalaron sellos de clausura y que le impusieran diversas sanciones y multas tras lograr derrocar un amparo que buscó obtener para evitar el cierre y los castigos pecunarios en su contra.

     Profepa demostró "que en esta construcción se han cometido diversas violaciones a las leyes y reglamentos de protección al medio ambiente", dijo Eduardo Sánchez, el vocero de la oficina de la presidencia, durante una conferencia de prensa con autoridades de la Procuraduría sobre el caso.

     El gobierno "está comprometido con el respeto al medio ambiente y promueve la inversión sustentable, nos referimos a la que genera desarrollo económico, empleos bien pagados, y bienestar para las comunidades; ningún proyecto económico está por encima de la debida conservación y protección a los recursos naturales del país”, agregó Sánchez.

     El proyecto Dragon Mart considera la construcción de un centro de convenciones que busca promover el comercio y el intercambio cultural entre China y América Latina. La iniciativa, concebida como una micro-ciudad de 3,385 hectáreas, está valuada en 180 millones de dólares.

     La construcción considera 722 viviendas y más de 3,000 tiendas donde se comercializarían juguetes, materiales de construcción, dispositivos electrónicos y otros bienes de consumo.

     La empresa inició la edificación del proyecto a finales de 2013, luego de que obtuvo la licencia de construcción del proyecto tras un fallo del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Quintana Roo.

 



Fecha de publicación: 26/01/2015

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