Los electores griegos estuvieron dispuestos a entregar el poder a un partido de izquierda radical en las elecciones nacionales, lo que representa una rebelión popular contra la amarga medicina económica que Grecia ha tenido que soportar por cinco años y una reprimenda a los otros países europeos que la prescribieron.

      Con casi todos los votos contados, el partido de oposición Syriza estaba en camino de ganar la mitad de los escaños en el Parlamento. En las primeras horas de la mañana, éste logró llegar a un acuerdo de coalición con un pequeño partido de derecha también opuesto a la política económica de Europa, para lograr en conjunto una clara mayoría.

      "Hoy, el pueblo griego ha escrito la historia", dijo el joven líder de Syriza y probable nuevo primer ministro, Alexis Tsipras, en su discurso de triunfo la noche del domingo. "El pueblo griego ha emitido un mandato claro e indiscutible".

 

 



Fecha de publicación: 26/01/2015