La Unión Europea y Estados Unidos, después de una difícil decisión, aprobaron amplias sanciones económicas contra Rusia para castigar la postura inflexible de Moscú en el conflicto de Ucrania.

     Para Occidente, la pregunta ahora es si tal decisión hará que el presidente ruso, Vladimir Putin, sea más cooperativo o lo incite a insistir más en su cometido.

     Las restricciones comerciales y de inversión acordadas por los gobiernos de la Unión Europea en Bruselas marcaron una importante escalada en las sanciones contra Rusia, que hasta ahora habían sido medidas simbólicas en su mayoría enfocadas a determinadas personas.

     Las medidas enfocadas a los bancos, la industria petrolera y el ejército de Rusia podrían aumentar las tensiones financieras en su economía ya de por sí debilitada, mientras le impiden también el acceso a la tecnología en que se basa la modernización de la nación.

 



Fecha de publicación: 30/07/2014