28 de nov. (Sentido Común) -- Promotora y Operadora de Infraestructura, una empresa especializada en el desarrollo y administración de proyectos de infraestructura, junto con el fondo de inversión, GBM, y la compañía constructora española, Aldesa, ganaron la licitación pública para construir y operar un tramo de la Autopista Siglo XXI, que unirá las poblaciones de Jantetelco y Xicatlacotla en el estado de Morelos.

     El proyecto, que representa la construcción de una vía rápida de 62 kilómetros de largo, requerirá una inversión de 2,576 millones de pesos a lo largo de 24 meses para mejorar la comunicación entre los estados de Puebla y Guerreo, dijo la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en un comunicado.

     La nueva autopista permitirá también dar por terminado el corredor carretero que une los puertos de Acapulco y Veracruz, ya que conectará con otras autopistas modernas y de altas especificaciones que permitirán por fin conectar la costa del Pacifico con la del Golfo de México, a la altura de los dos puertos marítimos y turísticos.

     El consorcio formado por Pinfra, como mejor se conoce la empresa de infraestructura, GBM y Adelsa venció otras dos propuestas que cumplieron con los requisitos técnicos para participar en el concurso. Una de ellas la presentó la empresa constructora de infraestructura terrestre más grande del pais, OHL México.

     Pinfra-GBM-Adelsa venció a sus rivales al solicitar el menor subsidio del gobierno para llevar a cabo su propuesta. El subsidio que solicitó el consorcio fue por 679 millones de pesos, al mismo tiempo que contempló invertir 1,195 millones de pesos adicionales.

     El consorcio que ofreció la segunda mejor propuesta por el proyecto requería una subvención mayor, al tiempo que contemplaba invertir 1,874 millones de pesos, elevando con ello el precio de la inversión que tendría que hacer el gobierno para llevar a cabo la edificación de la operación.

     Con su propuesta ganadora, Pinfra-GBM-Adelsa tendrán el derecho de operar el tramo carretero durante los siguientes 30 años.

     El anuncio confirma los comentarios de las autoridades en el sentido de que han ya puesto en marcha el Plan de Infraestructura Nacional que sufrió cierto rezago por el inicio de la actual administración.

     Para algunos economistas, ese retraso fue causante, en parte, del freno económico que ha vivido México a lo largo de este año y que llevará a la economía a registrar un crecimiento de cerca de 1.2% este año, o casi de un tercio del nivel esperado a fines de 2012 de 3.5%.

     Las otras razones por las que la economía mexicana sufrió una desaceleración inesperada fue el desplome que registró la industria de la construcción en la primera mitad del año por el cambio de la política pública en materia de apoyo a ese sector. El cambio generó gran escepticismo sobre la viabilidad de las tres empresas constructoras de vivienda en el país, que cayeron en incumplimiento y se encuentran intentando reestructurar sus operaciones.

     Los temores frenaron el crédito al resto de las compañías vivienderas que tuvieron que también frenar sus operaciones, generando fuertes estragos a muchas otras industrias vinculadas a las desarrolladoras, como son la industria de materiales para la construcción y de la industria eléctrica, junto con el desempleo que trajo todo esto a miles de trabajadores de la industria de la construcción.

     El otro elemento fue el entorno económico internacional adverso.

     El anuncio de la concesión de un tramo de la Autopista del Siglo XXI deja entrever que al menos el gasto público en inversiones productivas comienza al menos ya a fluir.

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Fecha de publicación: 28/11/2013

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