El presidente Andrés Manuel López Obrador desconcertó con su respuesta a la pregunta sobre quién en México le está exigiendo alcanzar la paz. Foto Presidencia de la República.
El presidente Andrés Manuel López Obrador desconcertó con su respuesta a la pregunta sobre quién en México le está exigiendo alcanzar la paz. Foto Presidencia de la República.

23 de abr. (Sentido Común) -- Para los analistas políticos, la apabullante victoria de Andrés Manuel López Obrador en la pasada elección presidencial se debió, en buena medida, al hartazgo de la sociedad mexicana con los altos niveles de inseguridad, corrupción y desigualdad social que padecía el país.

     Las muertes y desapariciones de cientos de miles de mexicanos, combinadas con el mal uso de los recursos públicos que investigaciones periodísticas y oficiales han descubierto en los últimos años, junto con una falta de movilidad social en el país, pavimentaron el terreno para que López Obrador, tras dos intentos previos, pudiese finalmente ganar la Presidencia de la República el 1 de julio del año pasado.

     De ahí que para muchos resultó sorpresiva la respuesta que el mandatario diera hoy a la pregunta de Ernesto Santillán, periodista con Reporte Índigo, un medio de comunicación digital e impreso, durante su conferencia matutina sobre si la exigencia de paz provenía exclusivamente de grupos adversarios al presidente y que él etiqueta como “conservadores”.

     “Básicamente”, respondió el mandatario. “Básicamente, sobre todo promovida, auspiciada” por ellos.

     La respuesta de López Obrador generó de inmediato fuertes críticas pues con sus palabras el presidente pareció reducir el problema de la inseguridad y la violencia que padece el país a una lucha política entre facciones y no a un problema que ha afectado a millones de mexicanos.

     “Señor presidente @lopezobrador_: la exigencia de paz es de todas y de todos, no sólo de conservadores. Salga ya de ese nicho y entienda lo que la ciudadanía espera de usted. Fue una promesa de campaña. Nadie le pide milagros. Solo le pide que cumpla, sin seguir polarizando”, escribió el senador independiente Emilio Álvarez Icaza y un defensor de los derechos humanos, en su cuenta de la red social Twitter.

     Otros, incluso, dijeron sentirse desilusionados con la forma como López Obrador caracterizó la exigencia de paz, pues muchos, que aún lo apoyan, confían de que pueda en el futuro reducir los niveles de violencia que padece el país.

     “Creí q el presidente sentía nuestras preocupaciones, veo en sus declaraciones su indiferencia”, escribió María Elena Morera, quien a lo largo de los años tras el secuestro y tortura de su esposo, ha luchado por las víctimas del crimen en el país a través de la organización Causa Común que fundó en 2010, en su cuenta de Twitter. “A todos los que hemos sido víctimas (34 millones) nos duele México”.

     Claro que más allá de lo que para muchos fue una muy desatinada respuesta, López Obrador está más que consciente de la problemática que vive el país en materia de criminalidad y violencia.

     Todas las mañanas, a las 6:00 a.m., de lunes a viernes, él, como ningún otro mandatario de los últimos tres sexenios, lleva acabo una reunión con su gabinete de seguridad para revisar los principales indicadores de criminalidad en el país y valorar la situación que vive el país en ese aspecto.

     Esas reuniones más las diversas medidas que su gobierno ha tomado en su primeros cinco meses en operación, como la creación de una Guardia Nacional, que espera pueda contar con más de 80 mil elementos en poco más de un año para proteger y defender a los ciudadanos en todo el país, o la creación de programas sociales para los que menos tienen, son evidencias de que el problema de la violencia y la inseguridad no sólo está en la agenda del presidente sino que es una de sus principales prioridades.

     Claro que, con su respuesta a la pregunta de Santillán, López Obrador pareció también mostrar cierta frustración por la enormidad del problema que confronta y que al parecer le podrá tomar más tiempo en corregir de lo que él anticipó como candidato.

     De hecho, el presidente mostró, en su intercambio con el periodista de Reporte Índigo, cierta incomodidad por el recordatorio que le hizo Santillán de que tardó 48 horas en reaccionar a la matanza de 13 personas que tuvo lugar en la ciudad de Minatitlán, en el estado de Veracruz, el fin de semana pasado --un acontecimiento en el que incluso murió un bebé.

     Ante ese reclamo, más la pregunta de porque decidió esperar a este próximo fin de semana para ir a Minatitlán a consolar a las familias de quienes fueron acribillados, López Obrador, en lugar de reconocer que quizás tardó en reaccionar a ese hecho de violencia y de que la lucha contra el crimen está representando un reto mayor al esperado, lanzó críticas a sus críticos, provocando otro desconcierto entre muchos, tanto seguidores como detractores.

     “Voy a ir a Minatitlán y les aseguro que la gente de Minatitlán sabe que estamos haciendo todo lo que nos corresponde, todo lo que debemos llevar a cabo para garantizar la paz, y no sólo en Minatitlán, en todo el país y deseo con toda mi alma que nadie pierda la vida. Es una circunstancia muy difícil”, dijo el mandatario, mostrando así simpatía por las víctimas, aunque arremetió contra sus críticos. “Pero lo de Minatitlán lo utilizaron con ese propósito: A ver ¿y dónde está Andrés Manuel, que no se manifiesta, no se solidariza? Como si yo no fuese sensible. Yo lucho por ideales, lucho por principios, yo le tengo amor al pueblo, un profundo amor al pueblo. Eso es lo que me impulsa para enfrentar las adversidades. Por eso estoy en esto”.

 

 


Fecha de publicación: 23/04/2019

Etiquetas: México economía violencia inseguridad crimen política gobierno seguridad López Obrador