El ague del petróleo, gas de esquisto está dando pie a la exportación de los energéticos que convertirán a EUA en productor neto de los mismos. Foto de archivo.
El ague del petróleo, gas de esquisto está dando pie a la exportación de los energéticos que convertirán a EUA en productor neto de los mismos. Foto de archivo.

22 de abr. (Dow Jones) -- El corredor de petróleo Paul Vega está a la vanguardia de la próxima revolución del esquisto.

     Conduciendo su camioneta pick-up a través del corazón de Permian Basin (Cuenca del Pérmico) --el vasto tramo de matorrales del oeste de Texas donde uno de los mayores auges petroleros de la historia significa embotellamientos vehiculares de kilómetros de longitud--Vega dijo que ahora se está extrayendo más crudo de lo que pueden procesar las refinerías estadounidenses. Hoy en día, la tarea principal de las corredurías como la suya es exportar el material al extranjero.

     “Lo compramos, lo transportamos, lo colocamos en un oleoducto, y de ahí va al puerto --y de allí para el mundo”, dijo Vega, quien dirige la oficina de corredor mundial de materias primas Trafigura Group en Midland, el eje de la industria petrolera de la región.

     Lo que comenzó como un fenómeno estadounidense ahora se está sintiendo en todo el mundo a medida que las exportaciones de petróleo de Estados Unidos aumentan a niveles impensables hace apenas unos cuantos años.

     El flujo de crudo seguirá creciendo en los próximos años con enormes consecuencias para la industria petrolera, la política global e incluso economías enteras. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), por ejemplo, enfrentará desafíos para mantener los precios del petróleo altos, mientras que Washington tiene una nueva y poderosa arma diplomática.

     Las exportaciones estadounidenses de petróleo se intensificaron el año pasado, saltando más de 70% a poco más de dos millones de barriles diarios, de acuerdo con datos del gobierno de Estados Unidos. Durante las últimas cuatro semanas, las exportaciones de petróleo de  Estados Unidos han promediado más de tres millones de barriles al día, más de lo que vende Kuwait, el petro-estado de Oriente Medio.

     “Esta es la nueva era de la energía en Estados Unidos”, dijo Rick Perry, secretario de energía de Estados Unidos, en una conferencia de la industria en Houston a principios el mes pasado.

     Los corredores de petróleo y los ejecutivos del esquisto creen que las exportaciones de crudo de Estados Unidos alcanzarán los cinco millones de barriles diarios para finales de 2020, 70% más que los niveles actuales. Si Estados Unidos alcanza ese objetivo, el país exportará, en términos brutos, más crudo que todos los países de la OPEP, excepto Arabia Saudita. (En términos absolutos, Estados Unidos todavía sigue siendo un importador neto, pero es probable que eso cambie en los próximos meses).

     “Se acerca la segunda ola de la revolución del esquisto en Estados Unidos”, dijo Fatih Birol, jefe de International Energy Agency (IEA). Esto perturbará los flujos internacionales del comercio de petróleo y gas, con profundas implicaciones en la geopolítica”.

     El impacto político ya se está sintiendo. La administración Trump ha podido imponer sanciones agresivas a las exportaciones de petróleo de Irán y Venezuela, sabiendo que el flujo de crudo de Texas seguirá aumentando. El impacto económico en Estados Unidos también es evidente: en términos de dólares, el déficit comercial del petróleo del país cayó a su nivel más bajo en 20 años en 2018.

     Estados Unidos ya es un gran exportador de productos refinados como la gasolina y el diésel. Cuando se combina con el aumento de las exportaciones de crudo, IEA pronostica que las exportaciones de petróleo estadounidenses alcanzarán aproximadamente los nueve millones de barriles diarios en cinco años, en comparación con solo un millón en 2012. En el proceso, el país se convertirá en el segundo mayor exportador de crudo y productos refinados del mundo para 2024, superando a Rusia y casi rebasando a Arabia Saudita.

     Hasta ahora, el aumento en la producción de petróleo estadounidense del Pérmico y otras cuencas de lutitas como Bakken en Dakota del Norte se ha absorbido en casa, alimentando las refinerías estadounidenses de la costa del Golfo de México.

     Pero ahora, a los refinadores estadounidenses les resulta cada vez más difícil procesar más del tipo de crudo ligero extraído del Pérmico ya que sus plantas fueron construidas para procesar crudo pesado que es más denso, el tipo producido en Venezuela y el Medio Oriente.

     “Probablemente, Estados Unidos esté cerca de poder procesar la mayor cantidad de crudo ligero posible”, dijo a inversionistas Thomas J. Nimbley, jefe de la refinería de petróleo estadounidense PBF Energy.

     Como resultado, los ejecutivos del esquisto están viajando por el mundo en busca de nuevos clientes. Por ejemplo, Gary Heminger, director de Marathon Petroleum, estuvo recientemente en Singapur y Corea del Sur buscando compradores para su crudo de esquisto.

     “Toda la producción creciente de Permian Basin necesita ser exportada”, dijo Raoul LeBlanc en la consultora IHS Markit y ex jefe de estrategia en Anadarko Petroleum. “El Pérmico necesita encontrar refinerías que estén dispuestas a recibir el crudo ligero estadounidense como carga base, muy probablemente en Asia”.

     A pesar de tener un mercado de petróleo ajustado debido a las sanciones estadounidenses sobre Venezuela e Irán combinadas con los recortes de producción de la OPEP, encontrar nuevos compradores no es tan fácil como parece. El crudo del Pérmico es ligero, y produce mucha nafta --utilizada en la industria petroquímica-- y gasolina, pero comparativamente poco diésel. Además, la mayoría de las refinerías quieren producir diésel.

     Hasta ahora, los productores de esquisto de Estados Unidos y los corredores de petróleo habían estado vendiendo la mayor parte de su crudo en transacciones al contado --una a la vez. Como resultado, las exportaciones de petróleo estadounidenses vieron destinos muy diferentes mes a mes, desde España hasta Tailandia y Brasil.

     Sin embargo, ahora están empezando a surgir unos cuantos mercados estables. Refinerías de petróleo de Canadá, Italia, Reino Unido y Corea del Sur se están convirtiendo en compradores habituales. Poco a poco, las corredurías de petróleo están concertando acuerdos a largo plazo con refinerías del extranjero, conocidos como contratos a plazo.

     Aun así, el rápido aumento de las exportaciones de petróleo es un desafío. Ni siquiera Arabia Saudita en los años sesenta y setenta vio crecer tan rápidamente sus exportaciones.

     “El mercado de exportación de Estados Unidos necesita ir de la infancia a la edad adulta mucho más rápidamente de lo que cualquier exportador importante lo ha hecho”, dijo Roger Diwan, otro analista de petróleo de IHS Markit.

      La clave para las exportaciones de petróleo de Estados Unidos es China, país sumido en una guerra comercial con Washington. Hasta este año, los refinadores chinos estaban comprando grandes porciones de las exportaciones de esquisto estadounidense. Pero los flujos casi se redujeron a nada en agosto. Si las exportaciones estadounidenses de petróleo van a aumentar al ritmo que anticipan los ejecutivos y comerciantes, la industria del esquisto necesita que la Casa Blanca logre llegar a un acuerdo comercial con los chinos.

     “Si la demanda de China no se materializa, por razones políticas, desajustes de calidad o de otro tipo, es probable que las exportaciones de Estados Unidos tengan que abrirse camino en el sistema de refinación global, probablemente mediante descuentos en los precios”, dijo Diwan.

     El crudo de esquisto de Estados Unidos ya se está vendiendo con un gran descuento en relación al Brent, el índice de referencia internacional del petróleo. El West Texas Intermediate se vende cerca de 10 dólares menos de lo que se vende el Brent. Algunos de los grados más ligeros del Permian, incluyendo un nuevo flujo llamado West Texas Light, están viendo descuentos aún mayores.

     Encontrar compradores para el crudo ligero Permian no es el único obstáculo. Los oleoductos y los puertos se han convertido en el mayor cuello de botella de las exportaciones de petróleo estadounidense, teniendo a los corredores diseñando cadenas logísticamente complejas que combinan ferrocarriles, camiones, oleoductos, barcazas y transferencias barco a barco para sacar el crudo del país. Varias empresas apuntan a construir nuevas instalaciones para permitir las exportaciones a través de súper tanqueros, que necesitan puertos de aguas profundas o de altura.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

Copyright © 2019 Dow Jones & Company, Inc. All Rights Reserved

 


Fecha de publicación: 22/04/2019

Etiquetas: EUA Petróleo Gas Producción Esquisto Lutitas Precios Exportación Crudo Ligero Refinación Refinerías Precios