Goldman Sachs está aprovechando un mercado crediticio poco favorecido en Latinoamérica y a la vez, apoyando el desarrollo de pequeñas empresas. Foto de archivo.
Goldman Sachs está aprovechando un mercado crediticio poco favorecido en Latinoamérica y a la vez, apoyando el desarrollo de pequeñas empresas. Foto de archivo.

14 de mar. (Dow Jones) -- Inversionistas de fintech están llegando a México para tratar de colmar un vacío en el mercado crediticio del país: los préstamos a empresas jóvenes que buscan expandirse.

El ejemplo más reciente es Goldman Sachs Group, banco que está otorgando una línea de crédito de hasta 100 millones de dólares a Credijusto, una empresa de tecnología financiera con cuatro años de antigüedad de la Ciudad de México respaldada por John Mack, ex presidente ejecutivo de Morgan Stanley, y Nigel Morris, co-fundador de Capital One Financial.

Credijusto, fundado por David Poritz, de 30 años, y Allan Apoj, de 29 años, que se conocieron como compañeros de clase en Brown University, se especializa en conceder préstamos a tres años a pequeñas empresas, como flotillas de taxis, taquerías y granjas.

La participación de Goldman es un recordatorio de cómo las pequeñas empresas de tecnología financiera están desafiando y reformando la industria bancaria, especialmente en mercados en desarrollo como Latinoamérica.

El compromiso del banco también es el más grande de una serie de esfuerzos recientes de recaudación de fondos por parte de prestamistas alternativos en América Latina. La falta de crédito está impidiendo que muchas pequeñas empresas crezcan en México y, de acuerdo con economistas, eso evita un crecimiento económico más amplio. El mes pasado, Banxico, como se conoce al banco central de México, redujo drásticamente su pronóstico de crecimiento del producto interno bruto de 2019.

Más de la mitad de los trabajadores mexicanos están empleados por empresas del sector informal, lo que significa que sus patrones no pagan impuestos ni contribuyen a los beneficios que les prodiga la seguridad social a los trabajadores. Eso puede dificultarles la obtención de préstamos bancarios, lo que significa que tienden a mantenerse pequeños.

“El crédito es el combustible del crecimiento, de la misma manera que la gasolina hace funcionar un automóviles”, dijo Sergio Luna, economista en jefe de Citibanamex en la Ciudad de México.

La mayoría de los préstamos de los bancos mexicanos se destinan a las grandes corporaciones, hipotecas y consumidores, de acuerdo con Banco de México. Más de 80% de las pequeñas empresas mexicanas dependen principalmente del financiamiento de sus proveedores, no del crédito bancario, dijo Banxico.

Una serie de nuevas plataformas de préstamos en línea y servicios de financiamiento de cadenas de suministros ha surgido en los últimos años en México para ayudar a llenar ese vacío, dijo Andrés Fontao, cofundador y socio administrativo de Finnovista, una firma que asesora a las nuevas empresas de tecnología financiera.

“Creo que los bancos tradicionales ven una oportunidad en esto”, dijo Fontao. “Pero aún no están dispuestos a asumir ese riesgo por los rendimientos disponibles”.

Entre otros participantes que han estado recaudando dinero de capitalistas de riesgo, fondos de cobertura y otros, se encuentran: Konfío, un prestamista en línea de pequeñas empresas con sede en México que formó una sociedad con PayPal Holdings; Kueski, una plataforma de préstamos al consumidor; y PayClip, la versión latinoamericana de la firma de pagos Square.

Credijusto se basa en un conjunto de datos obtenidos de facturas fiscales, que se digitalizaron en México con base en la ley de reforma fiscal en 2014, y otros datos para determinar la solvencia crediticia de un prestatario y evaluar el riesgo. El tamaño promedio de los préstamos es entre 150 mil y 200 mil dólares. La tasa de interés anual promedio es alta, alrededor de 27%.

La compañía ha crecido rápidamente, distribuyendo aproximadamente 10 millones de dólares en préstamos y financiamiento de equipos en 2017 y 35 millones de dólares en 2018. Este año, Credijusto espera prestar más de 125 millones de dólares, duplicar su fuerza laboral a unos 250 empleados y lanzar varios y nuevos productos de crédito.

Alrededor de 3% de los prestatarios de Credijusto caen en incumplimiento en sus préstamos. La compañía dijo que fue rentable el año pasado.

Los cofundadores de la compañía señalaron que el interés compartido en Latinoamérica los llevó a examinar la región. Apoj creció en Ciudad de México y Miami e hizo una pasantía en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y Poritz fundó una organización sin fines de lucro centrada en reducir el impacto social y ambiental de los proyectos de energía en Sudamérica.

A través de un amigo, Poritz invitó a Mack, el ex ejecutivo de Morgan Stanley, y lo convenció para que invirtiera. Morris fue uno de los primeros inversionistas a través de firma QED Investments.

Mack dijo que le gustaba que muchos de los préstamos fueran para empresas familiares. “Si toda la familia está dedicada al negocio, y hay una oportunidad de crecer, esa es una apuesta que aceptaré”, dijo.

Jason Nassof, vicepresidente del grupo de situaciones especiales de Goldman Sachs que aprobó el acuerdo, dijo que el panorama de la tecnología financiera “está significativamente menos abarrotado en México que en Estados Unidos”.

Chop Chop recurrió a Credijusto y en pocos días obtuvo un préstamo por 980 mil pesos (alrededor de 50 mil dólares), a una tasa de interés anual de 27%. Usó el dinero para ordenar piezas de China, Japón y Corea del Sur.

“En México, puede abrir un negocio en tres semanas, pero el crecimiento es otro boleto”, dijo Andrés Vera, uno de los cuatro socios que son dueños de la compañía. “Es fácil quedarse atascado en la misma esquina, con una pequeña tienda, durante años y años antes de que te puedas expandir”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 14/03/2019

Etiquetas: Finanzas Goldman Sachs Créditos Latinoamérica México Pequeñas Empresas Incumplimiento Préstamos Crecimiento Corporativo