El déficit comercial de EUA ha crecido a pesar de que el presidente Trump se ha propuesto lo contrario. Foto de archivo.
El déficit comercial de EUA ha crecido a pesar de que el presidente Trump se ha propuesto lo contrario. Foto de archivo.

11 de mar. (Dow Jones) -- El presidente Trump se propuso reducir los enormes déficits comerciales de Estados Unidos. Sin embargo, Census Bureau informó que el año pasado Estados Unidos registraró el mayor déficit comercial de su historia.

El cómo sucedió eso es una lección sobre la economía de los desequilibrios. En este caso, las políticas fiscales del presidente estuvieron tanto en juego como sus políticas comerciales. Los grandes déficits fiscales tuvieron el efecto secundario de permitir que las empresas y los consumidores compraran más productos del exterior, reduciendo el ahorro general en Estados Unidos y aumentando el desequilibrio comercial.

“La evolución de la balanza comercial en los primeros dos años de Trump es una buena ilustración de los principios básicos que llevaron a la mayoría de los economistas a predecir que el déficit comercial continuaría ampliándose con las políticas de Trump”, dijo Brad Setser, miembro de Council on Foreign Relations.

Ha pasado un año desde que la agenda comercial de Trump cambió a una gran velocidad. Fue el 1 de marzo de 2018 cuando el presidente anunció que avanzaría con los aranceles globales para el acero y el aluminio, y el 22 de marzo comenzó el proceso de atacar a China con los primeros 50 mil millones de dólares en aranceles a sus exportaciones de bienes.

Durante 2018, estos aranceles entraron en vigencia cada vez más, y en septiembre se les impuso aranceles a alrededor de 300 mil millones de dólares en bienes, o alrededor de 12% de todas las importaciones de Estados Unidos provenientes de China.

Las tarifas arancelarias tuvieron éxito ya que éstas llevaron a China a la mesa para realizar negociaciones detalladas. México y Canadá acordaron reescribir el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y Corea del Sur acordó revisar también su acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Todas esas negociaciones se vieron aceleradas, al menos en parte, por la imposición o amenaza de aranceles.

Pero las políticas arancelarias hasta ahora han estado muy lejos del objetivo a menudo declarado por el presidente de reducir el déficit comercial.

El informe del Departamento de Comercio sobre el producto interno bruto del cuarto trimestre, publicado recientemente, mostró que las importaciones superaron las exportaciones en un récord de 914 mil millones de dólares en 2018, frente a los 859 mil millones de dólares del año anterior, superando el récord anterior de 905 mil millones de dólares de 2006. El déficit es ahora aproximadamente 16% más que cuando Trump asumió el cargo.

En el año, la economía creció 2.9%. Un déficit comercial le resta al cálculo del crecimiento del PIB. El año pasado, el crecimiento del déficit comercial le restó 0.2 puntos porcentuales al PIB. Entonces, de acuerdo con esa métrica, el déficit comercial es lo que impidió que la economía alcanzara la otra meta de Trump, de lograr un crecimiento de 3%.

Un informe separado del Departamento de Comercio, enfocado únicamente al comercio de mercancías, mostró que el déficit de bienes se amplió 10% en diciembre con respecto al año anterior.

“El punto es que el déficit comercial general no es determinado por el comercio de materias primas, está determinado por los factores macroeconómicos”, dijo Sherman Robinson, miembro principal de Peterson Institute for International Economics.

En el último año, los factores macroeconómicos han abrumado cualquier intento por alcanzar déficits comerciales específicos. Más poderosamente, la combinación de recortes fiscales y el aumento del gasto federal le proporcionaron un inmenso estímulo fiscal a la economía.

Dicho estímulo fiscal tuvo dos efectos. Primero, le infundió muchos bríos al consumo de Estados Unidos. Pero las empresas importaron más para satisfacer la demanda. Las importaciones de Estados Unidos promediaron 24% del gasto total del consumidor entre 2000 y 2016, lo que significó que cada 100 dólares de nuevo consumo se tradujera en aproximadamente 24 dólares de importaciones.

Y si las fábricas y proveedores de servicios de Estados Unidos no pueden aumentar la su producción, más de ese dinero podría fluir al extranjero. En 2018, las importaciones representaron cerca de 27% del consumo.

Segundo, el impulso fiscal que recibió la economía de los Estados Unidos ocurrió cuando gran parte del resto del mundo se estaba desacelerando. Eso contribuyó a un entorno en el que la Fed estaba elevando las tasas de interés y el dólar se estaba fortaleciendo. Cuando el dólar es fuerte, es más barato para los estadounidenses importar y más caro que el resto del mundo compre las exportaciones de Estados Unidos, ampliando así la brecha comercial.

El último acuerdo con China busca impulsar las exportaciones estadounidenses directamente al hacer que los chinos acepten grandes compras de productos estadounidenses, como la soya o la energía. Esta estrategia puede que tampoco sea particularmente efectiva, dijo Megan Greene, economista en jefe global de John Hancock Asset Management.

“Incluso si China acepta comprar más de nuestras cosas, no parece que las firmas de Estados Unidos puedan producir tantas cosas adicionales, simplemente significa que tendríamos que obtenerlas de otras partes”, dijo. Más soya comprada por China, simplemente podría significar menos comprada por Indonesia y Taiwán, por ejemplo, dejando a Estados Unidos en una situación no mucho mejor.

Para Setser, los grandes déficits comerciales de Estados Unidos son un problema que vale la pena abordar.

“No creo que sea saludable para Estados Unidos tener persistentemente grandes déficits comerciales. Creo que eso debilita la parte manufacturera de la economía de la nación y también debilita aquellas partes del país que dependen de la manufactura”.

Además, los aranceles llevan a los países a tomar represalias --ya que casi todos los aranceles estadounidenses encontraron una respuesta de aranceles correspondientes de los socios comerciales. El nivel de exportaciones de Estados Unidos, que había estado subiendo constantemente durante dos años, comenzó a disminuir en mayo.

“Me encantaría que el déficit disminuyera debido al fuerte crecimiento de las exportaciones de Estados Unidos durante este año”, dijo Setser. “Pero simplemente no creo que eso sea muy probable”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

Copyright © 2019 Dow Jones & Company, Inc. All Rights Reserved

 


Fecha de publicación: 11/03/2019

Etiquetas: EUA Economía Déficit Comercial Bienes Servicios Trump Política Crecimiento