Las microfibras de plástico que libera la ropa se está volviendo un problema en los océanos por la contaminación que provocan. Foto de archivo.
Las microfibras de plástico que libera la ropa se está volviendo un problema en los océanos por la contaminación que provocan. Foto de archivo.

7 de mar. (Dow Jones) -- Los fabricantes de ropa deportiva y chaquetas están tratando solventar las preocupaciones sobre las pequeñas partículas de plástico de la ropa sintética que se abren camino hasta los mariscos y el agua potable.

Mientras que las repercusiones de los plásticos se ha centrado en productos de un solo uso como popotes, botellas y vasos para el café, la ropa sintética está ganando atención debido a que de dichas prendas se desprenden partículas de plástico cada vez que se lavan.

Cada año, más de medio millón de toneladas métricas de microfibras, el equivalente a 50 mil millones de botellas plásticas de agua, ingresan al océano mediante el lavado de textiles sintéticos, de acuerdo con International Union for Conservation of Nature and Natural Resources (IUCN), una agrupación con sede en Suiza que cuenta a gobiernos, organizaciones sin fines de lucro y organizaciones benéficas entre sus miembros.

Aun cuando toda la ropa libera fibras cuando se lava, las partículas sintéticas, a diferencia de las de lana o algodón, no se biodegradan. La mayoría de los filtros de lavadoras convencionales no están diseñados para atrapar partículas tan pequeñas, y si bien las plantas de tratamiento de aguas residuales capturan una gran porción, éstas no atrapan todo. El problema es peor en los países que usan mucha ropa sintética y que tienen menos plantas de tratamiento de aguas residuales.

Los especialistas pronostica que la cantidad de microfibras que ingresan al océano crecerá a medida que aumente la demanda de ropa. Muchos estiman que más de 22 millones de toneladas métricas de microfibras ingresarán al océano entre 2015 y 2050, de acuerdo con Ellen MacArthur Foundation, una organización sin fines lucrativos.

Eso está provocando un nuevo escrutinio y los primeros intentos de regulación. Las empresas ahora están empezando a buscar formas de frenar el desprendimiento de microfibras.

Adidas, Hennes & Mauritz y Patagonia están entre las compañías que financian la investigación sobre cómo se crean, eliminan y terminan en el océano las microfibras. Han descubierto que en esto importa la forma en que se tejen las fibras y se lava la ropa.

“Estamos muy preocupados por la liberación de microfibras de las telas sintéticas”, dijo Cecilia Brännsten, jefa de sustentabilidad de H&M. “Usamos fibras sintéticas, por supuesto, y por eso es nuestra responsabilidad de que no terminen donde no deberían terminar”.

Las microfibras son solo un tipo de microplásticos. Las partículas, de menos de 5 milímetros de largo, provienen de una gama de otras cosas como neumáticos, pasta de dientes y recubrimientos marinos.

Estados Unidos y Reino Unido están entre los países que han prohibido los productos para el cuidado personal que contienen pequeñas cuentas de plástico, como exfoliantes y jabones faciales, lo que ha despertado el temor entre los fabricantes de prendas de vestir la ofensiva contra sus textiles.

Las prendas son un problema mucho más grande que los productos de cuidado personal, ya que contribuyen con 35% de los microplásticos primarios liberados al océano, en comparación con 2% del cuidado personal, de acuerdo con IUCN.

La Organización Mundial de la Salud está revisando el impacto potencial de los microplásticos en la salud humana después que un estudio encontró plástico en 259 botellas de agua de 11 marcas diferentes compradas en nueve países. Los microplásticos han aparecido en mariscos, agua potable, cerveza, miel y azúcar, de acuerdo con estudios, pero el impacto en la salud humana no está claro.

La investigación muestra que ingerir microplásticos puede afectar la capacidad de los organismos planctónicos para alimentarse y la capacidad de los peces y especies marinas para obtener energía de los alimentos.

Algunas leyes en Nueva York y California, que están por aprobar los legisladores, si tienen éxito, requerirían etiquetas en la ropa hecha con más de 50% de material sintético para informar a los consumidores que desprenden microfibras de plástico cuando se lavan.

“Probablemente no cambiarán demasiadas opiniones de adultos, pero puede generar conciencia dentro de 10 a 20 años más o menos y esa generación estará más consciente de las microfibras”, dijo Félix Ortiz, miembro del Congreso del estado de Nueva York, quien presentó el proyecto de ley.

Nate Herman, de American Apparel and Footwear Association, un organismo comercial, dijo que la legislación está adelantándose a la ciencia y que se requiere realizar más investigación antes de pegar etiquetas en las prendas. Herman formó parte de un grupo de trabajo creado el año pasado para examinar cómo se podría educar al público sobre las microfibras.

“No sabemos si la ropa sintética es un contribuyente principal al tema de las microfibras”, dijo Herman. “Hay muy pocas maneras de medir con precisión el impacto de un tipo  de cosa en relación a otro”.

H&M dijo que está explorando si la ropa puede diseñarse para minimizar el desprendimiento. La marca está monitoreando el desarrollo de fibras biodegradables alternativas, aunque dijo que en esto hay limitaciones.

“No querras nadar en un traje de baño de algodón”, dijo Brännsten.

Los investigadores también se han centrado en cómo se lava la ropa. La marca de ropa para exteriores, Patagonia, encontró telas que desprendían gran cantidad de microfibras en el primer lavado, pero pocas en los lavados posteriores. Eso sugiere que el pretratamiento de las prendas antes de que se vendan podría potencialmente capturar y reciclar lo que, de lo contrario, afectaría los desagües de los consumidores.

También los investigadores han encontrado que el tipo de lavadora también importa para los desprendimientos. Por ejemplo, las chaquetas lavadas en lavadoras que se cargan en la parte superior arrojaron siete veces más microfibras que las de carga frontal.

Las empresas han comenzado a vender bolsas de lavado y bolas destinadas a atrapar las fibras en las lavadoras.

Las chaquetas han estado en el centro de la atención para arrojar microfibras. Un estudio encontró que las chaquetas que contienen poliéster arrojan 85 veces más fibras que las telas de poliéster. En Gran Bretaña, the Royal Society for the Protection of Birds dejó distribuir este tipo de chaquetas entre su personal por motivos de microfibras. Ahora está examinando otras formas de mantener al personal abrigado.

El desprendimiento de microfibras se puede abordar de manera más efectiva cuando se diseñan textiles, dijo Richard Thompson, profesor de la escuela de ciencias biológicas y marinas de University of Plymouth, que ha investigado el tema.

“Las prendas que tenemos en los estantes en el momento en que llegamos casi al azar, algunas liberan entre cuatro y cinco veces más fibras que otras”, dijo Thompson. “No es un requisito del rendimiento de esas prendas, se debe a que no se ha pensado mucho en ello".

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 07/03/2019

Etiquetas: Ecología Textiles Fibras Plástico Microfibras Oceanos Efectos Repercusiones Micoorganismos Acuáticos