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15 de feb. (Bloomberg) -- La decisión de la administración Trump en abril de imponer aranceles a los productos de soya argentina fue una bendición para Bob Morton.
Sin la competencia del gigante productor de soya, Morton redactó un plan para aumentar la capacidad de producción en su planta de biodiesel con sede en Rhode Island en más de 40% y contrató a 10 personas más.
Ahora, esos planes de expansión están en peligro después que la administración sorprendió a la industria local del biodiesel al anunciar una revisión de los aranceles de importación luego que Argentina introdujo cambios en sus impuestos. Morton y otros productores estadounidenses esperan que no se incluya en la revisión la larga amistad del presidente Donald Trump con su homólogo de Argentina, Mauricio Macri.
La relación se remonta a tres décadas cuando Macri, entonces un joven de 24, fue enviado por su padre, un magnate de la construcción, a negociar un acuerdo inmobiliario con Trump. Si bien la transacción nunca ocurrió, ambos se mantuvieron en contacto con el pasar de los años, jugando golf ocasionalmente. Al visitar Argentina, Trump se quedaba en casa de Macri.
La relación se agrió luego de que Macri respaldó a Hillary Clinton en las elecciones presidenciales de 2016. Los dos tuvieron que retomar los lazos cuando Trump asumió el cargo. Pero eso no tomó mucho tiempo, ya que Trump evitó la tradición de reunirse con los líderes de México y Brasil antes de hacerlo con sus contrapartes latinoamericanos cuando recibió a Macri en la Casa Blanca en abril de 2017.
“Es posible que la relación Trump-Macri tenga influencia sobre lo que sucede con el biodiesel”, dijo por teléfono Marcelo Elizondo, director de la consultora de comercio internacional Desarrollo de Negocios Internacionales, desde Buenos Aires. “En una administración como la de Donald Trump, sus consideraciones personales tienen mucha influencia, a menudo desplazando a las instituciones”.
Un portavoz de la Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios.
'Jardín izquierdo'
En declaraciones hechas en la conferencia reciente de American Farm Bureau Federation en Nueva Orleáns, Trump dio un vistazo a la naturaleza del intercambio con Macri. “Acabamos de abrir Argentina para las exportaciones de carne de cerdo estadounidense”, dijo. “Ellos necesitaban algo. Y le dije: ‘Tienes que abrirlo al cerdo’”.
Sin embargo, Elizondo dijo que las preferencias de Trump y del Departamento de Comercio no son los únicos factores en juego, dado el poder que tiene el cabildo del biodiesel en Washington.
“Todavía estamos tratando de averiguar quién pudo estar detrás de esto”, dijo Kurt Kovarik, vicepresidente de asuntos federales de National Biodiesel Board in Washington. “Esto parece producto del jardín izquierdo para una administración que está dispuesta a ir al cuadrilatero para obtener mejores acuerdos comerciales” para los agricultores y otras industrias.
No sin precedentes
“La ley de EUA permite específicamente que el Departamento inicie una revisión de las circunstancias que hayan cambiado dentro de los 24 meses posteriores a la determinación final si se demuestra que es por una “buena causa”, dijo un portavoz del Departamento de Comercio por correo electrónico. “Aunque es raro, tal revisión no tiene precedentes y está justificada en este caso con base en la evidencia presentada por el gobierno de Argentina, sobre que ha alterado fundamentalmente el régimen fiscal de exportación que fue objeto de las investigaciones subyacentes”.
“La industria de Estados Unidos tendrá plenos derechos procesales para revisar y comentar sobre esta evidencia”, dijo el portavoz. “Continuamos con nuestro compromiso de hacer cumplir de manera estricta y enérgica nuestras leyes comerciales de manera justa y transparente”.
La decisión de reconsiderar los aranceles sobre las importaciones de Argentina podría verse bien fundada después de que la nación elevó el impuesto a la exportación de biodiesel para que esté más en línea con el gravamen al aceite de soya. El biodiesel a base de soya ahora se grava con solo tres puntos porcentuales menos que el aceite de soya. Cuando entraron en vigor los primeros derechos preliminares en septiembre de 2017, la diferencia fue mucho mayor, de alrededor de 27%.
Las exportaciones de biodiesel de Argentina a Estados Unidos tuvieron un valor de más de mil millones de dólares al año antes de que los derechos antidumping y antisubsidio las excluyeran del mercado.
Traducido por Luis Felipe Cedillo
Editado por Michelle del Campo
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Fecha de publicación: 15/02/2019
Etiquetas: EUA Argentina Biodiesel Aranceles Exportación Importación Combustibles Automotriz