El presidente Andrés Manuel López Obrador durante un evento de entrega de recursos económicos en el estado de Tlaxcala. Foto de Presidencia.
El presidente Andrés Manuel López Obrador durante un evento de entrega de recursos económicos en el estado de Tlaxcala. Foto de Presidencia.

8 de feb. (Sentido Común) – “Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos”, así comienza la novela del escritor inglés Charles Dickens, A Tale of Two Cities (Historia de dos ciudades) y así también podría iniciar la narración de los sentimientos y expectativas que está generando el arranque del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.    

A poco más de dos meses de haber iniciado su sexenio, las perspectivas que provoca la nueva administración varían diametralmente, dependiendo mucho del grupo al que se consulte, con posturas tan disímiles como las de un optimismo desbordado hasta un pesimismo catastrófico.

“Se está repitiendo el fenómeno del círculo verde, el público, que cree en las propuestas, y el círculo rojo, académicos, periodistas, especialista, que se preguntan los cómos y no creen todo lo que escuchan”, dijo José Antonio Crespo, un analista político y profesor afiliado con el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), en una entrevista telefónica.

En la parte optimista de la valoración del gobierno lopezobradorista está la mayoría de los mexicanos. Las encuestas de opinión sobre la naciente gestión de López Obrador son hoy abrumadoramente favorables.

El presidente cuenta con el respaldo de más de 80% de la población, lo que lo hace quizás uno de los gobernantes más populares que el país haya tenido al inicio de un mandato presidencial en al menos las últimas cuatro décadas.

Además, la aprobación y el respaldo de la gente, que es incluso superior al porcentaje de votación que obtuvo en la pasada elección presidencial de 53%, más las medidas que ha adoptado, como sus programas para ayudar a quienes menos tienen --desde adultos mayores, hasta personas con discapacidad, pasando por pequeños productores agrícolas--, están también generando mejores expectativas futuras, tanto a nivel personal como a nivel nacional.

Tan sólo el mes pasado, el Índice de Confianza del Consumidor, un indicador que los economistas usan para conocer las perspectivas actuales y futuras de la población, registró un avance inédito y hasta cierto punto sorpresivo, que deja en claro el gran entusiasmo que ha generado el inicio del nuevo gobierno.

“Contrario a nuestra perspectiva de que la confianza ya había alcanzado su máximo del ciclo, el dato de [enero] parecería apuntar a que el optimismo es más amplio y persistente de lo anticipado”, escribieron Juan Carlos Alderete y Francisco Flores, economistas con el banco mexicano Grupo Financiero Banorte Ixe, en un reporte.

Claro que del otro lado del espectro están muchos analistas políticos y económicos, quienes, junto con inversionistas nacionales y extranjeros, no sólo son escépticos del nuevo gobierno, sino incluso críticos de muchas de las decisiones que ha comenzado a adoptar López Obrador y que desde su perspectiva podrían dañar al futuro crecimiento económico de México.

La decisión del presidente de cancelar la edificación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en lo que fue el Lago de Texcoco, junto con su oposición a continuar con la apertura del sector energético a los capitales privados --tanto nacionales como extranjeros-- para sólo favorecer a la empresa petrolera estatal, Petróleos Mexicanos, y a la compañía eléctrica del gobierno, Comisión Federal de Electricidad (CFE), más los recortes a rajatabla de personal profesional en dependencias gubernamentales, hacen que muchos vean con preocupación el inicio del actual gobierno.

López Obrador “no entiende qué tan diferente es México. . . Quiere recapitalizar a Pemex por dogma. . . la recapitalización será un desastre. Invertir [en construir una nueva refinería] en Dos Bocas, contra la recomendación del Instituto Mexicano de Petróleo y de otras voces sensatas, será el regalo más caro e inútil que un populista le haya hecho a [Tabasco], su estado natal”, escribió Jorge Suárez-Vélez, un banquero de inversión en su columna semanal publicada por el diario Reforma.

Así, muchos especialistas temen que las políticas que está adoptando el presidente de México obstaculicen el desarrollo de diversos sectores del país, como son las industrias aeronáutica, turística, eléctrica y petrolera, entre otras.

Claro que frente a la zozobra que muchos especialistas e inversionistas ven para el futuro económico del país, está la ilusión que el nuevo gobierno está provocando en cientos de miles de mexicanos, quienes han dado más que su voto de confianza al nuevo gobierno por lo que promete --terminar con la corrupción y la inseguridad-- y por los programas sociales que ha comenzado a implementar para ayudar a millones de mexicanos, incluidos jóvenes sin empleo.

“Hay una especie de luna de miel que se refleja en la aprobación de la población”, dijo Luis Estrada, director general de la consultoría política Spin, taller de comunicación política, en una entrevista telefónica.

La luna de miel de hecho quedó claramente reflejada en el repunte que tuvo la expectativa sobre la evolución económica del país en los próximos 12 meses, que recaba el Índice de Confianza del Consumidor.

El crecimiento de ese indicador hace incluso prever a algunos especialistas que el gasto de los consumidores podría aumentar en los próximos meses para el beneficio del país, más cuando a esa expectativa se suma la derrama de recursos que el gobierno lopezobradorista ha comenzado a realizar por la puesta en marcha de sus diferentes programas sociales.

Ayer, por ejemplo, el presidente anunció que en el primer bimestre de este año ya se habían distribuido cerca de 15 mil millones de pesos (785 millones de dólares), entre alrededor de seis millones de adultos mayores.

“Esperamos que la confianza [del consumidor] encuentre mayor apoyo de las recientes políticas implementadas por la administración federal, las cuales buscan ayudar a incrementar el ingreso disponible de los hogares de menores recursos”, agregaron Alderete y Flores en su reporte.

Frente a las visiones opuestas que existen en México, muchos especialistas comienzan a preguntarse cuál de las dos prevalecerá, ya que si bien la inversión es un elemento clave e indispensable para la generación de empleos y para que el país crezca en el largo plazo, no debe tampoco menospreciarse el consumo, que representa casi dos terceras partes del producto interno bruto de la economía mexicana.

No es por tanto claro si el optimismo de la mayoría de los mexicanos será o no suficiente para contrarrestar el pesimismo de los analistas e inversionistas, algo que también podría frenar importantes proyectos y derivar, en el largo plazo, en que las actuales expectativas favorables de los mexicanos en el nuevo gobierno comiencen a desinflarse.

Las encuestas con los especialistas sugieren hasta ahora que ellos no creen que el aliento actual de la mayoría de los mexicanos sea suficiente para contrarrestar el pesimismo empresarial para que la economía nacional reporte un mayor dinamismo.

Por el contrario, creen que el pesimismo que ha permeado círculos de expertos e inversionistas, aunado al freno normal que registra la economía mexicana cuando llega un nuevo gobierno, provocará un menor crecimiento económico del país este y el próximo año.

De hecho, los economistas consultados por el banco Citibanamex, filial del banco estadounidense, Citigroup, redujeron en la última encuesta quincenal su pronóstico para el crecimiento del país de 2019, de 1.8 a 1.7%, o su menor nivel desde que este sondeo comenzó a recoger el pronóstico de esta variable hace más de un año.

López Obrador, sin embargo, cree lo contrario. Para él la confianza que su gobierno está generando entre los consumidores, más la derrama económica que está comenzando a generar por sus programas sociales, provocarán un mayor crecimiento económico.

“Estamos reactivando la economía desde abajo, la economía popular, la economía familiar”, dijo el presidente, de 65 años de edad, recientemente en una de sus conferencias de prensa matutina. “No olvidemos que los pequeños negocios no sólo son mayoritarios, sino son los que más empleo generan”.

 


Fecha de publicación: 08/02/2019

Etiquetas: México López Obrador confianza analistas pesimismo economía