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23 de ene. (Bloomberg) -- Las dos economías más grandes de América Latina tienen nuevos líderes --de extremos totalmente opuestos del espectro político. Ambos están presidiendo mercados en auge; y pronto, dijeron inversionistas, probablemente decepcionen.
A primera vista, era de esperarse que los rendimientos de las inversiones fueran diferentes después de las elecciones de Jair Bolsonaro en Brasil y Andrés Manuel López Obrador en México. Después de todo, si bien ambos prometieron acabar con la corrupción y el crimen, los dos tienen ideas muy diferentes sobre cómo manejar sus economías.
El primero ha prometido realizar privatizaciones y recortes de gastos, mientras que el segundo está comprometido a poner fin a las políticas que considera favorecen a los inversionistas por encima de los mexicanos comunes. Pero, de hecho, los activos de ambos países --ya sea acciones, divisas o bonos soberanos-- se están moviendo de manera similar, y marcando el ritmo de las ganancias en los mercados emergentes en lo que va del año.
Administradores de dinero y analistas que van de Wells Fargo a Schroders dijeron que ambos repuntes se desvanecerán pronto. En Brasil, las grandes esperanzas de los inversionistas en la agenda económica de Bolsonaro dejan un amplio margen para la decepción si sus propuestas, especialmente la renovación del sistema de seguridad social, actualmente en ruinas, se ven en problemas en un Congreso fragmentado.
El caso mexicano es diferente. Si bien los inversionistas podrían desear que Bolsonaro tuviera una mayoría clara en la legislatura, probablemente preferirían que López Obrador no la tuviera --pero la tiene. Eso aumenta la probabilidad de que sus populistas promesas de campaña dejen de ser simples proyectos, a pesar de que los analistas aseguran que se inclinó hacia el centro recientemente, con un presupuesto 2019 similar al de sus conservadores predecesores.
“Cuando Bolsonaro entre totalmente en funciones, los mercados querrán ver algún progreso en la agenda”, dijo Brendan McKenna, estratega cambiario de Wells Fargo en Nueva York. “Que es es cuando la moneda puede comenzar a tener algunas dificultades”.
También prevé tiempos más difíciles para el peso mexicano. “López Obrador ha sido amigable con el mercado, y el presupuesto de 2019 fue una gran sorpresa, pero aún estamos cautelosos respecto al largo plazo”.
Los mercados no muestran mucha precaución a corto plazo en este momento.
El peso mexicano y el real brasileño ocupan el segundo y tercer lugar entre las principales monedas con mejor desempeño en lo que va de este año. Las acciones del índice Ibovespa de Brasil se están negociando cerca de un máximo histórico, un récord aplaudido por el mismo Bolsonaro (copiando uno de los hábitos en Twitter de Donald Trump, el presidente de Estados Unidos), y también es el caso de un índice de bonos soberanos brasileños.
Las acciones mexicanas, por su parte, han dado al mundo sus mejores rendimientos en dólares desde que López Obrador asumió el cargo el 1 de diciembre. La euforia se ha extendido a toda la región, y los activos que van de Argentina hasta Colombia también van al alza.
“El riesgo de decepción es mucho mayor en Brasil”, donde Bolsonaro necesita poner en marcha su agenda política para “detener el deterioro en los índices de deuda”, explicó Jim Barrineau, jefe de deuda de mercados emergentes de Schroders, en Nueva York. Él tiene en sobrepeso al peso mexicano, ya que considera las tasas locales más atractivas que en Brasil, donde el repunte bursátil ha tomado la mayor parte del valor.
La racha al alza mexicana es al menos en parte un rebote, producto del alivio tras el período de turbulencia a finales del año pasado. Entre su caída de julio en las encuestas y su toma de posesión cinco meses después, López Obrador canceló un aeropuerto valuado en 13 mil millones de dólares que estaba respaldado por algunos de los empresarios más ricos del país --lo que generó un desplome bursátil y una disputa con los tenedores de bonos del proyecto. Hubo otro estremecimiento menor cuando su partido se puso como objetivo reducir las altas tarifas que cobran los bancos mexicanos.
En las últimas semanas, gran parte de la angustia se ha disipado. El líder de la izquierda llegó a un acuerdo con los tenedores de bonos y presentó una propuesta de presupuesto que agradó a los inversionistas. También dio a conocer un amplio plan para impulsar las ofertas públicas y fomentar los préstamos bancarios.
Pero las preocupaciones de los inversionistas podrían reaparecer en cualquier momento, afirmó Greg Lesko, administrador de dinero de Deltec Asset Management de Nueva York. “A últimas, López Obrador tiene los ases”, dijo. “Fácilmente lo veo limitando las tasas de interés en los bancos, o alguna otra política de izquierda que sería horrible”.
En cuanto a Brasil, “el país va en una nueva dirección que podría ser increíblemente buena para los mercados”, aseguró Lesko. Pero agregó una advertencia importante: existen “muchísimos riesgos de ejecución”.
Traducido por Luis Felipe Cedillo
Editado por Michelle del Campo
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Fecha de publicación: 23/01/2019
Etiquetas: Política Latinoamérica México Brasil Derecha Izquierda Presidentes Inversionistas Rendimientos Mercados Alzas Expectativas Políticas