El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se anotó una importante victoria política en materia de seguridad al lograr que la Cámara de Diputados aprobara, con una importante mayoría, las reformas para crear un nuevo cuerpo policiaco que estará a cargo de la seguridad pública en el país y que se conocerá como Guardia Nacional. Foto de archivo.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se anotó una importante victoria política en materia de seguridad al lograr que la Cámara de Diputados aprobara, con una importante mayoría, las reformas para crear un nuevo cuerpo policiaco que estará a cargo de la seguridad pública en el país y que se conocerá como Guardia Nacional. Foto de archivo.

16 de ene. (Sentido Común) --El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se anotó una importante victoria política en materia de seguridad al lograr que la Cámara de Diputados aprobara, con una importante mayoría, las reformas para crear un nuevo cuerpo policiaco que estará a cargo de la seguridad pública en el país y que se conocerá como Guardia Nacional.

     Para lograr esa aprobación, el mandatario contó no sólo con el apoyo de su partido, Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y de los institutos políticos aliados --Partido del Trabajo (PT) y Partido Encuentro Social (PES)-- sino incluso el respaldo del partido opositor, Revolucionario Institucional o PRI.

     Así, en total las reformas legales para crear la Guardia Nacional, que tendrá un mando administrativo civil y otro operativo militar, recibieron, en lo general, 362 votos a favor, 119 en contra y 4 abstenciones, o un respaldo de 75% de los votos ejercidos --más de dos terceras partes-- en una sesión extraordinaria de la Cámara Baja.

     Uno de los diputados que se abstuvo de votar fue Tatiana Couthier, ex coordinadora de campaña del presidente López Obrador. La diputada de Morena había expresado sus dudas de la creación de una Guardia Nacional, dado que para ella el cuerpo, por su conformación, iba en contra de lo que el mandatario prometió en campaña, que se resumió en la frase: el ejército debe regresar a sus cuarteles y no estar en la calle.

     La Guardia Nacional estará, de hecho, conformada por los elementos que hoy tienen la Policía Militar, la Policía Naval y la Policía Federal. Con este nuevo cuerpo de seguridad, López Obrador espera poder combatir a las bandas del crimen organizado y pacificar al país, que ha registrado homicidios de cerca de 250 mil personas en los últimos 12 años.

     Claro que aún falta que la reformas también las aprueben los senadores en la Cámara Alta del Congreso de la Unión, algo que es altamente probable que ocurra por el respaldo del PRI a la creación de este nuevo cuerpo policiaco.

     La integración de la Guardia Nacional se llevará a cabo en tres etapas. La primera consiste en la fusión de las policías naval y militar. Posteriormente, se procederá a incorporar a algunos elementos de la Policía Fideral, para luego, en un tercer movimiento, reclutar a 50 mil nuevo elementos.

     De acuerdo con la estrategia de seguridad del gobierno federal que encabeza López Obrador, la Guardia Nacional operará en 266 regiones, con al menos 500 elementos en cada una de ellas para de esa forma realizar las tareas vigilancia en todo el país.

     Además de este nuevo cuerpo policiaco, López Obrador combatirá la delincuencia con un conjunto de programas sociales que buscan disuadir, principalmente a jóvenes y adultos, a incorporarse a bandas del crimen organizado.

     La estrategia de López Obrador para pacificar a México cuenta así con un brazo policiaco armado y con otro social.

Claro que la creación de la Guardia Nacional no ha estado exenta de críticas. Para muchos actores políticos, incluso miembros de Morena; así como expertos en temas de seguridad y organizaciones de la sociedad civil, la creación de esta corporación es vista como una militarización de país.

Muchos creen que el uso de las fuerzas armadas en actividades policiacas incrementa los riesgos de que el gobierno se vea afectado por acusaciones de violaciones a los derechos humanos, como de hecho ha ocurrido en el pasado cuando los gobiernos anteriores usaron a las fuerzas armadas para actividades de seguridad pública.

“Preocupa que se siga identificando al crimen organizado como el objetivo de la política de seguridad, dejando de lado la criminalidad del fuero común que tanto lastima la vida de los mexicanos”, dijo México Evalúa, una organización civil enfocada en estudiar y reflexionar sobre múltiples temas, como el de la seguridad, en un comunicado. Preocupa “una estrategia que parece ignorar las necesidades locales, ofreciendo soluciones desde arriba que replican la agotada fórmula de la militarización de labores de seguridad pública”.

Frente a esas críticas, el gobierno de López Obrador ha dicho que los miembros que conformen la Guardia Nacional recibirán entrenamiento para concientizarse de su nuevo rol, a fin de que puedan realizar acciones de seguridad interna sin violar los derechos humanos.

Además, López Obrador optó al final por atender las recomendaciones que hicieron en las últimas semanas expertos en seguridad, organizaciones civiles y miembros de la oposición, de dar un mando administrativo civil a la Guardia Nacional, lo cual aparentemente ocurrió con las reformas hoy aprobadas por diputados.

La modificación fue quizás la que propició que el PRI optara al final por respaldar la creación de la Guardia Nacional.

  “La fracción parlamentaria del PRI, después de muchas horas de discusión, ha decidido votar en favor de esta reforma constitucional. . . mientras más diputados voten una ley, más legitimidad tiene la misma”, dijo el diputado Rubén Moreira en la tribuna de la Cámara Baja tras fija la postura de su partido. “Vamos a crear una institución que contribuya a la paz. . . queremos entregarle a los mexicanos una institución de carácter civil, con doctrina policial, disciplina y compromiso social, que enfrente el reto de traer la tranquilidad a las grandes ciudades, a los caminos, a las carreteras y a las pequeñas poblaciones”.

Las fuerzas armadas del país iniciaron su labor en el combate a la inseguridad durante el gobierno de Felipe Calderón.

Si bien muchos han criticado que en ocasiones el ejército y la marina han cometido excesos en el uso de la fuerza, también son dos de las instituciones que gozan de una mejor imagen entre la ciudadanía, por su alta efectividad en el combate al crimen organizado.

“Un hecho relevante es que en la más reciente medición de diciembre de 2018 volvemos a registrar un incremento de aquellos que indican que es mejor que las fuerzas armadas cuiden las calles. El ejército tiene el nivel de aceptación más alto registrado desde hace 10 años, los datos son claros, las personas los prefieren por mucho a la policía”, de acuerdo con un estudio organizado por Parametría, una compañía especializada en desarrollar estudios de opinión pública y de mercado.

 “También se incrementó de manera significativa quienes consideran necesaria la presencia del ejército en las calles para mejorar la seguridad del país”, agregó esa consultoría. “En enero de 2017, 64% apoyaba este posicionamiento y para diciembre de 2017 disminuyó a 54%, pero en diciembre de 2018 se observa un repunte para llegar a 85% de apoyo, un dato histórico”.

La favorable percepción de la población sobre las fuerzas armadas está también sustentada en los altos niveles de corrupción en los que han caído muchas corporación policiacas estatales y municipales, que han provocado fuertes reclamos de los pobladores por reemplazarlas por una corporación más militar, como será la Guardia Nacional.

 

 


Fecha de publicación: 16/01/2019

Etiquetas: Diputados Guardia Nacional López Obrador seguridad