Las acciones tomadas por el gobierno para combatir el robo de combustibles en el país tendrán poco impacto en la calificación de México, serán positivas para Pemex, dicen expertos de Moodys. Foto de AP/Marco Ugarte.
Las acciones tomadas por el gobierno para combatir el robo de combustibles en el país tendrán poco impacto en la calificación de México, serán positivas para Pemex, dicen expertos de Moodys. Foto de AP/Marco Ugarte.

14 de ene. (Sentido Común) -- El posible impacto negativo que pudiera tener en las cuentas fiscales de México la reciente crisis de desabasto de gasolina en algunos estados del país podría ser limitado, siempre y cuando ésta no se extienda, dijo la calificadora Moody’s Investors Service.

     Por el contrario, la agencia estimó que algunas de las acciones tomadas por el gobierno para reducir el robo de hidrocarburos podrían resultar ser positivas para la empresa petrolera estatal Petróleos Mexicanos si se cumple con el objetivo en el corto plazo.

     “El impacto del desabasto de combustible en la economía de México y las cuentas fiscales será limitado a menos que esta situación se convierta en un problema prolongado que afecte de manera notoria la actividad económica”, dijo Jaime Reusche, vicepresidente senior y analista de riesgo soberano de Moody’s, en un comentario publicado hoy.

     El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador inició una campaña para combatir el robo de hidrocarburos en México a finales de diciembre. Dentro de las acciones que ha tomado para poner fin a esa extracción ilegal de combustibles, están la intervención en el sistema de monitoreo de ductos de transporte de hidrocarburos de Pemex para cerrar la llave al paso de los combustibles cuando existan señales de ordeña, algo que al parecer no se hacía por la complicidad de tres ejecutivos de la compañía con las bandas encargadas de perforar los poliductos de la petrolera estatal.

     Claro que la decisión del gobierno de cerrar temporalmente los ductos para evitar que la gasolina y el diésel sean extraídos de manera ilegal por delincuentes, también conocidos como huachicoleros, ha generado desabasto en diversas entidades del país, principalmente en el centro y occidente, o en la zona conocida como El Bajío, así como malestar en cientos de miles de pobladores que requieren combustible para realizar sus actividades cotidianas. 

     El gobierno ha también enviado a cinco mil elementos del Ejército Mexicano para controlar la salida de hidrocarburos de las instalaciones de Pemex, donde al parecer existía también gran complicidad para sacar sin pago cientos de miles de litros de producto de almacenes, centros de distribución y refinería.

     No obstante y a pesar de los problemas que estas medidas han generado para suministrar a tiempo combustibles en las zonas afectadas, los especialistas de Moody’s dijeron que el potencial impacto de la crisis de desabasto depende de la capacidad del gobierno de normalizar la situación lo antes posible.

     “Por el momento consideramos que las implicaciones crediticias para la calificación soberana de México no son significativas”, agregó Reusche.

     Esa opinión coincide con el punto de vista ofrecido la semana pasada por Alejandro Díaz de León, el gobernador de Banco de México, quien dijo en un seminario organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), una de las principales instituciones académicas de México, que es pronto para estimar las consecuencias que tendrá en los precios al consumidor o en la actividad económica la escasez de gasolina.

“Qué tan sostenida es esta situación, podría afectar inflación o actividad económica”, dijo el gobernador, al participar en el evento.

     Claro que al mismo tiempo los expertos de Moody’s dijeron que las acciones emprendidas por la administración lopezobradorista podrían incluso ser positivas para Pemex, la cual sufrió pérdidas cercanas a los 60 mil millones de pesos (tres mil millones de dólares) por estos delitos durante 2018.

     “El combate al robo de combustible en México es positivo para Pemex, ya que éste pudiera ser el punto de partida para una solución de más largo plazo que aumente los ingresos anuales de la petrolera en alrededor de 3 mil millones de dólares y mejore su gobierno corporativo”, dijo Nymia Almeida, vicepresidente senior de análisis en Moody’s, en un reporte.

     Los especialistas de esa agencia calificadora, una de las tres más influyentes a nivel mundial, se mostraron menos pesimistas que otros que la semana pasada expresaron preocupaciones tras una visita que realizaron ejecutivos de Pemex, encabezados por Alberto Velázquez, el director de finanzas de la compañía, a la ciudad de Nueva York, para hablar con inversionistas y analistas.

     “El director de finanzas comenzó la reunión diciendo que la presentación representa una primera aproximación y que la compañía todavía está trabajando en un plan de negocios, que se presentará al mercado pronto. . . Destacó la estabilización de la deuda como uno de sus principales objetivos”; escribieron analistas del banco de origen japonés Nomura, en un reporte posterior al encuentro.

     No obstante, esos analistas expresaron dudas sobre la exposición que hicieron los directivos de la compañía más grande del país.

     “Creemos que no pudieron presentar una explicación creíble para cómo el déficit financiero esperado para este año puede ser similar a las expectativas consideradas del año pasado de precios más bajos del petróleo y un aumento de 2.6 mil millones de dólares anuales en inversiones”, agregaron los analistas de Nomura. Tampoco dijeron “cómo pueden estabilizar la deuda si el flujo libre de efectivo sigue siendo negativo. Creemos que la falta de explicaciones plausibles puede haber causado presión en los bonos” corporativos de la empresa.

     Tras los encuentros, los precios de los bonos de Pemex, sobre todo el que vence en cinco años, sufrieron fuertes caídas ante los temores de que la nueva administración de la petrolera estatal no pueda evitar un deterioro de sus finanzas.

     Claro que a pesar de las críticas que enfrenta Pemex por la dificultad para llevar los combustibles a las regiones de escasez, el presidente, López Obrador dijo que su administración no dará marcha atrás en su intención de acabar con ese delito que representa pérdidas millonarias a las arcas de la empresa, cuya sede está en Ciudad de México.

 

 

 


Fecha de publicación: 14/01/2019

Etiquetas: México Pemex Moodys López Obrador gasolina desabasto