Vladimir Putin, presidente de Rusia, posa con Evgenia Medvedeva, la flamante campeona mundialo de patinaje artístico sobre hielo. Foto de archivo.
Vladimir Putin, presidente de Rusia, posa con Evgenia Medvedeva, la flamante campeona mundialo de patinaje artístico sobre hielo. Foto de archivo.

Spas-Teshilovo, Rusia, 3 de ene (Dow Jones) – La última vez que el límite legal en los periodos presidenciales obligó al líder ruso Vladimir Putin a dejar la presidencia, él  se convirtió en primer ministro durante algunos años.

Esta vez, un grupo de activistas que apoyan al Kremlin tiene una idea diferente: proclamarlo Zar Vladimir.

“Haremos todo lo posible para asegurarnos de que Putin se mantenga en el poder el mayor tiempo posible”, dijo recientemente Konstantin Malofeyev, un empresario políticamente activo, ante numerosos aplausos de cientos de sacerdotes ortodoxos rusos y miembros de los principales partidos políticos del país reunidos en una conferencia realizada a las afueras de Moscú. Estaban congregados por una sola causa --hacer que regrese la monarquía a Rusia.

Aun cuando no hay planes para coronar a un nuevo Emperador y Soberano de Todas las Rusias, como era parte del título real antiguamente, la idea plantea la posibilidad de que Putin pueda mantenerse más allá del límite de dos periodos presidenciales que permite actualmente la constitución rusa.

El Kremlin ha dado pocas señales de quién podría suceder a Putin cuando finalice su mandato de seis años en 2024, dejando a muchos especulando, en ocasiones de forma desenfrenada, sobre lo que depara el futuro.

Sin embargo, incluso entre aquellos que quieren una monarquía hay divisiones sobre qué tipo debería ser. ¿Es más conveniente una monarquía absoluta que una monarquía constitucional? ¿Debería establecerse una línea consanguineidad o debería ser electo el zar? Para aquellos que están a favor de la sucesión masculina, ¿sería un problema que Putin solo tenga dos hijas, como se ha reportado? Algunos incluso han sugerido que otros, además de Putin, deberían acceder al trono.

Mientras tomaban té y degustaban galletas en una conferencia del año pasado, miembros de Double-Headed Eagle (Águila de dos Cabezas), un grupo abocado a restaurar la monarquía rusa, discutieron los aspectos más sutiles.

“Por definición, la monarquía solo tiene que ver con la sangre”, dijo Yevgeniy Nikofoforov, director general de una estación de radio dedicada a la Iglesia ortodoxa rusa. “No, absolutamente no”, replicó Andrey Afanasiev, un presentador del canal de internet Tsargrad propiedad de Malofeyev.

“¿Qué ha hecho Rusia en los últimos 30 años? ha resucitado un imperio y ha elegido un emperador”, dijo Afanasiev, quien agregó que no era un problema el que Putin no fuera noble por nacimiento.

Serge Kapnist nació y se crio en Francia, pero reclama en Rusia el título de conde de sus antepasados, quien dice que huyeron de la Rusia revolucionaria. Dijo que no importa cómo empiece, tienes que asegurarte de que continúe. “La sustentabilidad es lo más importante en este caso”, dijo.

“Se tienen tantos tipos diferentes de monarquías como monarcas”, dijo Malofeyev.

Rusia no ha tenido un zar gobernante desde 1917, cuando el Zar Nicolás II renunció al trono bajo la presión de los revolucionarios.

Malofeyev dijo que su grupo Águila de Dos Cabezas, que lleva el nombre de un símbolo del escudo de armas de Rusia, está floreciendo; el número de sucursales regionales aumentó en casi la mitad este año a más de 50. El grupo que remonta sus inicios a 2016, dijo que quiere ilustrar a la gente sobre el pasado pre-soviético de Rusia y resucitar las tradiciones rusas. La asociación trata de recuperar los nombres de ciudades y calles de la época zarista, así como la monarquía.

“Somos una sociedad muy paternalista”, dijo Malofeyev, y agregó que los rusos están regresando a sus raíces históricas.

El teniente general Leonid Reshetnikov, un miembro del servicio de inteligencia extranjero de la Unión Soviética y que ahora es vicepresidente del Águila de Dos Cabezas, dijo que tuvo una conversación sobre la monarquía el año pasado con Putin.

En la conversación, Putin describió la idea como “hermosa", dijo Reshetnikov. Pero le preocupaba que la monarquía pudiera provocar un “zastoi”, o estancamiento, un término usado para describir el letargo económico de los últimos años de la era soviética y que ahora se usa cada vez más en referencia a las tasas de bajo crecimiento bajo la tutela de Putin.

Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, dijo que a Putin no le gusta la idea de recuperar la monarquía, pero no comentó sobre el intercambio con Reshetnikov.

Reshetnikov dijo que no le propuso la idea directamente a Putin de que se convirtiera en zar.

“No estaba hablando de eso en términos prácticos; nuestra conversación fue más sobre la historia”, dijo, pero agregó que le encantaría estar cerca para ver la coronación de Putin.

La popularidad de Putin disminuyó a 66% en octubre, dijo el grupo especializado en encuestas independiente Levada, con sede en Moscú, de niveles tan altos como 89% en 2015.

España restableció su monarquía bajo el régimen del dictador fascista Francisco Franco, quien aprovechó a un heredero del abolido trono, el príncipe Juan Carlos de Borbón, para sucederlo en 1969. Los británicos restauraron su monarquía después de su breve derrocamiento en el siglo XVII.

En Rusia, la última familia real, los Romanov, fue ejecutada en 1918, y las personas que afirman tener una ascendencia real cuestionaron quién es más legítimo para reclamar ser el jefe de la casa imperial.

Anton Bakov, un empresario de la ciudad rusa de Ekaterimburgo, ha tratado de defender su propia marca de monarquía en torno a la resurrección de la Casa Romanov. Bakov, que no es un Romanov, dijo que todavía quedaban unos 200 miembros de la familia. “Si queremos restaurar la monarquía, eso sería restaurar la que conocemos”, dijo.

Algunos observadores políticos rusos esperan que Putin respalde a un sucesor seleccionado que se haría cargo del país en sustitución de él de la forma en que asumió el poder el primer presidente de Rusia, Boris Yeltsin, en la víspera de Año Nuevo de 1999.

Otros han propuesto la idea de una especie de comité de supervisión estatal que tendría al menos un miembro muy importante para dirigir las políticas del gobierno y del nuevo presidente.

Muchos en el Águila de Dos Cabezas esperan que Putin apruebe su idea.

Yelena Sharoykina, miembro del Águila de Dos Cabezas y presentadora de la estación de noticias de internet Tsargrad, dijo que podría ser solo una cuestión de tiempo.

“Nunca se sabe lo que va a pensar en cinco años”, dijo. “El Putin de hace cinco años es diferente al Putin de hoy, y nunca se sabe si cambiará de opinión”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 03/01/2019

Etiquetas: Rusia Presidente Vladimir Putin Monarquía Instauración Periodo Presidencial Aguila Dos Cabezas Grupo