12 de nov. (Sentido Común) -- Aun cuando el último ejercicio de democracia participativa que realizó el presidente electo, Andrés Manuel López, generó fuertes críticas, el futuro mandatario anunció hoy que en breve realizará otra de las llamadas consultas ciudadanas para conocer ahora si los mexicanos respaldan o no, no uno, sino varios proyectos de inversión, además de diversos programas sociales.

     Así, López Obrador anunció que en menos de dos semanas consultará otra vez a los mexicanos para conocer si respaldan la construcción de un tren en la península de Yucatán, que se conocerá como Tren Maya; la edificación de una refinería en Dos Bocas, en el estado de Tabasco; la creación de un sistema de transporte moderno en el Istmo de Tehuantepec y la implementación de diversos programas sociales, como el apoyo a los adultos mayores y a los jóvenes, todos proyectos y programas que esbozó a lo largo de su campaña electoral.

     Las fechas en que el equipo de transición de López Obrador llevará a cabo ese ejercicio, con múltiples respuestas, serán los días sábado 24 y domingo 25 de noviembre.

El anuncio lo hizo López Obrador, quien cumplirá 65 años mañana, durante una gira de trabajo por el sureste del país y después de reunirse con los gobernadores de los estados de Campeche, Chiapas, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo para recabar su opinión sobre la propuesta de edificar el Tren Maya, que tentativamente unirá a esos cinco estados y que se espera detone el turismo y el desarrollo económico en esa zona del país.

 “Informo a ustedes que el día 24 y 25 de este mes vamos a llevar a cabo una amplia consulta ciudadana, para preguntarle a los mexicanos, no solo a los habitantes del sureste, sino a todos los mexicanos, su opinión sobre este proyecto del Tren Maya”, dijo López Obrador, en una rueda de prensa en el estado de Yucatán.

Además, el próximo mandatario agregó que en esa consulta su gobierno también recabará la opinión de los ciudadanos sobre algunos programas sociales que quiere echar a andar el próximo año, tras su toma de posesión el 1 de diciembre.

En la consulta, el futuro gobierno de México también espera conocer la opinión de los ciudadanos en torno a su propuesta para edificar una refinería, o bien para edificar un tren que cruce el Istmo de Tehuantepec, un proyecto que incluye la ampliación de la autopista en la zona y que tiene como finalidad unir el puerto de Salina Cruz en el Pacífico con la costa del Golfo de México.

Vamos a “preguntar también sobre la opinión de los mexicanos acerca de la construcción de la nueva refinería, vamos a preguntar también sobre el proyecto del Istmo de Tehuantepec”, agregó López Obrador. “Y vamos a aprovechar para preguntarle a la gente si está de acuerdo en el apoyo a los adultos mayores, a las personas con discapacidad, si están de acuerdo en que se convierta en un derecho el recibir una beca, si se estudia en la preparatoria, es decir, todos los programas sociales. Vamos a preguntar sobre 10 programas”.

No es claro si las críticas a su consulta inicial, con la que López Obrador decidió cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en lo que fue el Lago de Texcoco, harán que el futuro mandatario cambie de metodología.

Muchos especialistas consideraron que la consulta que organizó el futuro mandatario para determinar el futuro de NAIM careció de los niveles y estándares mínimos para garantizar imparcialidad, representatividad, seguridad y confiabilidad, ya que la consulta no ofrecía candados para evitar el relleno de urnas o la doble votación.

En principio, parecería que el futuro mandatario no contempla hacer cambios a la forma como realizó el primer ejercicio de democracia participativa, más que reducir los días de la consulta de cuatro, como ocurrió con la del aeropuerto, a dos.

Incluso, la dependencia encargada de realizar la nueva consulta será la misma que estuvo a cargo del proceso anterior, incluido el recuento de los votos: la Fundación Arturo Rosenblueth.

Es poco probable que pudiese aplicarse a ese ejercicio las reformas legales que el partido de López Obrador --Movimiento Regeneración Nacional (Morena)--, contempla aprobar en el Congreso para flexibilizar el marco legal que hoy regula las consultas ciudadanas, a fin de que estás las pueda realizar el Instituto Nacional Electoral (INE), la entidad encargada de organizar los procesos electorales en México, de manera más seguida.

Actualmente, la consulta ciudadana está contemplada en la Constitución mexicana como una forma legal y vinculante de democracia participativa, pero sólo la puede realizar el INE cuando existan procesos electorales nacionales --algo que ocurre cada tres años.

Ante esto los legisladores de Morena han propuesto una iniciativa de ley que busca permitir realizar consultas ciudadanas de manera más seguida y sobre temas más amplios de los que hoy contempla la ley.

López Obrador, sin embargo, no parece querer esperar a que dicha iniciativa se discuta y apruebe en el Congreso mexicano, ya que eso no ocurrirá sino hasta el próximo mes o el año que entra.

Además, aparentemente López Obrador ya habló sobre algunos de sus proyectos de infraestructura, como el Tren Maya, con empresarios y funcionarios locales, quienes han respaldado muchos de ellos.

“El #TrenMaya es un proyecto prioritario del presidente electo @lopezobrador_, cuenta con el respaldo total de los gobiernos de los cinco estados involucrados, que continuaremos trabajando en equipo para beneficio de la región”, escribió Alejandro Moreno, quien es gobernador del estado de Campeche y está afiliado al Partido Revolucionario Institucional (PRI), en un mensaje publicado en la red social Twitter.

En el caso concreto del Tren Maya, no es claro aún el monto de inversión que requerirá esa obra, aunque López Obrador ha dicho que él estima que se invertirán entre 120 y 150 mil millones de pesos (seis mil 220 y siete mil 770 millones de dólares).

El futuro mandatario ha dicho que el Tren Maya es uno de los proyectos más importantes para su administración, por el efecto benéfico que podría tener para el crecimiento del sureste de México.

Rogelio Jiménez Pons, quien será el próximo titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), la institución responsable de la planeación y desarrollo de proyectos turísticos en el país, dijo que la consulta del Tren Maya se dividirá en dos modalidades, una enfocada principalmente en los pueblos indígenas y otra para la ciudadanía en general.

 “Habrá dos consultas para el Tren Maya, una con los pueblos indígenas por donde pasará y se hará en sus lenguas y de acuerdo a sus métodos. Después se hará otra consulta”, dijo Jiménez Pons, en conferencia de prensa.

El futuro funcionario agregó que la construcción del Tren Maya comenzará el 16 de diciembre con una ceremonia simbólica en Palenque, Chiapas, para comenzar las obras el 17 de dicho mes. Las fechas de Jiménez Pons sorprendieron a muchos ya que son previas a las de la consulta, con lo que al parecer la siguiente administración o planea ignorar el resultado del ejercicio o lo manipulará para que salga a su favor.

Hasta ahora, sin embargo, no es claro si existe ya un proyecto ejecutivo sobre esa obra, o más aún, si existe un estudio de impacto ambiental, que la legislación mexicana exige a esos proyectos.

Tampoco es muy claro si las vías férreas se utilizarán sólo para transportar turistas o si se usarán también como un sistema para el traslado de carga.

 


Fecha de publicación: 12/11/2018

Etiquetas: López Obrador consulta Tren Maya programas transición