12 de nov. (Dow Jones) -- La ciudad de Nueva York está acostumbrada a ser escenario de juicios criminales de alto perfil, pero pocos acusados han supuesto los desafíos implicados por el capo del narcotráfico mexicano “El Chapo” Guzmán, uno de los criminales más famosos de la historia moderna.

Las declaraciones de apertura en el juicio contra Guzmán comenzarán el martes en el juzgado federal de Brooklyn, Nueva York, empresa que requerirá un esfuerzo policial virtualmente sin precedentes para garantizar la seguridad de los testigos del gobierno, los jurados, otros neoyorquinos y del mismo Guzmán.

Los 17 cargos, que abarcan casi tres décadas de presunta actividad criminal, acusan a Guzmán de construir un multimillonario imperio internacional de narcóticos, mediante el asesinato y la violencia, como líder del temido cártel de Sinaloa. Guzmán, de 61 años de edad, se declaró inocente de los cargos.

Antes de su extradición a Nueva York del año pasado, Guzmán escapó dos veces de cárceles de máxima seguridad en México, incluso en 2015 cuando se escapó por un túnel que tenía ventilación, luz y transporte motorizado que habían excavado trabajadores especializados y que daba a la ducha de su celda.

Funcionarios de la ley dijeron que este potencialmente sea el juicio de mayor riesgo que la Ciudad de Nueva York haya manejado desde los juicios de terrorismo hace dos décadas de los autores intelectuales de los atentados al World Trade Center de 1993.

“De alguna manera, este caso no tiene precedentes”, escribió Brian M. Cogan, el juez de distrito de Estados Unidos que está a cargo del juicio de Guzmán, en un fallo reciente. “La cantidad de atención pública ha sido extraordinaria”.

Se espera que el juicio dure de tres a cuatro meses.

La semana pasada, el juez rechazó la solicitud de Guzmán de abrazar brevemente a su esposa, la ex reina de belleza Emma Coronel Aispuro, el primer día del juicio.

Aunque el juez dijo que lo comprendía, señaló que Guzmán “ha demostrado mucha compostura bajo presión”, también dijo que la motivación de Guzmán para escapar podría ser particularmente grande justo antes del juicio.

Un problema logístico importante se refiere al transporte de Guzmán al juzgado. Desde su extradición en enero de 2017, ha estado viviendo en régimen de aislamiento en el Metropolitan Correctional Center del centro de Manhattan, considerado como la instalación preventiva más segura del país.

Guzmán viajará en un vehículo blindado flanqueado por escoltas policiales a su juicio en Brooklyn todos los lunes y regresará los viernes, dijo un oficial. Durante la semana, se espera que permanezca en un lugar no revelado de Brooklyn.

Francotiradores estarán estacionados en los techos ubicados a lo largo de la ruta de 3.2 kilómetros, y helicópteros del Departamento de la Policía de Nueva York seguirán a la escolta ocasionalmente, dijeron las autoridades.

La policía cerró todo el Puente de Brooklyn cuando Guzmán necesitó ser transportado a las audiencias previas al juicio en Brooklyn el año pasado. Los funcionarios dijeron que el tiempo y la ruta podrían cambiar a medida que surjan nuevas circunstancias.

Aunque no hay amenazas creíbles contra la ciudad de Nueva York, a los funcionarios les preocupa la posibilidad de un intento de asesinato contra Guzmán, y la división de inteligencia de la policía de Nueva York se ha estado comunicando con fuentes confidenciales del cártel para monitorear cualquier amenaza, de acuerdo con un funcionario de la policía.

Un jurado de 12 personas fue seleccionado la semana pasada; la mayoría de los miembros del jurado dijeron que reconocieron a “El Chapo” por los informes noticiosos o los programas delincuenciales de televisión. El jurado es anónimo, lo que significa que los nombres de los jurados y otros datos personales no se darán a conocer públicamente. Todos los días, oficiales federales los transportarán hacia y desde el juzgado.

Un posible miembro del jurado fue despedido después de que intentó obtener el autógrafo de Guzmán, mientras que otro fue despedido porque su trabajo como imitador de Michael Jackson que posiblemente lo hacía demasiado identificable. Otro tuvo un ataque de pánico en la sala del jurado y fue llevado al hospital.

El juez dijo que una mujer, después de ser elegida para ser miembro del jurado, le lloró al juez expresándole sus temores sobre la revelación de su identidad, empero sigue en el jurado.

Los fiscales presentaron razones creíbles para creer que el jurado necesita protección, escribió el juez en un dictamen. El gobierno dijo que un grupo de prisioneros de California publicó un video después de la extradición de Guzmán prometiendo ser “los sicarios que se van a encargar de él”.

Los abogados de Guzmán dijeron que no hay pruebas de que Guzmán tenga la “capacidad real de dañar a los jurados”.

La acusación formal alega que Guzmán empleó a "sicarios” o asesinos a sueldo, quienes cometieron asesinatos, secuestros y otros actos de violencia para disciplinar a los miembros del cartel y silenciar a los testigos que cooperaban con las autoridades.

Algunos testigos del gobierno que declararán en el juicio “viven ocultos en lugares donde el gobierno y los mismos testigos han tomado medidas para mantener en secreto del cartel”, de acuerdo con documentos presentados ante el tribunal.

Tras la recaptura de Guzmán en 2016, México aceptó extraditarlo a Nueva York. Sus dos fugas empañaron la percepción pública de la capacidad del gobierno mexicano para aplicar la ley. Estados Unidos prometió no buscar la pena de muerte en su contra.

La defensa de Guzmán, dirigida por A. Eduardo Balarezo, tiene experiencia en casos relacionados con el narcotráfico y la mafia. Uno de sus abogados es Jeffrey Lichtman, quien logró la absolución de John A. Gotti, hijo del notorio jefe de la mafia neoyorkina.

Una estrategia de la defensa puede ser prolongar el juicio, dijeron expertos legales, aumentando la posibilidad de que los jurados se confundan con la narrativa del gobierno. Los fiscales dijeron que el juicio tomará meses porque la defensa se negó a aceptar la autenticidad de ciertas pruebas, como ciertos rifles AK-47, lo que obligó al gobierno a llamar a testigos adicionales.

También se espera que la defensa de Guzmán desafíe la confiabilidad de los testigos colaboradores al resaltar sus pasados ​​criminales.

Desde su extradición, Guzmán ha argumentado en repetidas ocasiones que sus estrictas condiciones de confinamiento le están afectando física y mentalmente, lo que le impide asistir adecuadamente a sus abogados en su defensa. Su equipo legal ha citado la temperatura frígida de su celda, la falta de mantas limpias, el aislamiento de otros reclusos --y el hecho de que sus únicos materiales de lectura son pruebas de juicio.

Los fiscales dijeron que han aceptado algunas de sus peticiones. Por ejemplo, después de decir que el agua del grifo de la cárcel le irritaba la garganta, la Oficina de Prisiones le permitió comprar agua embotellada de la comisaría.

Poco después de la extradición de Guzmán, sus abogados se quejaron de que no se le había permitido ver la televisión  porque la cárcel todavía estaba buscando “una programación adecuada, como videos de National Geographic Channel”.

Sus hijas gemelas de siete años lo han visitado bajo la supervisión del gobierno. Durante una visita, un celador los interrumpió para decir que Guzmán no podía decirle a sus hijas que saludaran a su madre, dijo la defensa.

Entre los únicos contactos físicos humanos que ha tenido Guzmán desde su extradición, dijeron sus abogados, es cuando el personal de la cárcel le pone o le revisa los grilletes.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

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Fecha de publicación: 12/11/2018

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