23 de oct. (Dow Jones) -- El gobierno de Trump ha dicho que los aranceles impuestos a las importaciones chinas traerán de regreso la actividad a las fábricas de Estados Unidos, pero algunas pequeñas y medianas empresas dijeron que las tarifas arancelarias están afectándoles, no ayudándoles, a sus negocios.

Kent International, una compañía fabricante de bicicletas, abrió una planta en Manning, South Carolina, en 2014 para comenzar a ensamblar algunas de las bicicletas que vende a Walmart y otros minoristas. Actualmente emplea a unas 167 personas.

Kent planeaba ampliar esa instalación el próximo año para importar tubos de acero cortados en China que pintaría y soldaría para fabricar sus bicicletas. Planeaba contratar de 30 a 40 trabajadores más en la planta, que ensambla alrededor de 300 mil de las aproximadamente tres millones de bicicletas que la compañía vende en todo el mundo anualmente.

“Cuando empezamos a saber de los aranceles y estuvimos seguros de que los tubos cortados estarían sujetos a aranceles, paramos nuestros planes”, dijo Arnold Kamler, propietario mayoritario de la empresa y su director ejecutivo durante más de 30 años. En su lugar, está viajando a Tailandia, Vietnam, Camboya, Filipinas y Taiwán para encontrar nuevos proveedores de los productos chinos afectados por los aranceles.

“No estamos trayendo empleos a Estados Unidos con esto”, dijo Kamler. “Paradójicamente, ahora estamos generando empleos en diferentes países del sudeste asiático”.

La administración Trump dice que los aranceles están diseñados para contrarrestar lo que considera prácticas comerciales desleales que les dan a las empresas chinas una ventaja sobre sus contrapartes estadounidenses. Algunos fabricantes estadounidenses están reportando un aumento en los ingresos, ya que los aranceles obligan a los clientes a analizar de nueva cuenta sus cadenas de suministro.

En Allied Technologies International, un fabricante por contrato de Tualatin, Oregon, con 57 empleados, los pedidos aumentaron en 30% con respecto al año pasado. “Hay un choque de precios debido a las tarifas y, lo que es más importante, hay riesgo en la cadena de suministro”, dijo Thomas Biju Isaac, director ejecutivo de Allied,

Los últimos aranceles, un impuesto de 10% a 200 mil millones de dólares en importaciones chinas, incluidas bicicletas y partes para bicicletas, entraron en vigencia en septiembre y se prevé que aumenten a 25% a ​​finales de año. En total, Estados Unidos ha impuesto aranceles a 250 mil millones de dólares en importaciones chinas, desde acero y aluminio hasta muebles de bambú y equipaje. China ha respondido con aranceles a 110 mil millones de dólares de exportaciones estadounidenses.

Las compañías que han regresado procesos de manufactura a Estados Unidos dijeron que las tarifas arancelarias están aumentando sus costos y haciéndolos menos competitivos, desafortunadamente.

“Es difícil construir cosas aquí”, dijo Manville Smith, vicepresidente de JL Audio. “Sería bueno si nuestro gobierno realmente nos ayudara y no nos hiciera más daño”.

Smith y otros fabricantes más pequeños dijeron que están en desventaja con los aranceles actuales. Los productos terminados de fabricación china que utilizan los mismos componentes a menudo pueden ingresar a Estados Unidos desde China sin pagar estos derechos. De esta forma, una bocina china evita las tarifas, pero uno montado en las instalaciones de JL Audio en Florida enfrenta un arancel de 25% en las partes clave que importará el próximo año. Una bocina europeo también evitaría las tarifas, incluso si usara componentes chinos.

De acuerdo con el Peterson Institute for International Economics, los bienes intermedios, o las piezas y materiales utilizados para hacer un producto terminado, representan aproximadamente la mitad de los 250 mil millones de dólares en importaciones chinas sujetas a aranceles.

Claro que los productos terminados de China podrían perder su ventaja sobre los productos fabricados en Estados Unidos con componentes chinos si la Casa Blanca continúa con su amenaza de imponer aranceles a otros 267 mil millones de dólares en importaciones chinas, una medida que hasta ahora ha evitado para limitar el impacto sufrido por los consumidores estadounidenses en su poder adquisitivo.

La oficina del Representante Comercial de Estados Unidos se negó a dar un comentario para este artículo.

Las empresas afectadas por los aranceles no están simplemente elevando los precios para compensar los costos agregados. Algunos propietarios de negocios afirman que están retrasando los planes para expandir su presencia en Estados Unidos, tratando de eliminar líneas de productos o desplazando producción a otros países.

“En general, la fabricación a corto plazo en Estados Unidos está en peor situación debido a los aranceles”, dijo Harry Moser, fundador de Reshoring Initiative, una organización sin fines de lucro que ayuda a los fabricantes a tomar decisiones sobre la reubicación de su producción.

El presidente Trump “tiene 100% de razón en trabajar para reducir el déficit comercial y devolver los empleos de manufactura a Estados Unidos”, dijo Moser, pero “creemos que no ha elegido la herramienta óptima para lograr dicho objetivo”.

Kent cerró su planta de fabricación en Kearny, New Jersey, en 1991 y, para reducir los costos, trasladó producción a China, que ya estaba produciendo aproximadamente la mitad de las bicicletas de la compañía. Abrió la fábrica de Carolina del Sur después de que Kamler asistió a un evento patrocinado por Walmart, su cliente más grande, con la finalidad de promover la fabricación en Estados Unidos.

En una carta dirigida al representante comercial, Walmart señaló que las tarifas de los componentes chinos “tienen el potencial de socavar" los esfuerzos de reafirmación de la minorista. “Los aranceles en los bienes intermedios tienen poco sentido cuando el objetivo declarado del gobierno es de aumentar la manufactura y los empleos en Estados Unidos”.

Traducido por  Luis Felipe Cedillo

Editado por Michelle del Campo           

Copyright © 2018 Dow Jones & Company, Inc. All Rights Reserved

 


Fecha de publicación: 23/10/2018

Etiquetas: EUA Manufactura Aranceles Política Económica Trump China Plantas Impuestos Guerra Comercial