21 de sep. (Sentido Común) -- Los gobiernos de Canadá y Estados Unidos entraron a su cuarta semana seguida de negociaciones para alcanzar un acuerdo comercial con muchas expectativas, pero éstas aparentemente empezaron a diluirse y ahora algunos creen que no cumplirán con su intención de firmar un pacto antes de terminar el mes.

Canadá podría retrasar cualquier acuerdo comercial con Estados Unidos, o al menos eso parecen creer algunos funcionarios, debido a las elecciones que celebrará la provincia de Québec el 1 de octubre, reportó el diario canadiense Financial Post.

Aparentemente, el gobierno de Canadá preferiría no afectar las elecciones en Québec con el proceso de discusión comercial con Estados Unidos para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), debido a que esta región está muy ligada a la producción de lácteos, uno de los temas más disputados entre ambas partes.

“Si pasamos hoy sin un progreso significativo, creo que estamos viendo un escenario postelección de Québec”, dijo Dan Ujczo, un abogado comercial de la firma Dickinson Wright que ha seguido ampliamente la discusión del TLCAN, con base en comentarios de funcionarios estadounidenses, reportó el Financial Post.  “Si yo fuera un negociador canadiense, ¿por qué haría concesiones días antes de la elección en Québec? No tiene sentido”.

Estados Unidos quiere presionar a Canadá para que estampe su firma en un nuevo acuerdo comercial antes del último día de septiembre, con la intención de darle tiempo suficiente al Congreso estadounidense actual para ratificarlo.

No obstante, el gobierno de Justin Trudeau parece poco dispuesto a ceder a las presiones de sumarse al pacto de entendimiento alcanzado entre sus dos vecinos del sur, por los efectos negativos que tendría en el resultado electoral del 1 de octubre.

“Digamos que el acuerdo del TLCAN tiene concesiones en la gestión de suministros, seguramente no será muy bien recibido en Québec. No solo por los productores sino por la población”, dijo Marcel Groleau, presidente de la unión de productores agricultores, un sindicato en Québec, de acuerdo un reporte del diario The Globe and Mail. “El impacto será sobre Trudeau en las próximas elecciones federales”.

Chrystia Freeland, la ministra de Asuntos de Canadá y líder negociadora de ese país en el proceso de modernización del TLCAN, estuvo los días 19 y 20 de septiembre en la capital estadounidense para continuar las discusiones con su contraparte en ese país, Robert Lighthizer, el representante comercial de Donald J. Trump.

Si bien ambas partes mostraron disposición y dijeron que los diálogos estaban desarrollándose en un ambiente productivo, aún mantienen diferencias en temas como la producción e intercambio de lácteos o los mecanismos de soluciones de controversias.

Canadá ya ha dicho que no está limitada por los plazos establecidos por la administración de Trump, pues prefiere negociar un buen acuerdo para sus ciudadanos e, incluso, reiteró en días recientes que preferiría no ratificar un pacto con Estados Unidos que aceptar uno que resultara insuficiente.

“Para Canadá solo hay un objetivo”, dijo Freeland al salir del segundo día de reuniones con Lighthizer, en un encuentro con periodistas. “Nuestro objetivo es un buen negocio para Canadá, es lo único en lo que estamos pensando”. 

Las reuniones entre ambos socios comerciales norteamericanos terminaron sin ningún avance y sin reportes de una próxima reunión entre Freeland y Lighthizer, lo que parece respaldar la teoría de que no se llegará a un consenso pronto.

El acuerdo al que llegaron México y Estados Unidos, sin embargo, ya está avalado por ambos gobiernos, por lo que existe la posibilidad de que los dos opten por dejar de lado las negociaciones entre el gobierno estadounidense y Canadá para buscar formalizar el acuerdo comercial bilateral.

Incluso, Lighthizer ya informó oficialmente al Congreso estadounidense del acuerdo con México, al tiempo que funcionarios de ambos países han dicho que si bien preferirían tener a Canadá en el nuevo tratado podrían seguir adelante sin ellos.

El secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, dijo apenas hace nueve días que si no hay acuerdo entre sus socios del norte “México tiene que tomar el siguiente paso, alcanzar un acuerdo bilateral, si es necesario”.

Sus palabras fueron respaldadas por Kenneth Smith Ramos, el líder de la negociación técnica del TLCAN por parte de México.

El gobierno de Trump, por su parte, también dijo que están listos para seguir sin Canadá e, incluso, el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes del Congreso de ese país, Steve Scalise, anunció que enviaría una carta al gobierno de su vecino del norte para explicarle que el tiempo se agota para llegar a un acuerdo.

“Para mí está bien si llegamos a un acuerdo, está bien si no lo hacemos”, dijo Trump, ante medios, durante un mensaje a su país en la víspera de la llegada del huracán Florence a Carolina del Norte la semana anterior. “Canadá quiere un acuerdo y veremos si podemos meterlos al acuerdo que ya tenemos con México”.

El gobierno canadiense sabe del riesgo que enfrentaría por no poder concretar un acuerdo con sus socios regionales, pues un colapso total del TLCAN significaría para su economía una reducción de su crecimiento  en el corto plazo, lo que además se agravaría si Estados Unidos impone aranceles en su contra, dijeron especialistas de Conference Board de Canadá, una institución sin fines de lucro de información económica. 

“Un colapso del TLCAN probablemente sustraería 0.5% de su crecimiento”, escribió el Conference Board de Canadá, en un análisis de ese país para 2018. Además, “podría restar hasta 1.3% del crecimiento económico de Canadá en los siguientes dos años”.

 


Fecha de publicación: 21/09/2018

Etiquetas: Canadá EUA Negociación TLCAN