12 de sep. (Sentido Común) -- Una de las industrias que vive mayor incertidumbre ante la austeridad que busca implementar el futuro mandatario, Andrés Manuel López Obrador, es la de los medios de información, en particular la prensa escrita.

     Los más pesimistas creen que los anuncios de recortar a la mitad el presupuesto que destinaba el gobierno a la promoción de sus acciones y de eliminar las oficinas de contacto con medios en las secretarías, pondrá en predicamento a más de un medio, o incluso, en caso extremo, podría generar una crisis en el sector.

     “Eso pega directamente en los bolsillos” de los medios, dijo Rubén Vázquez Romero, académico especialista en la industria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en una entrevista telefónica. “Yo diría que de cada 10 diarios, ocho viven de dinero del gobierno”.

     Para López Obrador la austeridad, a pesar del impacto que podría tener en diferentes actividades, es prioridad por sus promesas de campaña de impulsar diversos programas sociales y de inversión, con el compromiso adicional de hacerlo sin aumentar impuestos o sin endeudar más al gobierno.

     Frente a esta política que seguirá el próximo gobierno entorno al gasto en promoción, que por años ha generado críticas de diversos grupos de la sociedad civil por considerarlo como desperdicio, la posibilidad de que los medios sufran un recorte en sus ingresos gubernamentales es alta.

     De hecho, esas consideraciones no han hecho más que alimentar el nerviosismo que ya viven y han manifestado algunos periodistas por la posible repercusión sobre las finanzas de sus medios y que han comenzado a vislumbrarse con recortes en las planillas de columnistas y articulistas de algunos diarios de circulación nacional --la mayor parte de ellos por razones no claras pero que apuntan a medidas preventivas, en términos financieros, frente hacia posibles repercusiones en sus ingresos.

     “Por razones económicas Reforma decidió suspender la publicación de mi columna semanal Agenda Ciudadana”, escribió Lorenzo Meyer, profesor del Colegio de México y analista político en varios espacios informativos, en su cuenta personal de Twitter, el 29 de agosto, el día de su separación de ese medio. “Lamento su situación y les deseo mejor fortuna en el futuro”.

     Además de Meyer --quien estrenará un espacio editorial a partir del 16 de septiembre en El Universal--, otros articulistas de Reforma que han dejado de colaborar con el diario son: José Woldenberg, expresidente del Instituto Nacional Electoral (INE), y Roger Bartra, autor y académico de la UNAM.

      Los cambios de personal no son exclusivos de columnistas del periódico propiedad del empresario Alejandro Junco. Otros han incluso también anunciado reducción de su plantilla de reporteros.

     Grupo Milenio, la compañía que publica el periódico Milenio a nivel nacional y dueña del canal de televisión Milenio TV, despidió, de acuerdo a diversos excolaboradores, a cerca de 100 trabajadores de su nómina y suspendió la colaboración de varios de sus columnistas.

     Incluso Carlos Marín, quien ocupó la dirección editorial del grupo desde su creación, dejó su posición para irse a ocupar otro cargo en la organización, uno de los medios con mayor pauta publicitaria gubernamental.

     De ahí que para algunos antiguos colaboradores de la organización, Milenio ha optado por adaptarse, vía una redimensión de su plantilla laboral.

     “Hace poco menos de dos horas me llamó el subdirector de Milenio para decirme que me incluyeron dentro del fuerte recorte de personal y de colaboradores que está haciendo el diario y acabo de quedarme sin trabajo ahí, después de más de 18 años de colaborar cada semana”, escribió Hugo García Michel, en un post en su cuenta de Facebook el 27 de agosto, donde narró cómo se enteró de su salida de ese diario.  “Estoy helado y aún no sé cómo reaccionar. Sé que no soy el único que está sufriendo algo parecido”.

     Los recortes del gasto de promoción del gobierno, a pesar de sus efectos secundarios en muchos periodistas y que muchos lamentan, no son del todo mal vistos por quienes ven que esos gastos, que no son menores, son innecesarios o superfluos, al tiempo que han alimentado una industria que posiblemente este sobredimensionada.

     De acuerdo con cifras del portal Transparencia Presupuestaria, el año pasado fueron destinados poco más de dos mil 932 millones de pesos (153.5 millones de dólares) a la difusión de mensajes y acciones de la administración.

     Para este año esa cifra será incluso mayor, debido a que los datos disponibles muestran que entre enero y julio de 2018 el gobierno gastó en el rubro de comunicación social poco más de dos mil 953 millones de pesos (153 millones de dólares).

     Además, el Centro de Análisis e Investigación Fundar México reveló, en un estudio publicado a principios de año, que en lo que iba hasta entonces de la administración de Enrique Peña Nieto, el gobierno había gastado más de 40 mil millones de pesos, a precios de 2018, o cerca de dos mil millones de dólares.

     De éstos recursos, más de 22 mil 719 millones de pesos (mil 202 millones de dólares), o 56%, fueron destinados a 20 empresas de la industria de medios, como Grupo Televisa, la mayor televisora del país; Estudios Azteca, la segunda cadena de televisión, y Grupo Fórmula, una cadena de estaciones de radio, así como los periódicos El Universal y Excélsior.

     Frente a esas cifras, muchas organizaciones de la sociedad civil, como Artículo 19, o la misma Fundar México, han advertido sobre la alta dependencia de algunos medios informativos de las pautas publicitarias del gobierno, algo que ven como poco saludable pues consideran que esos medios son susceptibles de sufrir presiones gubernamentales para dictar sus coberturas.

     “En ese sentido tiene toda la razón Fundar, el gobierno entrega propaganda poco clara a cambio de favores que por supuesto no son confesables”, dijo la doctora María Marván Laborde, exconsejera presidenta del Instituto Federal Electoral (IFE) y académica de la UNAM, en una entrevista telefónica. El gobierno es quien “más gasta en publicidad en el país por sí mismo. Si se reduce a la mitad [ese gasto]. . . pues sí creo que, sobre todo la prensa escrita, entrará en graves problemas el sexenio que entra”.

     La exfuncionaria y académica, quien también anunció el 9 de agosto que suspendió su columna de opinión en el diario Excélsior, dijo, sin embargo, que los medios ayudarían a dar claridad al debate sobre una supuesta crisis en el sector editorial si fueran transparentes al detallar las razones por las que escogen suspender una colaboración periodística de sus páginas.

     “Todos están alegando causas económicas, creo que sí sería una actitud de respeto de los medios el decir si el único criterio para correr a unos y no a otros es el dinero, o si también están tomando o no están tomando en cuenta cuánto se leen los artículos de alguien en especial”, agregó Marván Laborde, vía telefónica. “Lo que sí le puedo asegurar es que yo ni con mucho era de las editorialistas más caras del periódico, ni lejano a eso. Sí cobraba yo, pero es difícil creer que con lo que se van a ahorrar en mí van a salvar el periódico, de ninguna manera”.

     Otros creen que los cambios previsibles que los recortes gubernamentales tendrán en diversos medios los podrán obligar, junto con sus periodistas, a crear mejores contenidos y a reconocer que la competencia con otros canales de comunicación --no necesariamente de información-- es feroz y que ha aumentado a raíz de la llegada de las redes sociales, como Twitter, donde cada vez más gente busca mantenerse informado y conocer diversas opiniones.

     “En menos de seis años cambió de manera radical la forma como usamos internet [y cómo]. . . nos enteramos de las noticias. Tiene que venir una reestructura, sí, pero también del lenguaje periodístico”, dijo Vázquez, quien además de dar clases en la UNAM, escribe una columna de opinión en la edición web de la revista Forbes México. “No solamente los medios que dependen del gobierno van a tener que plantearse ahora si van a tener que hacer periodismo o extender la mano [para recibir recursos]. Todos los que entendieron más las nuevas dinámicas de comunicación van a tener que encontrar la forma de hacer del periodismo un negocio”.

 

 


Fecha de publicación: 12/09/2018

Etiquetas: México AMLO López Obrador transición presupuesto austeridad prensa medios